miércoles, 2 de julio de 2008

Fantasmas en Hampton Court

Cuenta la leyenda que un día, mientras Enrique VIII asistía a misa en el palacio de Hampton Court, su quinta esposa, Catherine Howard, logró escapar de sus aposentos, donde había sido encerrada hasta que el rey, quien la acusaba de adulterio, decidiera su destino. La joven llegó a la carrera hasta la puerta de la capilla; pero no tuvo oportunidad de pedir clemencia al monarca. Los guardias la detuvieron y la arrastraron de vuelta a sus dependencias mientras imploraba a gritos el perdón de su marido.
Fue decapitada el 13 de febrero de 1542 y reemplazada en el lecho de Enrique VIII por Catalina Parr. Sin embargo, para muchos, Catherine Howard nunca abandonó Hampton Court.

Ríos de sangre incubaron la permanencia de las ánimas en pena. Y ríos de tinta correrán ahora para dilucidar si es efectivamente un fantasma la imagen espectral captada por una cámara del circuito cerrado de televisión del palacio de Hampton Court, donde el rey Enrique VIII de Inglaterra ordenó decapitar a su quinta esposa, Catherine Howard. El personal de seguridad del palacio, al menos, no sabe qué pensar. Construido en 1525 a orillas del Támesis, en la actualidad es uno de los museos británicos más visitados. Siempre se dijo que estaba embrujado. Y que susurros, aullidos y corrientes gélidas revelaban la presencia de fantasmas, todos familiares o allegados al sanguinario rey. El sitio más transitado por los supuestos espíritus es la Galería Encantada. Por allí escapó Catherine Howard hasta las puertas de la capilla, para pedir clemencia a su esposo, que asistía a misa. Por allí la arrastraron los guardias, de vuelta a sus aposentos.Para salir de dudas, en 2001, la reina Isabel II encargó una investigación a un grupo de psicólogos de la Universidad de Hertforshire. Tras interrogar a 400 turistas, instalar cámaras térmicas y detectores de movimientos de aire, medir campos magnéticos y grabar el sonido ambiental, establecieron que sólo podían probarse los descensos de temperatura, debido a corrientes de aire.
Pero un día de octubre del 2003, a eso de la una de la tarde, una alarma indicó al personal de seguridad que estaba abierta una puerta de emergencia, en un área de exposición. Fueron a inspeccionar y la hallaron cerrada. Intrigados, revisaron la filmación del circuito cerrado de televisión, para ver quién la había abierto. Y ahí se encontraron con lo inexplicable: una figura vestida con un largo y amplio atuendo de la época Tudor, que avanza desde un umbral oscuro y alarga un brazo hacia el picaporte. La zona alredededor de la figura es un tanto borrosa, y su rostro aparece muy blanco en comparación con la mano extendida.

"Fue increíblemente espeluznante, porque la cara no parecía humana —contó James Faukes, uno de los guardias del palacio—. Lo primero que pensé fue que alguien estaba tomándonos el pelo, y pedí a mis colegas que echaran un vistazo. Hablamos con nuestros guías que visten ropa de época, pero no tienen ningún traje como el que usa la figura"."Estamos desconcertados, no es una broma, no lo inventamos —aseguró Vikki Wood, vocera de Hampton Court—. Realmente no sabemos quién o qué es". Los guías quedaron fuera de toda sospecha, pues no tienen acceso a esa parte del edificio."Podría tratarse del mejor fantasma avistado hasta ahora —expresó el psicólogo Richard Wiserman, quien condujo la investigación en 2001—. Nunca vi nada que se le parezca".

Quien fue Catherine Howard
La joven, bonita pero poco inteligente, era sobrina del poderoso duque de Norfolk. Enrique VIII la conoció en el casamiento de su cuarta esposa, Ana de Cleves, en el cual Catherine oficiaba de dama de honor. El 9 de julio de 1540, Enrique anulo su casamiento con Ana y el 8 de agosto proclamó reina a Catalina. Vivieron felices por 14 meses, hasta que uno de los cortesanos acusó a la reina de tener un romance con otro hombre. Como prueba le entregó al rey una serie de apasionadas cartas que supuestamente Catalina le había escrito a sus amantes. Ahora se sabe, sin embargo, que la pobre Catalina ¡apenas podía escribir su propio nombre!
Sin siquiera ser puesta a juicio, permaneció presa en el castillo de Hampton Court, a la vera del Támesis hasta el día que fue conducida en bote al cadalso de la Torre de Londres. Los historiadores cuentan que, unos días antes de ser enviada a su oscuro destino, Catherine intentó escapar disfrazada de mucama. Los guardias sin embargo la descubrieron enseguida por su elegante caminar, ella corrió suplicando clemencia hasta las puertas de la capilla, donde en ese preciso momento el Rey Enrique asistía a misa. Los guardias la capturaron y la volvieron a encerrar. No hubo clemencia para Catherine. Murió decapitada.

El Castillo de Hampton Court y las investigaciones
Desde que en 1870 la reina Victoria abrió el palacio al público, el pasillo por el que fue arrastrada la joven ha sido escenario de fenómenos extraños, hasta tal punto que es conocido como la Galería Encantada. Ya a principios del siglo XX, el pasaje "había sido asociado a experiencias inusuales que incluían visiones de 'una mujer vestida de blanco' y alaridos inexplicables", indican Richard Wiseman, de la Universidad de Hertfordshire, quien fue contratado junto a su equipo de especialistas para realizar una investigación sobre estos hechos.
Los investigadores llevaron a cientos de voluntarios a los alrededores de lo que serían los dos lugares más "embrujados" del Reino Unido: el Palacio de Hampton Court y las cámaras del puente sur de Edimburgo, en Escocia.
El doctor Richard Wiseman y sus colegas de la Universidad de Hertfordshire dicen que el trabajo mostró algunos datos muy interesantes que sugieren porqué tantas personas se asustan en el mismo edificio, pero que no prueban de que los fantasmas realmente existan.
Los investigadores interpretan la evidencia de que los fantasmas son un fenómeno real porque están concentrados en lugares específicos en el tiempo. Se conoce de casos de gente de diferentes culturas que reportan experiencias similares con cientos de años de diferencia.
Pero, ¿son reales los fantasmas o no?, es la pregunta que muchos nos hacemos. Y el Dr. Wiseman asegura, paradójicamente, que las sensaciones fantasmagóricas existen, pero no los fantasmas. "La gente tiene experiencias consistentes en ciertos lugares, pero creo que esto sucede por factores visuales y probablemente otros factores del medio ambiente", ha dicho.
Hampton Court es una de las atracciones turísticas más importantes de Reino Unido. Mucha gente aseguró haberse topado con fantasmas, escuchar gemidos, gritos, percibir cambios de temperatura, pero nunca se ha comprobado nada oficialmente, posiblemente esta reciente filmación, sea una prueba contundente de la existencia de un fenómeno paranormal, talvez tampoco podamos asegurar que estamos ante la presencia de Catherine Howard o del mismo Henry VIII, aun queda mucho por investigar, pero mientras tanto el misticismo que envuelve este lugar es suficiente para hablar de Fantasmas.

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