El lobizon es el lobo-hombre en Argentina. El origen de la leyenda es las leyendas de werewolves de Alemania. Los inmigrantes trajeron las leyendas de sus países. Las leyendas se mezclaron con las de los Indios y forma una leyenda nueva.
El séptimo hijo varón en un familia, cuando llegara a la adolescencia se transforma en un lobizon. Es necesario que la familia no tenga hijas.
El mito le atribuye solo dos noches para transformarse martes y viernes. Para cumplir con este proceso se revuelca en algún elemento desintegrado. Por ejemplo arena, ceniza o la suciedad de un animal.
Recupera la forma humana durante el día.
Su muerte solo se garantiza con una balas de plata.
Para romper la maldición; es necesario bautizar el niño en siete iglesias diferentes, bautizado con el nombre Benito, y el mayor hermano es su padrino. En 1907, mucho parientes mataron o abandonaron sus séptimos hijos por miedo de la leyenda. En 1973 Presidente Perón decretó el decreto 848. mediante el cual el 7mo hijo era becado para todos sus estudios, incluido colegio o universidad y el presidente es su padrino.
Esta es parte del mito, pero de donde surge esto existe una enfermedad patológica llamada licantropía. El que sufre esta enfermedad está plenamente convencido de que es un animal salvaje. Suele andar a cuatro patas, desea devorar carne cruda y aúlla como un lobo. Es, pues, posible que muchas de las historias especificas sobre el hombre-lobo sean casos de verdadera licantropía, que era bastante común en los siglos XVI y XVII. Por ejemplo el caso de Jean Grenier, un enfermo mental que confeso muy orgulloso haber dado muerte a muchas jovencitas y luego haberlas devorado, por lo cual fue juzgado y condenado rápidamente, ya que los tribunales lo creyeron a pies juntillas. Seguramente no era cierto ya que esta dolencia de licantropía da al que la sufre la alucinación de que se ha metamorfoseado de veras, y que sus dientes y garras han crecido.El folklore de la mayoría de las naciones ofrece muchas y variadas historias de hombres-lobo. También nos relatan de qué manera un hombre lograba en convertirse en lobo y pactar con el diablo. Algunos procedimientos son semimágicos y no implican ningún diabolismo directo.Según las creencias populares de Italia cualquiera concebido en luna llena se convertía en hombre-lobo, sin más ceremonias. Lo mismo le ocurría a quien durmiera a la intemperie en un viernes bajo la luna. En los Balcanes sólo hay que comerse cierta flor y, según el folklore, sólo con comer cerebro de lobo ya es suficiente, se hagan tales cosas con intención o sin intención de ser lobo.Por el simple hecho de hacerlas se sufría la metamorfosis. Pero si alguno tenia verdadero interés de ser hombre-lobo en España no sé tenia que fiar de cosas tan sencillas y tenía que acudir al “Usan Lupus” un escrito de la época de los Aquelarres, el describe unas ceremonias muy complicadas, y ritos muy especiales. Uno de los que describe es una clara ceremonia de magia negra. El aspirante a lobo debe ir a un bosque solitario o a la cima de una montaña durante la noche de luna llena. A la media noche debe trazar un circulo mágico en el interior del cual se encenderá una hoguera y en ella pondrá a hervir un caldero conteniendo ingredientes tales como cicuta, opia, adormidera y perejil. Entonces se pronuncia un conjuro con versos invocando al demonio para que le mande la gran sombra gris, que hace temblar a los hombres. Luego se quita la ropa y se unta con el ingrediente preparado y se pone un cinto de piel de lobo. A continuación se arrodillará y esperará y si lo ha hecho todo bien vendrá el demonio y le concederá el poder de transformarse.Son muchas las historias de hombres-lobos, y sus actividades durante la noche son aterradoras en todas las historias del folklore. La más escalofriante, sin duda es la de la Alemania del XVI: el caso de Peter Stubb, un supuesto hombre-lobo. Asesino a muchas personas que le habían ofendido, pero no se las comió porque eran adultas. En especial violaba, mataba y devoraba a muchachas y niñas de tierna edad. Se dice que tuvo un hijo de su propia hija y que se lo comió después de asesinarlo.Dicen que, perseguido en su forma animal por muchos hombres y perros, Stubb trató de desorientar a sus perseguidores quitándose el cinto y recuperando su forma humana. No le valió para nada ya que sus perseguidores sospecharon que era eso lo que había ocurrido y lo llevaron bajo su forma humana a los magistrados que lo declararon culpable. Lo torturaron de forma horrible y lo ejecutaron; su cabeza fue empalada a las puertas de la ciudad de Bedbug.Se ve que algunas veces atrapar a un hombre-lobo era lo más sencillo. Pero el folklore dice como defenderse del hombre-lobo. El centeno, el muerdago, la ceniza, son una buena protección. El hombre lobo sólo puede ser matado con una bala de plata que este bendita, según las leyendas. El hombre-lobo según los relatos se cura de su licantropía si cuando tiene forma de lobo alguien lo llama por su nombre de humano.
El séptimo hijo varón en un familia, cuando llegara a la adolescencia se transforma en un lobizon. Es necesario que la familia no tenga hijas.
El mito le atribuye solo dos noches para transformarse martes y viernes. Para cumplir con este proceso se revuelca en algún elemento desintegrado. Por ejemplo arena, ceniza o la suciedad de un animal.
Recupera la forma humana durante el día.
Su muerte solo se garantiza con una balas de plata.
Para romper la maldición; es necesario bautizar el niño en siete iglesias diferentes, bautizado con el nombre Benito, y el mayor hermano es su padrino. En 1907, mucho parientes mataron o abandonaron sus séptimos hijos por miedo de la leyenda. En 1973 Presidente Perón decretó el decreto 848. mediante el cual el 7mo hijo era becado para todos sus estudios, incluido colegio o universidad y el presidente es su padrino.
Esta es parte del mito, pero de donde surge esto existe una enfermedad patológica llamada licantropía. El que sufre esta enfermedad está plenamente convencido de que es un animal salvaje. Suele andar a cuatro patas, desea devorar carne cruda y aúlla como un lobo. Es, pues, posible que muchas de las historias especificas sobre el hombre-lobo sean casos de verdadera licantropía, que era bastante común en los siglos XVI y XVII. Por ejemplo el caso de Jean Grenier, un enfermo mental que confeso muy orgulloso haber dado muerte a muchas jovencitas y luego haberlas devorado, por lo cual fue juzgado y condenado rápidamente, ya que los tribunales lo creyeron a pies juntillas. Seguramente no era cierto ya que esta dolencia de licantropía da al que la sufre la alucinación de que se ha metamorfoseado de veras, y que sus dientes y garras han crecido.El folklore de la mayoría de las naciones ofrece muchas y variadas historias de hombres-lobo. También nos relatan de qué manera un hombre lograba en convertirse en lobo y pactar con el diablo. Algunos procedimientos son semimágicos y no implican ningún diabolismo directo.Según las creencias populares de Italia cualquiera concebido en luna llena se convertía en hombre-lobo, sin más ceremonias. Lo mismo le ocurría a quien durmiera a la intemperie en un viernes bajo la luna. En los Balcanes sólo hay que comerse cierta flor y, según el folklore, sólo con comer cerebro de lobo ya es suficiente, se hagan tales cosas con intención o sin intención de ser lobo.Por el simple hecho de hacerlas se sufría la metamorfosis. Pero si alguno tenia verdadero interés de ser hombre-lobo en España no sé tenia que fiar de cosas tan sencillas y tenía que acudir al “Usan Lupus” un escrito de la época de los Aquelarres, el describe unas ceremonias muy complicadas, y ritos muy especiales. Uno de los que describe es una clara ceremonia de magia negra. El aspirante a lobo debe ir a un bosque solitario o a la cima de una montaña durante la noche de luna llena. A la media noche debe trazar un circulo mágico en el interior del cual se encenderá una hoguera y en ella pondrá a hervir un caldero conteniendo ingredientes tales como cicuta, opia, adormidera y perejil. Entonces se pronuncia un conjuro con versos invocando al demonio para que le mande la gran sombra gris, que hace temblar a los hombres. Luego se quita la ropa y se unta con el ingrediente preparado y se pone un cinto de piel de lobo. A continuación se arrodillará y esperará y si lo ha hecho todo bien vendrá el demonio y le concederá el poder de transformarse.Son muchas las historias de hombres-lobos, y sus actividades durante la noche son aterradoras en todas las historias del folklore. La más escalofriante, sin duda es la de la Alemania del XVI: el caso de Peter Stubb, un supuesto hombre-lobo. Asesino a muchas personas que le habían ofendido, pero no se las comió porque eran adultas. En especial violaba, mataba y devoraba a muchachas y niñas de tierna edad. Se dice que tuvo un hijo de su propia hija y que se lo comió después de asesinarlo.Dicen que, perseguido en su forma animal por muchos hombres y perros, Stubb trató de desorientar a sus perseguidores quitándose el cinto y recuperando su forma humana. No le valió para nada ya que sus perseguidores sospecharon que era eso lo que había ocurrido y lo llevaron bajo su forma humana a los magistrados que lo declararon culpable. Lo torturaron de forma horrible y lo ejecutaron; su cabeza fue empalada a las puertas de la ciudad de Bedbug.Se ve que algunas veces atrapar a un hombre-lobo era lo más sencillo. Pero el folklore dice como defenderse del hombre-lobo. El centeno, el muerdago, la ceniza, son una buena protección. El hombre lobo sólo puede ser matado con una bala de plata que este bendita, según las leyendas. El hombre-lobo según los relatos se cura de su licantropía si cuando tiene forma de lobo alguien lo llama por su nombre de humano.
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