Los interrogantes del momento actual frente al tema de una posibilidad de vida en el cosmos, está llevando a los científicos a la elaboración de teorías que fundamenten la existencia de otros seres fuera de nuestro planeta. Es conocida la postura de muchos de ellos que nosotros hoy casi los podríamos reunir en tres grupos. Están los que no aceptan la vida más allá de la Tierra, ya sea que se basen en argumentos científicos, filosóficos o religiosos. Luego, nos encontramos con los que enuncian que no hay evidencias suficientes para aceptar como probable la vida en otro lugar del universo, pero admiten su posibilidad. Finalmente nos encontramos con quienes han llegado a la conclusión de que ya no hay por qué dudar de vida en otros planetas, pertenezcan o no a nuestra galaxia. Si bien esto requiere haberse pronunciado después de una elaboración de rigor científico, mucho más trabajo está dando a la Teología, quien con certeza no puede damos hoy respuesta todavía, a pesar de algunos intentos, que bien valoramos. Por eso hoy, nos unimos a quienes están investigando frondosamente para responder a un mundo cada vez más interesado por este tema,
I. ¿Por qué usar el término "INDICIOS" en nuestro título?.
Lo utilizamos entendiendo que la Biblia no habla del tema que nos preocupa y por lo tanto, si algo hemos de hallar, será meramente un dato que puede resultarnos útil para lo que nos proponemos. Las Sagradas Escrituras tienen un tema central que es el plan de salvación divino para nuestro planeta, pero no nos habla de lo que sucede en el cosmos. Pero es indudable que de alguna forma estamos relacionados a ese universo creado por El. Los indicios son, además de datos, una señal que nos orienta a conocer, o tratar de conocer, lo que todavía está oculto o ignorado. Por oculto podemos interpretar que permanece callado algo que se pudiera o debiera decirse, y por ignorado, nos referimos a lo que pudiera darse a conocer pero que aún no tenemos la respectiva información. Los indicios bíblicos son los datos que extraemos para informarnos de lo que queremos saber o conocer, de lo que ignoramos acerca del tema en cuestión. Será necesario dejar bien aclarado que estos indicios son "datos sueltos", o "informaciones aisladas", y que nuestro deber será el de coordinarlos para que armonicen y obtener así, una respuesta que tenga sentido.
II. Hablemos con el cosmos de Dios.
En el primer capítulo del libro de Génesis se menciona la creación de todos los astros, "lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y afros". Corno es de lodos el conocimiento, estos astros han sido agrupados en constelaciones para diferenciar unas de otras. Estos conjuntos de estrellas fueron bien conocidas desde la antigüedad. Es interesante saber que cumplían la misión de anuncios. Por ejemplo, en cierta época del aíro, su aparición en el firmamento bien visualizadas, el brillo intenso con que se manifestaban, indicaba el cambio de estacione;, tal cual lo indica el libro de Génesis. Según su Posición, los antiguos sabían si era época de siembra o cosecha, de iniciar largos viajes, o prepararse para los, tiempos tormentosos. También eran utilizadas como gula para los viajeros ya que no conocían la brújula. Pero éstas constelaciones tenían su leyenda acerca del origen en el espacio, y, en algunos casos, estas leyendas son relatos paralelos a los que la Biblia menciona.En el libro de Job, donde Dios cuestiona la sabiduría del patriarca, surge la convicción de que El creó la "Osa, el Orión y las Pléyades". En inglés el término Osa se traduce como "Arc tu rus". Al leer nuevamente el Job 38:32, nos encontramos con esta pregunta:"¿Sacarás tú a su tiempo las constelaciones de los cielos?¿O guiarás a la Osa Mayor con sus hijos?". Los intérpretes de la Biblia están de acuerdo cíe que no debe entenderse que "hijos" se pudiera referir a los habitantes de esa región espacial, sino al conjuntos de satélites y demás astros, que dependen de ella. Pero, ¿que nos impide interpretar que "hijos" se refiera a "seres" que pueblan esa zona estelar?. Lo más notable es que algunos científicos admiten que existiría vida en este lugar, y en otros. Si esto se probara, tendríamos que expresar algún día del mismo modo que Werner KeIler: "Y la Biblia tenia razón'.Siguiendo con el libro de Job, en 38:31 está la siguiente pregunta:"¿ Podrás tú atar los brazos de las, pléyades, o desatarás las ligaduras de Orlón?". Hemos de aclarar que la versión castellana no expresa del mismo modo que el inglés, pero esto es con relación a las Pléyades, cuya influencia placentera es una delicia ("sweet influences of Ple ia des"). En Entre Ríos, (Argentina), las conocemos como "los siete cabritos". Volveremos a mencionarla cuando hablemos de testimonios, ahora nos ocuparemos de Orión. Según la leyenda, Orión (Nimrod para los asirios) era un guerrero extremadamente valiente llegando a convertirse en héroe. Esta capacidad suya le llevó a pensar que podía ocupar el lugar de Dios y por lo tanto luchó contra El. Pero fue vencido y desalojado del lugar de privilegio que gozaba. Dios y los demás dioses lo arrojaron a un lugar del cosmos y lo ataron para que no vuelva a cometer el mismo hecho. Los dioses le llamaron el tonto ("chesil") o necio, por atreverse a guerrear contra los poderosos del cielo. De ahí que la pregunta encontraría significado relativo cuando Dios se la hace: a Job:"¿Podrá s tú desatar las ligaduras de Orlón?" ("¿Canst thou loo se the bands of Orlon?').Orión es el conjunto de estrellas más llamativo para los científicos que estudian la posibilidad de vida extraterrestre. Y en el campo de la Biblia, ésta leyenda se parece mucho a la teoría de la rebelión de Satanás seguida de sus ángeles. Es indudable que hubo una batalla en los cielos y que una tercera parte se retiró derrotada. En caso de vida extraterrestre en la región de Orión, deduciríamos que están bajo la influencia de lo maligno, como así también le sucede a nuestro planeta. Este tema lo volveremos a tocar cuando hablemos de los ángeles y de los ángeles caídos.
III. ¿Qué podemos encontrar en Génesis capitulo seis?.
Este es uno de los pasajes más estudiado por los que sostienen que hay vida en otros planetas y que ya han llegado hasta nosotros. La interpretación clásica nos advierte que lo que narra el principio de este capitulo es lo siguiente: "Los hijos de Dios se casaron con las hijas de los hombres". Los hijos de Dios se refiere al pueblo que le reconocía como Dios y que descendían de Set, uno de los hijos de Adán. Las hijas de los hombres se refiere a quienes no pertenecían al grupo que adoraba a Dios. Hasta aquí es la interpretación de los estudiosos de la Biblia. Pero no todos están de acuerdo ya que algunos interpretan que "hijos de Dios" está nombrando a ángeles que habrían materializado su esencia luminosa en cuerpos comunes a los humanos. De ahí el surgimiento de una raza de gigantes, intrépidos y feraces. Los comentaristas no desconocen esta explicación que viene desde la antigüedad, pero afirman que esto proviene del libro de Enoc, quien tiene una angeología profusa. Por ésta y por otras argumentaciones el libro de Enoc estuvo prohibido y no integró el canon bíblico. Algo parecido sucedió con la Epístola de San Judas Apóstol, hermano de Jacobo; que por haber citado a Enoc tuvo muchas dificultades su Epístola para integrar la literatura del Nuevo Testamento. Según Enoc, Dios recrimina a los "guardianes del cielo" por haber abandonado su función de protección y mezclarse con las hijas de los humanos. Al parecer, el término "guardianes" solía aplicárseles a los ángeles, de modo que éstos serian los que según, también Judas, "no guardaron su dignidad sino que abandonaron su propia morada", y están ahora en "prisiones eternas, para el juicio del gran día". De modo que estos ángeles tomaron forma humana, se unieron a las mujeres, y tuvieron hijos. Proseguiremos cuando hablemos de los ángeles.
Este es uno de los pasajes más estudiado por los que sostienen que hay vida en otros planetas y que ya han llegado hasta nosotros. La interpretación clásica nos advierte que lo que narra el principio de este capitulo es lo siguiente: "Los hijos de Dios se casaron con las hijas de los hombres". Los hijos de Dios se refiere al pueblo que le reconocía como Dios y que descendían de Set, uno de los hijos de Adán. Las hijas de los hombres se refiere a quienes no pertenecían al grupo que adoraba a Dios. Hasta aquí es la interpretación de los estudiosos de la Biblia. Pero no todos están de acuerdo ya que algunos interpretan que "hijos de Dios" está nombrando a ángeles que habrían materializado su esencia luminosa en cuerpos comunes a los humanos. De ahí el surgimiento de una raza de gigantes, intrépidos y feraces. Los comentaristas no desconocen esta explicación que viene desde la antigüedad, pero afirman que esto proviene del libro de Enoc, quien tiene una angeología profusa. Por ésta y por otras argumentaciones el libro de Enoc estuvo prohibido y no integró el canon bíblico. Algo parecido sucedió con la Epístola de San Judas Apóstol, hermano de Jacobo; que por haber citado a Enoc tuvo muchas dificultades su Epístola para integrar la literatura del Nuevo Testamento. Según Enoc, Dios recrimina a los "guardianes del cielo" por haber abandonado su función de protección y mezclarse con las hijas de los humanos. Al parecer, el término "guardianes" solía aplicárseles a los ángeles, de modo que éstos serian los que según, también Judas, "no guardaron su dignidad sino que abandonaron su propia morada", y están ahora en "prisiones eternas, para el juicio del gran día". De modo que estos ángeles tomaron forma humana, se unieron a las mujeres, y tuvieron hijos. Proseguiremos cuando hablemos de los ángeles.
IV ¿De qué se alimentan en el cielo?.
El salmo 78 muestra la fidelidad de Dios hacia Israel. Entre todas las ayudas proporcionadas se menciona el maná. Los hebreos en el desierto no sabían qué era ni de dónde provenía, sólo lo veían en la mañana esparcido sobre el campo. Pero los hebreos se hartaron de comer solo maná y pidieron comer otra cosa. Dios, entonces, les reprocha por cuanto rechazan una comida que es "trigo del cielo", "pan de nobles". Este término, "nobles", es hasta el día de hoy dificultoso para traducir. Unos lo traducen como "ángeles", otros como "poderosos", también "nobles", o sea, una casta especial, pero celestial. Descartamos que los ángeles se alimenten con este maná por cuanto son seres ígneos, incorpóreos. Nos resta preguntamos solamente, ¿quiénes son estos nobles del cielo?, ¿existe otra categoría de seres en el universo además de los ángeles?. Siempre quedará el interrogante en pie. Además, se sabe que dicho maná no fue extraído de ninguna planta del desierto. Una investigación realizada hace poco tiempo nos indica que ése maná tenia todas las vitaminas necesarias para la subsistencia. Hay quienes se atreven a pensar que era una mezcla de cereal con miel. El enojo manifestado por Dios se debe precisamente al haber rechazado un alimento tan nutritivo y de liviana digestión, al que sólo los nobles del cielo tienen el privilegio de acceder.
V. Hablemos del profeta Ezequiel.
Es indudablemente el hombre más mencionado por los investigadores del fenómeno OVNI. Sin entrar en los detalles bíblicos podemos deducir que lo que se presenta en el capitulo primero de su libro, es una máquina voladora. Su descripción circular, su apariencia de bronce bruñido, el ruido y el torbellino, llevan a interpretar que la experiencia de Ezequiel es poco frecuente y linda con lo fantástico o la ciencia ficción. Pero no. Es un encuentro de persona a persona. De Ezequiel con seres desconocidos y muy extraños. Nosotros hoy sabemos que fue un encuentro con seres espirituales. la pregunta nos inquieta: ¿necesita Dios o los ángeles de un instrumento mecánico para trasladarse?. Nosotros creemos que no. Entonces, ¿quiénes son estos seres que deben utilizar máquinas voladoras cuando van de un lado a otro?. Cada vez más, los indicios nos señalan un camino lleno de enigmas.
VI. Los ángeles.
Son criaturas incorpóreas creadas por Dios para una función específica. A través de las edades se les dio diferente interpretación según se los relacionara con los espíritus del bien o del mal. En casi todas las religiones se los menciona, y, en el caso de la Biblia son mensajeros de Dios, que interceden o hacen de mediadores entre Dios y los hombres. La concepción antigua los designaba corno "varones", "guerreros", (Génesis 32:2), deliberan en la corte de Dios (1 Reyes 22:19-22), y realizan tareas en la tierra (Génesis 18,19). Tomando los libros bíblicos y extrabíblicos, se los clasifica en siete categorías importantes, llegando hasta diez en algunos textos. Su número es por millares, incontables. Son de consistencia ígnea, cuya luminosidad se parece a la del relámpago. En ocasiones adoptan forma humana según Dios lo haya determinado, y lo hacen para una misión especifica. Según el libro de Enoc, hubo ángeles que tuvieron la misión de vigilar o cuidar al hombre en la creación. Son los "centinelas" o "guardianes", pero éstos abandonaron "sus moradas" y se juntaron a las hijas de los hombres.(cf. Gen.6). Lo llamativo de las Escrituras es que se los denomina "varones", "varón de Dios", "hombres', (enós, ish, Gen. 18:2; 1 Samuel 2:27; Josué 5:13; Dan. 10:5; "aner", "andres" en el NT, y otro término usado en los evangelios: "joven de vestiduras blancas"), Por lo tanto hay dificultad en los testigos para discernir si lo que ven es un ángel o un hombre con características especiales. A éstos siempre se los identificó con seres humanos y concuerda con la concepción de la época. El hecho de agregarles alas se debió a una imitación de los "seres divinos paganos que volaban", y esto recrudeció en los dibujos de la época medieval. Dice el diccionario de Teología Bíblica de J.B. Bauer: "se ha imaginado sin duda a los ángeles en forma de hombres, como lo demuestran muchas apariciones angélicas (cf. la denominación "hombres") sin alas". luego, prosigue diciendo: "tienen sus estancias en los distintos espacios del cielo ...llevan por el aire a los hombres a lugares que hasta entonces les eran desconocidos". En cuanto a serafines y querubines, terafines, parecen formar una orden distinta y superior a los ángeles. Son los que están junto a Dios.Los ángeles caídos. No sabemos de donde se ha originado el relato de la rebelión de Satanás y sus ángeles Tampoco Enoc se refiere al origen del mal. Podemos deducir que algunos lo han tomado de Ezequiel capítulo 28, o de Isaías 14, pero no hay en estos pasajes bíblicos una referencia directa a Satanás y su caída. Lo que la Biblia no niega es su existencia. Nos aclara que él es el causante del desastre en nuestro planeta y que todavía está en lucha abierta contra la humanidad. No será redimido por Jesucristo ni tendrá parte en el Reino de Dios. El apóstol San Pablo dice que es la principal batalla que estamos librando, (Efesios capitulo seis). Es capaz de manifestarse como ángel de luz para engañamos,, y su interés mayor es destruir la Iglesia de Jesucristo.P ara lo que deseamos exponer, en nuestro tema, es posible que en estos días esté operando con una táctica especial que es el fenómeno OVNI. Del mismo modo que esté adoptando figuras e imágenes variadas para impresionar a quienes están interesados en la investigación de vida extraterrestre. Pensamos que la tarea del adversario de Dios es tratar de confundir para que no se llegue al conocimiento de la verdad. Así lo hizo al principio de la creación, (Gen. 3). Pero debemos distinguir el caso de la rebelión en el cielo y el caso de Génesis capitulo seis, mencionado por Enoc también, y a quienes se refieren sin dudas el apóstol Pedro y San Judas en su Epístola, hablando de sus prisiones y del castigo que aguarda a estos ángeles "en el día del juicio". El resto de los ángeles rebeldes estarían operando en esa tarea de confusión, como ya hemos mencionado, utilizando medios mecánicos y personales; me referí al fenómeno OVNI y sus tripulantes. Sino, ¿qué explicación tiene que éste fenómeno se manifieste en zonas de pantanos apartados y en horas de la noche, en forma sigilosa y solapada, o secuestrando personas para hacer experimentos en laboratorios ocultos?. ¿Qué podremos decir sobre estos monstruitos de 0,60 m. de estatura, calvos y feos, que andan en arroyos a escondidas y que huyen ante la repentina presencia de un ser de nuestro planeta?.
VII. La redención cósmica en el Apóstol San Pablo.
Sin entrar en la explicación de la doctrina de la redención cristiana hecha por el hijo de Dios, tomemos dos frases del apóstol Pablo mencionada en Colosenses 1:20, al referirse que por medio de ,Jesucristo se logró la reconciliación de las cosas que están en la tierra como las que están en los cielos. La pregunta surge para el intérprete: ¿qué cosas hubo que reconciliar en los cielos?. Hay quienes dicen que se refiere a "cosas inanimadas", por cuanto el Diablo y sus ángeles están excluidos de la redención, y los ángeles leales al Señor no necesitan redención. Entonces, ¿podemos hablar de lo inanimado?. ¿Tiene algún sentido esto?. Otros mencionan que debido al pecado del hombre quedó afectado el cosmos y también el mundo espiritual. En este sentido se aceptarla que cierta parte de los seres celestiales no seguirían haciendo su ministerio de cuidar y de ser intermediarios entre Dios y los hombres. Esta postura angelical se habría arreglado con la muerte de Jesucristo, pagando la deuda humana, y haciendo las paces entre los habitantes del mundo celeste, quienes habrían perdido toda clase de confiabilidad en el hombre. Sin embargo, nada parece ser claro a pesar de extensos párrafos escritos por teólogos que siguen en la duda. A alguien se le ocurrió mencionar que es posible pensar en una tercera categoría de seres que habiten el cosmos (Guess, Everling). Y que a estos seres no habría que comprenderlos ni dentro de los demoniacos ni entre los que quedaron leales a Dios. ¿Quiénes podrían ser estos seres que están en una categoría intermedia?. ¿Podemos encuadrarlos en alguna orden de los ángeles o serían simplemente otras criaturas de Dios que pueblan el universo?. Sea cual fuere la respuesta no hay ninguna duda que San Pablo se está refiriendo a una reconciliación que se logra en la tierra y en todo el universo alcanzando aún a otros seres, angelicales o no, que habitan el cosmos y su relación estaba cortada o interrumpida con el Creador de ese universo. Si presumimos que otros planetas están habitados, hemos de preguntamos si el pecado nuestro les afectó, y si ellos habrían seguido, en parte o en todo, a Satanás, también necesitarían de esta reconciliación. Nosotros tenemos esta presunción. Que hay otros seres semejantes al habitante de la tierra habitando otros mundos, y que la redención que tuvo como escenario al planeta Tierra repercutió en todo el universo, no dejando un solo espacio, ni un solo astro con sus habitantes sin redimirse.
VIII. Un párrafo final.
Con lo expresado anteriormente, comenzando a tener en cuenta las expresiones bíblicas acerca de las constelaciones como el caso de la Osa Mayor "con sus hijos"; la leyenda de Orión que tanto se parece a la rebelión de los ángeles; el uso de una terminología acerca de los seres celestiales, y entre éstos, el caso de los "centinelas" que se juntaron con las "hijas de los hombres"; si aceptáramos que hay una tercera categoría de seres que pueblan el universo y que serían éstos los que se unieron a las mujeres, terminaríamos por querer convencernos de que hay vida extraterrestre además de la existencia de ángeles y demonios.Otra cosa, nos hemos referido al maná y dijimos que los ángeles son seres incorpóreos, por lo tanto no necesitan esta clase de alimento, de manera que los "nobles o poderosos del cielo" que lo ingieren han de ser seguramente otras criaturas de alguna región del cosmos. Y como de algún modo entró el pecado en el mundo, (cosmos), se necesitó de la redención de Cristo para reconciliar también a estos seres cuya posición estaba también distanciada de su Creador. Por lo expuesto, creemos en que hay vida en otras latitudes del universo. Mundos que, en este proceso de redención, serían algunos leales a Dios, y otros habrían aceptado las sugerencias del opositor a Dios. Hay entonces una lucha que se da por el hecho de que el enemigo llamado Satanás (adversario), pretende reclutar tanto a los de la Tierra como a los habitantes de otros planetas para enfrentar a Dios, sus ángeles leales, y todo ser viviente que quiere participar en la redención lograda por Jesucristo. En esta lucha está en juego el Poder y el Gobierno no sólo sobre nuestro Planeta, sino también del universo todo. Las Sagradas Escrituras profetizan el triunfo de Hijo de Dios y la formación de un nuevo orden; cambios en el estilo de vida, y la armonía en la relación de los hombres. Armonía para con Dios, para con los ángeles, y todo otro ser extraterrestre.
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