San Patricio, patrón de Irlanda, fue el fundador de la primera iglesia católica en Irlanda, por lo que incitó a los celtas, paganos, a que se evangelizaran. Igualmente, los milagros se sucedieron por toda la nación, ganando muchos creyentes y evangelizadores.
Los druidas, que adoraban a los dioses celtas, se alarmaron y decidieron tomar represarías contra los traidores de la región. Para ello, convocaron a los duendes (sus ayudantes y/o sirvientes), seres mágicos que habitan en los bosques -los Leprechauns (“zapatero de un sólo zapato”) y los Pixies- y les ordenaron a que cometieran travesuras en la recién estrenada iglesia.
Su mal humor y aspecto, junto con sus continuas bromas a los feligreses, interrumpían las ceremonias e impedían las oraciones. Además, los Pixies, que son una “mezcla” entre los Leprechauns y las hadas, creaban ilusiones ópticas, generando, en la mayoría de los casos, caos en el recinto sagrado. Pronto llegaron las quejas a los oídos de San Patricio, quién tomó cartas en el asunto.
Hizo frente a los alocados duendes diciéndoles lo siguiente: “En nombre de Dios Todopoderoso, yo los expulso espíritus impuros“. Éstos, asustados, huyeron de la Iglesia, convirtiéndose en unos desterrados. Nunca más pudieron volver a pisar un templo cristiano, además de no poder ver la imagen del santo.
Muchos irlandeses, hoy en día, colocan una imagen de San Patricio en sus casas para evitar que los duendes se cuelen en ellas. Igualmente, se utiliza la imagen de éste para bendecir lugares en los que se supone que influencia de los duendes, a modo de exorcismo. Asimismo se le atribuye la proeza de haber librado la Isla de una plaga de serpientes; también otorgó un misticismo al trébol de tres hojas al utilizarlo como ejemplo para describir qué es la Santa Trinidad.
Por otra parte, la festividad de San Patricio se celebra todos los 17 de marzo, a nivel mundial -en Nueva York se hacen desfiles en la Quinta Avenida-, aunque en Irlanda es su fiesta más importante, y tanto cristianos como no cristianos festejan este día vistiendo de verde y degustando comida típica irlandesa.
Aunque éste no era nativo de la Isla, su influencia y obras perduraron en la memoria histórica, ya que consiguió unir a muchos irlandeses que se encontraban separados por el poder de los clanes de druidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en nuestro blog...