Las observaciones de Ovnis pueden tomarse en serió si satisfacen dos criterios: que sus testigos sean fidedignos y que sean confirmadas por testimonios independientes.
Sin embargo, aquí presentamos un informe que presenta unos cuantos cabos sueltos, aunque fue hecho por un policía de carreteras responsable y llega apoyado por algunas de las mejores fotos de Ovnis que se hayan tomado.., si es que son auténticas.
Una de las series de fotografías más impresionantes de un supuesto Ovni es la que tomó el señor Rex Heflin a las 12.38 (hora de verano) del 3 de agosto de 1965, en la carretera de Myford, cerca de la autopista de Santa Ana, en las afueras de Los Ángeles, California (EUA). Heflin, que era agente de policía desde hacía cuatro años, trabajaba en el Departamento de Tráfico del condado de Orange en el momento en que tomó las fotos.
En su informe Heflin declaró que alrededor de las 11.30 de la mañana del 3 de agosto, su camión estaba estacionado mirando al nor-noreste a un lado de la carretera de Myford, a la vista del empalme con la autopista de Santa Ana. Intentaba ponerse en contacto por radio con el supervisor de mantenimiento de carreteras, para informar que las ramas de un árbol obstruían la visión de una señal de cruce ferroviario, cuando de pronto la radio del camión dejó de funcionar.
Inmediatamente vio lo que al principio creyó un avión, que se acercaba desde la izquierda (nor-noroeste); pero unos instantes después se dio cuenta de que era un disco con una cúpula.
Tomó su cámara Polaroid modelo 101, que formaba parte del equipo de los policías de tráfico del condado de Orange, y tomó la primera fotografía, a través del parabrisas del camión. Heflin dijo que el objeto se movía lentamente, trazando un arco sobre la carretera. Tomó la segunda foto, también a través del propio parabrisas. Tomó la tercera justo antes de que el Ovni, que se había "estremecido" una o dos veces, se elevara y acelerara, trazando un amplio arco más allá de la autopista, dirigiéndose hacia el noroeste. Cuando se le preguntó si la parte inferior del Ovni parecía tener marcas, aberturas o rastros de equipo de aterrizaje, Heflin replicó:
¡No! Lo único que vi en la parte inferior de la nave fue un rayo de luz blanca que surgía del centro y trazaba un círculo que llegaba al borde exterior de la nave. El movimiento era algo parecido al barrido del rayo de la pantalla del radar.
Súbitamente, la nave desapareció, dejando en el aire un anillo de humo o vapor. Heflin dijo que avanzó con el camión por la carretera, se bajó y lo fotografió antes de que desapareciera.
El testigo volvió a su camión y descubrió que la radio volvía a funcionar. Esa misma tarde, al acabar su turno, volvió a la oficina y enseñó a sus colegas las fotos. El informe Condon comenta que, en los primeros días después de la observación, Heflin permitió a muchos de sus amigos que hicieran copias de las fotos: "El tiempo iba pasando. y aparentemente se iban haciendo más copias de las fotos, para los amigos de los amigos, hasta que toda Santa Ana quedó saturada de fotos del Ovni".
Uno de estos amigos de Heflin, después de pedirle autorización, envió copias a la revista Life. Según el informe de la comisión Condon, fueron rechazadas por "ser demasiado discutibles", aunque eran "las mejores que ha visto Life hasta ahora".
El periódico local, el Santa Ana Register, se enteró de la observación de Heflin; lo localizó y le pidió que le enseñara las fotografías. Estas provocaron mucho interés y se hicieron ampliaciones, que se "recortaron" para su publicación; la primera fotografía apareció en un articulo del Santa Ana Register el 20 de septiembre de 1965.
Ni que decir tiene que a Rex Heflin le pidieron copias de sus fotografías numerosos grupos de interesados e investigadores; lo curioso es que no pudo proporcionar las copias originales. Afirmaba que los negativos que había utilizado el Register se habían sacado de las fotos Polaroid originales, y que él estaba presente cuando se hicieron las ampliaciones, pero el periódico insistió en que sus fotos se habían tomado de copias de Polaroid.
A partir de aquel momento un nuevo misterio envolvió el asunto, ya que Heflin afirmó haber entregado las fotos originales a un hombre con credenciales que había declarado ser miembro del Departamento de Defensa Aérea norteamericano (NORAD). Desgraciadamente, Heflin no solicitó un recibo por sus fotografías, y afirma que no llegaran a devolvérselas nunca.
Unos meses después, la NORAD negó haber intervenido en el incidente y, según el Orlando Sentinel, periódico de Florida, el coronel George P. Freeman, portavoz del Pentágono para el proyecto Blue Book, afirmó que otros hombres misteriosos habían entrevistado y silenciado a testigos de Ovnis de otros Estados por procedimientos similares, afirmando que pertenecían a la NORAD o a otros organismos del gobierno.
Un ambiente de confusión y especulación rodeaba a las fotos de Heflin. Pero en abril de 1969 se arrojó nueva luz sobre el tema cuando el ingeniero aeroespacial John R. Gray, que había participado en el programa espacial Apolo, publicó en la Flying Saucer Review un estudio que apoyaba considerablemente las afirmaciones de Heflin.
Trabajando con una ampliación sin recortar de la primera foto (que mostraba, en la carretera, la sombra del poste de telégrafos a 8 metros de la cámara) calculó la elevación y el acimut del sol en el momento de la observación: 72° 46' y 162° 51', respectivamente. Usando estas cifras, pudo demostrar que la observación había tenido lugar a las 12:38, hora de verano; Heflin, que no llevaba reloj, había calculado que eran las 11:30, lo cual se ajustaba bastante a la hora solar. El señor Gray también señaló que, como el supuesto Ovni no arrojaba sombra sobre la carretera, su diámetro tenía que ser forzosamente inferior a 27 cm o superior a 1,8 m.
Esta afirmación se basaba en cálculos acerca de la posible altitud del objeto y su distancia de la cámara. Por ejemplo, si el diámetro del objeto hubiese sido de 1,80 m, su distancia de la cámara hubiese sido de 43,6 m. En comparación, la tubería vertical blanca de riego que se ve en la parte izquierda de la carretera estaba a 75 metros de la cámara.
El señor Gray descubrió que, si el objeto hubiera tenido 1,80 m de ancho, su altura habría sido de 8,7 m. A esa altura, la sombra del objeto en la carretera hubiese resultado visible en la foto. El mismo Heflin había calculado que el diámetro del objeto era de unos 9 m; si fuera así, el señor Gray estimó la distancia horizontal de la cámara al supuesto Ovni en 220 m y su altura en 40 m. Estas cifras se aproximaban bastante a las declaraciones de Heflin, quien calculó que el objeto estaba a 800 m y volaba a una altura de 45 m.
Aunque mucha gente cree que las fotos de Heflin son auténticas, otros opinan que todo es una falsificación, debido a las inconsistencias que presenta la historia; es una lástima -algunos lo consideran sospechoso- que las fotos originales no se hayan conservado. Sin embargo, no hay que olvidar que la actitud del gobierno estadounidense -y de las organizaciones con él relacionados- respecto al tema Ovni no siempre ha sido clara. Las afirmaciones de Heflin en cuanto a la intervención de la NORAD, corroboradas en cierto modo por las declaraciones del coronel Freeman, podrían ser ciertas.
Por su parte, la organización norteamericana Ground Saucer Watch analizó las fotos de Heflin con técnicas de computadora y llegó a la conclusión de que probablemente son falsas. Pero, para ser justos, hay que decir que este organismo se ha equivocado otras veces.
El incidente fue asimismo investigado por el doctor W. Hartmann, miembro de la Comisión Condon, encargada de elaborar un estudio de estos hechos. El citado investigador llegó a la conclusión de que el caso tenía poco valor probatorio; las fotografías no contenían datos físicos o geométricos que permitan una de terminación de la distancia o del tamaño, independientemente de las declaraciones del testigo. El doctor Hartmann también comentó que Heflin había podido preparar las primeras fotografías con una falsa maqueta: sujetando una vara al techo del camión, y haciendo colgar de ella una maqueta por medio de un cordel suficientemente fino, hubieran podido tomarse fotos idénticas.
Aunque, como él mismo dijo, esto no prueba que las fotos de Heflin sean falsificaciones, ciertamente disminuye su valor como pruebas de la existencia de Ovnis.
Sin embargo, aquí presentamos un informe que presenta unos cuantos cabos sueltos, aunque fue hecho por un policía de carreteras responsable y llega apoyado por algunas de las mejores fotos de Ovnis que se hayan tomado.., si es que son auténticas.
Una de las series de fotografías más impresionantes de un supuesto Ovni es la que tomó el señor Rex Heflin a las 12.38 (hora de verano) del 3 de agosto de 1965, en la carretera de Myford, cerca de la autopista de Santa Ana, en las afueras de Los Ángeles, California (EUA). Heflin, que era agente de policía desde hacía cuatro años, trabajaba en el Departamento de Tráfico del condado de Orange en el momento en que tomó las fotos.
En su informe Heflin declaró que alrededor de las 11.30 de la mañana del 3 de agosto, su camión estaba estacionado mirando al nor-noreste a un lado de la carretera de Myford, a la vista del empalme con la autopista de Santa Ana. Intentaba ponerse en contacto por radio con el supervisor de mantenimiento de carreteras, para informar que las ramas de un árbol obstruían la visión de una señal de cruce ferroviario, cuando de pronto la radio del camión dejó de funcionar.
Inmediatamente vio lo que al principio creyó un avión, que se acercaba desde la izquierda (nor-noroeste); pero unos instantes después se dio cuenta de que era un disco con una cúpula.
Tomó su cámara Polaroid modelo 101, que formaba parte del equipo de los policías de tráfico del condado de Orange, y tomó la primera fotografía, a través del parabrisas del camión. Heflin dijo que el objeto se movía lentamente, trazando un arco sobre la carretera. Tomó la segunda foto, también a través del propio parabrisas. Tomó la tercera justo antes de que el Ovni, que se había "estremecido" una o dos veces, se elevara y acelerara, trazando un amplio arco más allá de la autopista, dirigiéndose hacia el noroeste. Cuando se le preguntó si la parte inferior del Ovni parecía tener marcas, aberturas o rastros de equipo de aterrizaje, Heflin replicó:
¡No! Lo único que vi en la parte inferior de la nave fue un rayo de luz blanca que surgía del centro y trazaba un círculo que llegaba al borde exterior de la nave. El movimiento era algo parecido al barrido del rayo de la pantalla del radar.
Súbitamente, la nave desapareció, dejando en el aire un anillo de humo o vapor. Heflin dijo que avanzó con el camión por la carretera, se bajó y lo fotografió antes de que desapareciera.
El testigo volvió a su camión y descubrió que la radio volvía a funcionar. Esa misma tarde, al acabar su turno, volvió a la oficina y enseñó a sus colegas las fotos. El informe Condon comenta que, en los primeros días después de la observación, Heflin permitió a muchos de sus amigos que hicieran copias de las fotos: "El tiempo iba pasando. y aparentemente se iban haciendo más copias de las fotos, para los amigos de los amigos, hasta que toda Santa Ana quedó saturada de fotos del Ovni".
Uno de estos amigos de Heflin, después de pedirle autorización, envió copias a la revista Life. Según el informe de la comisión Condon, fueron rechazadas por "ser demasiado discutibles", aunque eran "las mejores que ha visto Life hasta ahora".
El periódico local, el Santa Ana Register, se enteró de la observación de Heflin; lo localizó y le pidió que le enseñara las fotografías. Estas provocaron mucho interés y se hicieron ampliaciones, que se "recortaron" para su publicación; la primera fotografía apareció en un articulo del Santa Ana Register el 20 de septiembre de 1965.
Ni que decir tiene que a Rex Heflin le pidieron copias de sus fotografías numerosos grupos de interesados e investigadores; lo curioso es que no pudo proporcionar las copias originales. Afirmaba que los negativos que había utilizado el Register se habían sacado de las fotos Polaroid originales, y que él estaba presente cuando se hicieron las ampliaciones, pero el periódico insistió en que sus fotos se habían tomado de copias de Polaroid.
A partir de aquel momento un nuevo misterio envolvió el asunto, ya que Heflin afirmó haber entregado las fotos originales a un hombre con credenciales que había declarado ser miembro del Departamento de Defensa Aérea norteamericano (NORAD). Desgraciadamente, Heflin no solicitó un recibo por sus fotografías, y afirma que no llegaran a devolvérselas nunca.
Unos meses después, la NORAD negó haber intervenido en el incidente y, según el Orlando Sentinel, periódico de Florida, el coronel George P. Freeman, portavoz del Pentágono para el proyecto Blue Book, afirmó que otros hombres misteriosos habían entrevistado y silenciado a testigos de Ovnis de otros Estados por procedimientos similares, afirmando que pertenecían a la NORAD o a otros organismos del gobierno.
Un ambiente de confusión y especulación rodeaba a las fotos de Heflin. Pero en abril de 1969 se arrojó nueva luz sobre el tema cuando el ingeniero aeroespacial John R. Gray, que había participado en el programa espacial Apolo, publicó en la Flying Saucer Review un estudio que apoyaba considerablemente las afirmaciones de Heflin.
Trabajando con una ampliación sin recortar de la primera foto (que mostraba, en la carretera, la sombra del poste de telégrafos a 8 metros de la cámara) calculó la elevación y el acimut del sol en el momento de la observación: 72° 46' y 162° 51', respectivamente. Usando estas cifras, pudo demostrar que la observación había tenido lugar a las 12:38, hora de verano; Heflin, que no llevaba reloj, había calculado que eran las 11:30, lo cual se ajustaba bastante a la hora solar. El señor Gray también señaló que, como el supuesto Ovni no arrojaba sombra sobre la carretera, su diámetro tenía que ser forzosamente inferior a 27 cm o superior a 1,8 m.
Esta afirmación se basaba en cálculos acerca de la posible altitud del objeto y su distancia de la cámara. Por ejemplo, si el diámetro del objeto hubiese sido de 1,80 m, su distancia de la cámara hubiese sido de 43,6 m. En comparación, la tubería vertical blanca de riego que se ve en la parte izquierda de la carretera estaba a 75 metros de la cámara.
El señor Gray descubrió que, si el objeto hubiera tenido 1,80 m de ancho, su altura habría sido de 8,7 m. A esa altura, la sombra del objeto en la carretera hubiese resultado visible en la foto. El mismo Heflin había calculado que el diámetro del objeto era de unos 9 m; si fuera así, el señor Gray estimó la distancia horizontal de la cámara al supuesto Ovni en 220 m y su altura en 40 m. Estas cifras se aproximaban bastante a las declaraciones de Heflin, quien calculó que el objeto estaba a 800 m y volaba a una altura de 45 m.
Aunque mucha gente cree que las fotos de Heflin son auténticas, otros opinan que todo es una falsificación, debido a las inconsistencias que presenta la historia; es una lástima -algunos lo consideran sospechoso- que las fotos originales no se hayan conservado. Sin embargo, no hay que olvidar que la actitud del gobierno estadounidense -y de las organizaciones con él relacionados- respecto al tema Ovni no siempre ha sido clara. Las afirmaciones de Heflin en cuanto a la intervención de la NORAD, corroboradas en cierto modo por las declaraciones del coronel Freeman, podrían ser ciertas.
Por su parte, la organización norteamericana Ground Saucer Watch analizó las fotos de Heflin con técnicas de computadora y llegó a la conclusión de que probablemente son falsas. Pero, para ser justos, hay que decir que este organismo se ha equivocado otras veces.
El incidente fue asimismo investigado por el doctor W. Hartmann, miembro de la Comisión Condon, encargada de elaborar un estudio de estos hechos. El citado investigador llegó a la conclusión de que el caso tenía poco valor probatorio; las fotografías no contenían datos físicos o geométricos que permitan una de terminación de la distancia o del tamaño, independientemente de las declaraciones del testigo. El doctor Hartmann también comentó que Heflin había podido preparar las primeras fotografías con una falsa maqueta: sujetando una vara al techo del camión, y haciendo colgar de ella una maqueta por medio de un cordel suficientemente fino, hubieran podido tomarse fotos idénticas.
Aunque, como él mismo dijo, esto no prueba que las fotos de Heflin sean falsificaciones, ciertamente disminuye su valor como pruebas de la existencia de Ovnis.
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