Cuenta la leyenda que las Peñas de nuestro querido Jilotepec era en la antigüedad un pueblo al que los dioses habían dotado de toda clase de privilegios, mucha agua, comida, trabajo y diversiones, sin embargo la gente vivía tan plenamente que comenzó a abusar de la naturaleza, y a cometer toda clase de excesos y desvaríos tal como las antiguas ciudades de Sodoma y Gomorra, por lo que los dioses quisieron darle un castigo para que las generaciones futuras aprendieran a valorar lo que la naturaleza y la vida nos da. Así que decidieron encantar la ciudad convirtiéndolos en piedra.
Tiempo después el pueblo que se ubica en las faldas de esos cerros, decidió hacer el rito que contaban los ancianos según el cual, de seguirse al pie de la letra, desencantaría al antiguo pueblo de las Peñas. Así que se reunieron todos en torno a la fuente que todavía se puede ver y ahí tomó la palabra el más viejo de los habitantes diciendo- “Estamos aquí reunidos para pedir su ayuda y desencantar el antiguo pueblo de las Peñas, díganos por favor ¿Qué debemos hacer?
De pronto se apareció una mujer hermosísima que nunca antes nadie había visto, al tiempo que una voz como de ultratumba les decía:
"El más puro y honesto del pueblo debe llevar en sus espaldas a esta mujer hasta la capilla de su pueblo, pero nunca, por nada del mundo debe voltear a verla, por más curiosidad, o invitaciones que reciba de ella, no deberá voltear ni mucho menos mirarla”
De pronto un joven, al que todos en el pueblo apreciaban dijo: “Yo la llevaré, yo puedo hacer ese encargo y tendré cuidado en cumplir mi misión”
Así que el joven entusiasmado también por la belleza de la mujer la tomó sobre sus espaldas y comenzó a caminar por el camino hacia la capilla del pueblo. Sin embargo, conforme avanzaba, la carga empezó a hacerse más pesada. Cada vez que daba un nuevo paso parecía que aumentaba el peso de la mujer y su misión parecía complicarse a cada momento. Seguía, aunque a cada momento sus piernas le respondían menos. Muerto de curiosidad por saber qué era lo que tanto le pesaba volteó hacia la mujer olvidando lo que le habían dicho los dioses y se dio cuenta que su pesada carga era una enorme serpiente que conforme avanzaba crecía y crecía por eso el peso aumentaba cada vez más. Justo en el momento en el que el joven cruzo su mirada con la serpiente, todos los que habían subido a ver el momento en que se desencantaría el pueblito de las peñas quedaron convertidos en piedra, incluyendo a la serpiente y a su cargador.
Las Peñas
Cuentan las personas que viven en el pueblo de Dexcani, que cada 3 de mayo las peñas durante la noche recobran vida y que se alcanzan a escuchar los gritos de los niños jugando, el agua que cae en la fuente y las voces de las personas que vivieron ahí.
La comunidad de Dexcaní Alto se encuentra en una pequeña cadena montañosa al sureste de Jilotepec, con la mayor reserva de bosques de encinas en el Estado de México.
Árboles y Peñas de formas singulares conforman un lugar de armonía para la meditación. Al caminar por cuestas y bajadas, se siente la energía de este místico lugar donde los árboles y arbustos todo el año permanecen verdes alegrando el paisaje.
Este lugar es propicio para escalar más de 40 rutas de adrenalina pura y es visitada por expertos de México y otros Países, así como para la práctica de bicicleta de montaña y caminatas que paso a paso van acelerando el ritmo cardiaco.
Algunas de las actividades a realizar en Las Peñas son montar a caballo y respirar la pureza del aire, así como rentar cabañas o campamentos con asadores.
En los meses de lluvias los riachuelos abundan nutriendo la flora y en consecuencia beneficiando a su fauna. Además, en la cúspides de las peñas anidan aves de muchas variedades como águilas.
Tiempo después el pueblo que se ubica en las faldas de esos cerros, decidió hacer el rito que contaban los ancianos según el cual, de seguirse al pie de la letra, desencantaría al antiguo pueblo de las Peñas. Así que se reunieron todos en torno a la fuente que todavía se puede ver y ahí tomó la palabra el más viejo de los habitantes diciendo- “Estamos aquí reunidos para pedir su ayuda y desencantar el antiguo pueblo de las Peñas, díganos por favor ¿Qué debemos hacer?
De pronto se apareció una mujer hermosísima que nunca antes nadie había visto, al tiempo que una voz como de ultratumba les decía:
"El más puro y honesto del pueblo debe llevar en sus espaldas a esta mujer hasta la capilla de su pueblo, pero nunca, por nada del mundo debe voltear a verla, por más curiosidad, o invitaciones que reciba de ella, no deberá voltear ni mucho menos mirarla”
De pronto un joven, al que todos en el pueblo apreciaban dijo: “Yo la llevaré, yo puedo hacer ese encargo y tendré cuidado en cumplir mi misión”
Así que el joven entusiasmado también por la belleza de la mujer la tomó sobre sus espaldas y comenzó a caminar por el camino hacia la capilla del pueblo. Sin embargo, conforme avanzaba, la carga empezó a hacerse más pesada. Cada vez que daba un nuevo paso parecía que aumentaba el peso de la mujer y su misión parecía complicarse a cada momento. Seguía, aunque a cada momento sus piernas le respondían menos. Muerto de curiosidad por saber qué era lo que tanto le pesaba volteó hacia la mujer olvidando lo que le habían dicho los dioses y se dio cuenta que su pesada carga era una enorme serpiente que conforme avanzaba crecía y crecía por eso el peso aumentaba cada vez más. Justo en el momento en el que el joven cruzo su mirada con la serpiente, todos los que habían subido a ver el momento en que se desencantaría el pueblito de las peñas quedaron convertidos en piedra, incluyendo a la serpiente y a su cargador.
Las Peñas
Cuentan las personas que viven en el pueblo de Dexcani, que cada 3 de mayo las peñas durante la noche recobran vida y que se alcanzan a escuchar los gritos de los niños jugando, el agua que cae en la fuente y las voces de las personas que vivieron ahí.
La comunidad de Dexcaní Alto se encuentra en una pequeña cadena montañosa al sureste de Jilotepec, con la mayor reserva de bosques de encinas en el Estado de México.
Árboles y Peñas de formas singulares conforman un lugar de armonía para la meditación. Al caminar por cuestas y bajadas, se siente la energía de este místico lugar donde los árboles y arbustos todo el año permanecen verdes alegrando el paisaje.
Este lugar es propicio para escalar más de 40 rutas de adrenalina pura y es visitada por expertos de México y otros Países, así como para la práctica de bicicleta de montaña y caminatas que paso a paso van acelerando el ritmo cardiaco.
Algunas de las actividades a realizar en Las Peñas son montar a caballo y respirar la pureza del aire, así como rentar cabañas o campamentos con asadores.
En los meses de lluvias los riachuelos abundan nutriendo la flora y en consecuencia beneficiando a su fauna. Además, en la cúspides de las peñas anidan aves de muchas variedades como águilas.
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