Conocida popularmente como la Casa Lecardo, la sede del Museo de Historia de Tenerife es uno de los edificios más misteriosos de la isla.
De hecho, la tradición sitúa entre sus paredes la presencia de un fantasma. Se trata del espíritu de Catalina Lecardo, joven descendiente de los moradores originales de la vivienda, erigida en 1593. Al parecer, Catalina fue obligada a casarse con un hombre al que no amaba, traficante de esclavos para más señas. Sin embargo, la noche antes de celebrarse el matrimonio, la joven se suicidó arrojándose al pozo de la casa.
Poco después de aquel trágico final, el espíritu de Catalina comenzó a manifestarse en el edificio durante las noches. Hechos que, según los testimonios de algunos empleados del Museo, siguen repitiéndose en la actualidad.
¿Camina el espectro de Catalina por las dependencias del museo? Al menos eso aseguran los numerosos testigos de lo inexplicable. Se tiene constancia de que los hechos extraordinarios vienen sucediendose desde la muerte de la muchacha, la familia Lercaro tras el incidente se trasladó al municipio de la Orotava, ¿las razones?, para huir de la vergüenza, de los comentarios vecinales o porque no, del alma atormentada de Catalina.
El museo esta situado en la Laguna,en la isla de Tenerife, en el casco antiguo de la ciudad, donde además existe gran diversidad de edificios históricos. La antigüedad de la casa data de finales del siglo XVI, construida inicialmente como residencia de los Lercaro, familia de importantes comerciantes genoveses, aunque posteriormente fueron muy distintos los usos que se le dieron a este inmueble:
Un cuartel, la sede de la facultad de filosofía y letras, una carpintería, etc. Hasta que en los años setenta fue adquirida por el Cabildo insular de Tenerife para ser convertida en el museo que alberga hoy en día. El origen italiano de la familia se hace patente en numerosos elementos del edificio, la fachada, con clara influencia del manierismo genovés y los decorativos frescos del interior de inspiración renacentista.
La riqueza histórica del Palacio Lercaro es exquisita y un sitio al que no se debe faltar cuando se visita la isla para entender la evolución política y social de ésta entre los siglos XV y XX, en su interior podremos encontrar numerosas vitrinas que encierran parte del tesoro patrimonial de la isla para que los más jovenes aprendan y conozcan el legado del pasado. Pero, objetos de gran valor patrimonial no es lo único que encierra el edificio.
Catalina,supuesta hija de Antonio Lercaro, fue obligada a casarse con un hombre mayor que ella, que gozaba de una buena posición y gran riqueza, este matrimonio de conveniencia no fue del agrado de ésta que el mismo día de su boda decidió quitarse la vida arrojándose al pozo que se encuentra en el patio de la casa (actualmente tapiado).
Según la leyenda su cuerpo continua enterrado en una de las estancias del museo, debido a la negación de la iglesia de enterrarla en camposanto.
Esta historia es por muchos conocida, de eso se encargaban las llamadas "noches de miedo", que organizaban un grupo teatral que escenificaban la historia de Catalina y su posterior leyenda.
Eran las once de la mañana y yo había quedado con Bernardo P.L., el más veterano de los empleados del museo, en dicho lugar. El motivo de la cita fue que él deseaba narrarme los acontecimientos que vienen sucediéndose en el lugar desde que tiene uso de razón.
Comenzó relatándome una de sus experiencias mientras colocaba la instalación eléctrica: “Ya nos íbamos, solo faltaba subir unas vigas al piso de arriba, así que las cogí y me las cargué al hombro, el director había cerrado todas las puertas y colocado un tablón para reforzarlas, así q tenía que dejar el material en el suelo y abrir denuevo todas las puertas, mientras lo hacía, muy enfadado y maldiciendo mi suerte, las puertas se abrieron todas a la vez con tanta fuerza que hasta el tablón que las sujetaba salió disparado”
Fue Bernardo quién además nos informó de la historia negra que recae sobre este inmueble.
Es durante esta entrevista, mientras Bernardo nos relataba sus experiencias, cuando en mi grabadora se "cuela" una voz que parece increpar al entrevistado, pronunciando un NO muy grave y prolongado. Esta inclusión fue enviada al investigador Pedro Amorós que nos confirmó la procedencia extraña de dicha voz.
Muchas son las teorías que tratan de explicar el origen de las psicofonías: voces de los difuntos, impregnación psíquica por parte del investigador, ecos del pasado... no lo sabemos. Solo puedo decir donde y en que circunstancias se obtuvo la inclusión: Eran aproximadamente las 11:30 de la mañana, el día estaba despejado,y la temperatura era de unos 20 grados aproximadamente,hago mención al tiempo ya que se han realizado estudios estadisticos sobre el momento más idoneo para la obtención de éstas, decir que cuando el tiempo presenta dichas caracteristicas las inclusiones son más claras y los resultados son más numerosos. La entrevista se realizó a los pies del pozo y nuestra intención no fue nunca la de obtener una psicofonía, ni siquiera lo pensamos.
La parafonía, como denominan algunos investigadores a estas voces, fue registrada con una grabadora que llevaba el micrófono incorporado, por lo tanto se escucha el ruido de arrastre de la cinta que hace que la calidad del sonido no sea la deseada, a pesar de esto, la calidad de la psicofonía es muy buena y la escucha no necesita agudizar demasiado el oido.
Elizabeth M. L.,es la encargada de la recepción, y pasa la mayoría del tiempo atendiendo a los visitantes, pero las vivencias más extrañas que ha experimentado en esta casa, no son precisamente las provocadas por algún visitante insatisfecho sino por "algo" o "alguien" menos palpable... Así nos relataba su experiencia:
"Allí nos encontrábamos un miembro de la seguridad, la señora de la limpieza y yo, los tres nos hallábamos en la planta baja cuando, de repente, oímos un gran estruendo en el piso de arriba, creímos que una de las pesadas vitrinas había caído al suelo, pero para nuestra sorpresa, cuando subimos, todo estaba en perfecto orden".Este hecho no es nuevo y se ha repetido en diferentes ocasiones siendo testigo de ello, N.P.L., miembro de seguridad y diferentes encargados de la administración del museo.
N.P.L. es un hombre curtido y culto, que realiza su labor de seguridad desde hace años, se considera escéptico pero nos confesó que allí ocurren cosas a las que no es posible encontrar explicación. Nos explicó que en ocasiones, mientras realiza su ronda, percibe como la temperatura del lugar sube y baja rápidamente sin que pueda encontrar una razón para que esto suceda.
Hay un tema en que todos los que allí trabajan y muchas de las personas que visitan el lugar coinciden, la estancia que albergaba la antigua cocina, les producen escalofríos y una sensación de incomodidad cuando se encuentran en ella. Las alteraciones electromagnéticas y de temperatura son evidentes en esta habitación, muchos testigos aseguran como al entrar en ella sienten un frío repentino que les recorre todo el cuerpo, al mismo tiempo que notan como todos y cada uno de sus pelos se eriza como si existiera una fuerte carga eléctrica en el lugar.
Bernardo nos habló de una muchacha que trabajaba allí anteriormente,"ésta pasaba tardes enteras hablando con Antonio Lercaro, se dirigía a la cocina donde está su supuesto retrato y pasaba horas y horas hablando con él"
¿Es Catalina la única que se manifiesta en el museo?...
Nuestro siguiente paso fue contactar con Inma-una sensitiva de total confianza y una gran amiga-para que nos acompañase en la investigación, decir que ella no estaba al tanto de la leyenda y tampoco conocía el motivo de nuestro trabajo. En el momento de entrar, Inma se dirigió al granero y nos comentó que en esa estancia sentía mucho dolor y notaba la presencia de tres personas, seguidamente fue a la cocina, en esta habitación se sintió peor, le costaba respirar y tuvimos que irnos porque la tensión era casi inaguantable para ella, ya fuera de la casa, Inma nos comentó que en esa habitación habían torturado a una muchacha, le habían quemado los brazos.
De este hecho no encontramos ningun documento que nos garantizara la realidad de este suceso. Cuando se realizaron las obras de remodelación del edificio, uno de los obreros confesó que durante dichas obras se encontraron los restos de tres personas, enterradas cerca de la entrada principal. El arquitecto negó rotundamente el hecho y quedó olvidado. Pero...
¿Serían estas tres personas las presencias que captaba la sensitiva? Esther G.C. es una de las ordenanzas del museo, una persona serena y sin rasgos de ser alguien que se imagine cosas, los testigos entrevistados no tienen nada que ganar, en todo caso saldrían perdiendo, se exponen a que los llamen locos y demas burradas por parte de los que no se atreven a aceptar que algo pasa, por lo tanto nada me hace pensar que mienten. Ella nos puso al tanto de su vivencia extraña:
"Había dejado un vaso de cristal en una de las mesas del piso de arriba, cuando subí a buscarlo el vaso se encontraba en el otro lado de la habitación hecho añicos, eso era totalmente imposible ya que el vaso nunca pudo haberse caído de la mesa porque ésta tenía un bordillo muy alto"Esther también ha sido testigo como los demás empleados de los pasos invisibles que se escuchan siempre desde la sección VI hasta el lugar donde se encuentra la vitrina que alberga a una imagen de cristo. Un hecho curioso fue el protagonizado por una familia grancanaria, que tan sólo pudo llegar en su visita hasta la sección VI, al alcanzar dicha sección dieron media vuelta y se fueron por donde habían venido, ¿la razón? ellos afirmaron sentir muy "malas vibraciones" en éste lugar.
Pero sin duda los hechos más escalofriantes fueron los sufridos por uno de los miembros de seguridad y el jardinero, respectivamente, que afirmaron ver como una muchacha les observaba desde el granero para posteriormente desaparecer, por supuesto el museo se encontraba cerrado al público cuando ocurrió el suceso. Ambos se dieron de baja poco despues del incidente.
Los golpes, ruidos como si arrastraran muebles, lo que se denominan los raps, continuan sucediéndose en el lugar. Y ¿quien camina desde la sección VI hasta la vitrina del Cristo, con unos pasos lentos, invisibles y sinuosos?, ¿quién se aparece en el granero? No lo sabemos, lo que está claro es que algo raro ocurre, los testigos no mienten, y las explicaciones que tratan de dar, los que dicen que nada ocurre o no aceptan que algo extraño sucede, son insuficientes.
Este edificio no es el único supuestamente encantado de Tenerife, los testimonios son muchos y los hechos extraños se suceden por varios de los inmuebles históricos de la isla. Un ejemplo claro es la casa adyacente al museo que es sede del consejo consultivo, en donde 36 empleados de seguridad se han dado de baja en menos de dos años, acosados por el espectro de dos ancianos que los instan a irse del lugar. El secretismo es evidente y sobre este tema está prohibido hablar.
De hecho, la tradición sitúa entre sus paredes la presencia de un fantasma. Se trata del espíritu de Catalina Lecardo, joven descendiente de los moradores originales de la vivienda, erigida en 1593. Al parecer, Catalina fue obligada a casarse con un hombre al que no amaba, traficante de esclavos para más señas. Sin embargo, la noche antes de celebrarse el matrimonio, la joven se suicidó arrojándose al pozo de la casa.
Poco después de aquel trágico final, el espíritu de Catalina comenzó a manifestarse en el edificio durante las noches. Hechos que, según los testimonios de algunos empleados del Museo, siguen repitiéndose en la actualidad.
¿Camina el espectro de Catalina por las dependencias del museo? Al menos eso aseguran los numerosos testigos de lo inexplicable. Se tiene constancia de que los hechos extraordinarios vienen sucediendose desde la muerte de la muchacha, la familia Lercaro tras el incidente se trasladó al municipio de la Orotava, ¿las razones?, para huir de la vergüenza, de los comentarios vecinales o porque no, del alma atormentada de Catalina.
El museo esta situado en la Laguna,en la isla de Tenerife, en el casco antiguo de la ciudad, donde además existe gran diversidad de edificios históricos. La antigüedad de la casa data de finales del siglo XVI, construida inicialmente como residencia de los Lercaro, familia de importantes comerciantes genoveses, aunque posteriormente fueron muy distintos los usos que se le dieron a este inmueble:
Un cuartel, la sede de la facultad de filosofía y letras, una carpintería, etc. Hasta que en los años setenta fue adquirida por el Cabildo insular de Tenerife para ser convertida en el museo que alberga hoy en día. El origen italiano de la familia se hace patente en numerosos elementos del edificio, la fachada, con clara influencia del manierismo genovés y los decorativos frescos del interior de inspiración renacentista.
La riqueza histórica del Palacio Lercaro es exquisita y un sitio al que no se debe faltar cuando se visita la isla para entender la evolución política y social de ésta entre los siglos XV y XX, en su interior podremos encontrar numerosas vitrinas que encierran parte del tesoro patrimonial de la isla para que los más jovenes aprendan y conozcan el legado del pasado. Pero, objetos de gran valor patrimonial no es lo único que encierra el edificio.
Catalina,supuesta hija de Antonio Lercaro, fue obligada a casarse con un hombre mayor que ella, que gozaba de una buena posición y gran riqueza, este matrimonio de conveniencia no fue del agrado de ésta que el mismo día de su boda decidió quitarse la vida arrojándose al pozo que se encuentra en el patio de la casa (actualmente tapiado).
Según la leyenda su cuerpo continua enterrado en una de las estancias del museo, debido a la negación de la iglesia de enterrarla en camposanto.
Esta historia es por muchos conocida, de eso se encargaban las llamadas "noches de miedo", que organizaban un grupo teatral que escenificaban la historia de Catalina y su posterior leyenda.
Eran las once de la mañana y yo había quedado con Bernardo P.L., el más veterano de los empleados del museo, en dicho lugar. El motivo de la cita fue que él deseaba narrarme los acontecimientos que vienen sucediéndose en el lugar desde que tiene uso de razón.
Comenzó relatándome una de sus experiencias mientras colocaba la instalación eléctrica: “Ya nos íbamos, solo faltaba subir unas vigas al piso de arriba, así que las cogí y me las cargué al hombro, el director había cerrado todas las puertas y colocado un tablón para reforzarlas, así q tenía que dejar el material en el suelo y abrir denuevo todas las puertas, mientras lo hacía, muy enfadado y maldiciendo mi suerte, las puertas se abrieron todas a la vez con tanta fuerza que hasta el tablón que las sujetaba salió disparado”
Fue Bernardo quién además nos informó de la historia negra que recae sobre este inmueble.
Es durante esta entrevista, mientras Bernardo nos relataba sus experiencias, cuando en mi grabadora se "cuela" una voz que parece increpar al entrevistado, pronunciando un NO muy grave y prolongado. Esta inclusión fue enviada al investigador Pedro Amorós que nos confirmó la procedencia extraña de dicha voz.
Muchas son las teorías que tratan de explicar el origen de las psicofonías: voces de los difuntos, impregnación psíquica por parte del investigador, ecos del pasado... no lo sabemos. Solo puedo decir donde y en que circunstancias se obtuvo la inclusión: Eran aproximadamente las 11:30 de la mañana, el día estaba despejado,y la temperatura era de unos 20 grados aproximadamente,hago mención al tiempo ya que se han realizado estudios estadisticos sobre el momento más idoneo para la obtención de éstas, decir que cuando el tiempo presenta dichas caracteristicas las inclusiones son más claras y los resultados son más numerosos. La entrevista se realizó a los pies del pozo y nuestra intención no fue nunca la de obtener una psicofonía, ni siquiera lo pensamos.
La parafonía, como denominan algunos investigadores a estas voces, fue registrada con una grabadora que llevaba el micrófono incorporado, por lo tanto se escucha el ruido de arrastre de la cinta que hace que la calidad del sonido no sea la deseada, a pesar de esto, la calidad de la psicofonía es muy buena y la escucha no necesita agudizar demasiado el oido.
Elizabeth M. L.,es la encargada de la recepción, y pasa la mayoría del tiempo atendiendo a los visitantes, pero las vivencias más extrañas que ha experimentado en esta casa, no son precisamente las provocadas por algún visitante insatisfecho sino por "algo" o "alguien" menos palpable... Así nos relataba su experiencia:
"Allí nos encontrábamos un miembro de la seguridad, la señora de la limpieza y yo, los tres nos hallábamos en la planta baja cuando, de repente, oímos un gran estruendo en el piso de arriba, creímos que una de las pesadas vitrinas había caído al suelo, pero para nuestra sorpresa, cuando subimos, todo estaba en perfecto orden".Este hecho no es nuevo y se ha repetido en diferentes ocasiones siendo testigo de ello, N.P.L., miembro de seguridad y diferentes encargados de la administración del museo.
N.P.L. es un hombre curtido y culto, que realiza su labor de seguridad desde hace años, se considera escéptico pero nos confesó que allí ocurren cosas a las que no es posible encontrar explicación. Nos explicó que en ocasiones, mientras realiza su ronda, percibe como la temperatura del lugar sube y baja rápidamente sin que pueda encontrar una razón para que esto suceda.
Hay un tema en que todos los que allí trabajan y muchas de las personas que visitan el lugar coinciden, la estancia que albergaba la antigua cocina, les producen escalofríos y una sensación de incomodidad cuando se encuentran en ella. Las alteraciones electromagnéticas y de temperatura son evidentes en esta habitación, muchos testigos aseguran como al entrar en ella sienten un frío repentino que les recorre todo el cuerpo, al mismo tiempo que notan como todos y cada uno de sus pelos se eriza como si existiera una fuerte carga eléctrica en el lugar.
Bernardo nos habló de una muchacha que trabajaba allí anteriormente,"ésta pasaba tardes enteras hablando con Antonio Lercaro, se dirigía a la cocina donde está su supuesto retrato y pasaba horas y horas hablando con él"
¿Es Catalina la única que se manifiesta en el museo?...
Nuestro siguiente paso fue contactar con Inma-una sensitiva de total confianza y una gran amiga-para que nos acompañase en la investigación, decir que ella no estaba al tanto de la leyenda y tampoco conocía el motivo de nuestro trabajo. En el momento de entrar, Inma se dirigió al granero y nos comentó que en esa estancia sentía mucho dolor y notaba la presencia de tres personas, seguidamente fue a la cocina, en esta habitación se sintió peor, le costaba respirar y tuvimos que irnos porque la tensión era casi inaguantable para ella, ya fuera de la casa, Inma nos comentó que en esa habitación habían torturado a una muchacha, le habían quemado los brazos.
De este hecho no encontramos ningun documento que nos garantizara la realidad de este suceso. Cuando se realizaron las obras de remodelación del edificio, uno de los obreros confesó que durante dichas obras se encontraron los restos de tres personas, enterradas cerca de la entrada principal. El arquitecto negó rotundamente el hecho y quedó olvidado. Pero...
¿Serían estas tres personas las presencias que captaba la sensitiva? Esther G.C. es una de las ordenanzas del museo, una persona serena y sin rasgos de ser alguien que se imagine cosas, los testigos entrevistados no tienen nada que ganar, en todo caso saldrían perdiendo, se exponen a que los llamen locos y demas burradas por parte de los que no se atreven a aceptar que algo pasa, por lo tanto nada me hace pensar que mienten. Ella nos puso al tanto de su vivencia extraña:
"Había dejado un vaso de cristal en una de las mesas del piso de arriba, cuando subí a buscarlo el vaso se encontraba en el otro lado de la habitación hecho añicos, eso era totalmente imposible ya que el vaso nunca pudo haberse caído de la mesa porque ésta tenía un bordillo muy alto"Esther también ha sido testigo como los demás empleados de los pasos invisibles que se escuchan siempre desde la sección VI hasta el lugar donde se encuentra la vitrina que alberga a una imagen de cristo. Un hecho curioso fue el protagonizado por una familia grancanaria, que tan sólo pudo llegar en su visita hasta la sección VI, al alcanzar dicha sección dieron media vuelta y se fueron por donde habían venido, ¿la razón? ellos afirmaron sentir muy "malas vibraciones" en éste lugar.
Pero sin duda los hechos más escalofriantes fueron los sufridos por uno de los miembros de seguridad y el jardinero, respectivamente, que afirmaron ver como una muchacha les observaba desde el granero para posteriormente desaparecer, por supuesto el museo se encontraba cerrado al público cuando ocurrió el suceso. Ambos se dieron de baja poco despues del incidente.
Los golpes, ruidos como si arrastraran muebles, lo que se denominan los raps, continuan sucediéndose en el lugar. Y ¿quien camina desde la sección VI hasta la vitrina del Cristo, con unos pasos lentos, invisibles y sinuosos?, ¿quién se aparece en el granero? No lo sabemos, lo que está claro es que algo raro ocurre, los testigos no mienten, y las explicaciones que tratan de dar, los que dicen que nada ocurre o no aceptan que algo extraño sucede, son insuficientes.
Este edificio no es el único supuestamente encantado de Tenerife, los testimonios son muchos y los hechos extraños se suceden por varios de los inmuebles históricos de la isla. Un ejemplo claro es la casa adyacente al museo que es sede del consejo consultivo, en donde 36 empleados de seguridad se han dado de baja en menos de dos años, acosados por el espectro de dos ancianos que los instan a irse del lugar. El secretismo es evidente y sobre este tema está prohibido hablar.
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