martes, 12 de febrero de 2008

Area 51 ¿Cooperación tecnológica?

El 21 y 24 de noviembre y el 20 de diciembre de 1989, el físico Bob Lazar hizo una sorprendente revelación pública en la radio de Las Vegas, Nevada. Lazar declaró que él había visto y trabajado en un OVNI en una localidad secreta de Nevada ubicada a 16 millas al sur del Área 51, también conocida como Groom Lake. El Área 51 ha sido utilizada por durante mucho tiempo para vuelos de prueba de aviones supersecretos.
Fue desde Groom Lake que Lazar pudo hacer su conexión con la base OVNI conocida como Zona S-4. “Como yo estaba empleado en forma irregular, se me había dicho que debía estar en un lugar específico, a una hora determinada, para tomar un vuelo hacia Groom Lake. Luego debía abordar un autobús que llevaba los cristales ennegrecidos, para ir a la zona S-4”.
Para llegar al Área 51 de Groom Lake, todo civil o militar debía tener autorización de seguridad de alto secreto. Llegar a la zona S-4 era un proceso más difícil todavía, que requería una autorización de nivel superior.
Según Bob Lazar, “en la zona S-4 trabajaban veintidós personas. Mi autorización de seguridad era treinta y ocho niveles más alta que la ‘Q’, máxima autorización civil. Yo tenía un distintivo que llevaba mi foto y una diagonal azul claro y oscuro. En la parte superior decía MJ 12, por el nivel de autorización denominado Majestic”. “Había un total de nueve platillos voladores en el lugar, en hangares ubicados en la cavidad de una pequeña montaña. Desde la puerta del hangar se puede ver Lake Papoose, en lo que se conoce como Emigrant Valley. La nave extraterrestre sobre la que yo trabajaba parecía nuevecita. Era un disco delgado con una protuberancia superior. Tenía entre diez y doce metros de largo, y cerca de cinco metros de altura. Parecía haber sido sacado a presión de una gigantesca lámina metálica”. Ante una extasiada audiencia radial, Lazar fue describiendo el interior y exterior del OVNI. “El interior y el exterior de la nave era color aluminio opaco. Tenía corredores alrededor de la pared interior, las sillas del disco estaban a sólo unos treinta o treinta y cinco centímetros del piso, parecían hechas para niños pequeños”.
Según este físico, la meta más alta del proyecto S-4 era la de “tratar de ver si podíamos duplicar el sistema de propulsión con la tecnología terrestre. Esto se denomina ‘back engineering’ (ingeniería retroactiva), y describe el proceso de comenzar con un producto terminado para encontrar su modo de construcción”.“No ví a ningún extraterrestre por ahí, en S-4. Trato de mantenerme alejado del tema porque es especulativo. Sin embargo, yo diría que los extraterrestres existen, simplemente motivado por la evidencia circunstancial: la información que se lee en los reportes y principalmente el tamaño de los asientos del disco”. Quizá una de las declaraciones más raras de Lazar es la de que Estados Unidos practicaba en los discos al oscurecer, vuelos de prueba, a pesar de que la fuente de energía y el sistema de propulsión de las naves no ha podido ser duplicado con la tecnología terrestre. Precisamente, el trabajo de Lazar en S-4 era investigar cómo trabajaba lo que él denomina “el reactor de antimateria del OVNI”.
“El combustible”, declaró Lazar, “no existe en la Tierra y no puede ser sintetizado porque es un elemento superpesado; se requieren unos 34 grams (átomo-gramo) para hechar a andar cada disco. Una de las razones por las que creo que esta investigación militar se mantiene en secreto es la de que todo se ve ahí desde el punto de vista militar”.

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