Kipland Kinkel más bien llamado Kip Kinkel - EL ASESINO DEL INSTITUTO. El 20 de mayo de 1998, hace ahora cinco años, Kip Kinkel, el hijo adolescente de una respetada familia de clase media de Springfield, Oregón, asesinó a sus padres y luego disparó contra sus compañeros de instituto, matando a dos e hiriendo gravemente a veinticinco.
Fue criado bajo la autoridad de unos padres represivos. Era frecuente la aparición de dibujos siniestros en sus tareas de clase. En su adolescencia mostró afición por las armas de fuego, afición consentida por sus padres. En 1998 fue detenido por llevar haber guardado una pistola dentro de su taquilla. La policía lo dejó bajo la custodia de su padre, quien al llegar a casa reprendía duramente a Kip.
Poco después, mientras su padre se encontraba en la cocina, Kip tomó un rifle, apuntó a su nuca y disparó. Al poco tiempo recibió la llamada de un amigo, con quien conversó durante más de una hora con aparente tranquilidad. Mientras su madre subía las escaleras de la case Kip le dijo "te quiero mamá" y disparó. Fueron encontrados 6 disparos en el cuerpo de ésta.
Kip cargó su pistola, y dejó escrita una nota en su casa: "Acabo de asesinar a mis padres. Soy un hijo terrible. Ojalá mi madre hubiera abortado. Mi cabeza no funciona bien, oigo voces dentro de ella." Aquella noche Kip la pasó sólo en su casa y a la mañana siguiente se puso una gabardina, para esconder su rifle.
Condujo sólo el coche de sus padres y en 20 minutos llegó al instituto. Poco despues de las 10, llegó a su colegio. El vestíbulo estaba casi vacío, por lo que llegó a la cafetería. Disparó 48 veces en menos de un minuto. Alcanzó a 24 estudiantes.
El rifle de Kip se quedó sin munición, sacó su pistola y pudo hacer todavía un disparo mientras un grupo de muchachos intentaba reducirle. Grita a los muchachos que lo maten.
El rifle de Kip se quedó sin munición, sacó su pistola y pudo hacer todavía un disparo mientras un grupo de muchachos intentaba reducirle. Grita a los muchachos que lo maten.
En sus declaraciones a la policía se muestra muy dolido por la muerte de sus padres, a quienes quería mucho. Repite continuamente que quiere morir.
En Septiembre de 1999 se declara culpable de 4 asesinatos y 26 intentos de homicidio. Con su edad de 15 años, es condenado a cadena perpetua.
Si el tópico asegura que detrás de este tipo de actos hay familias desestructuradas, hogares inhóspitos, abandono físico o emocional, la investigación llevada a cabo para este documental sorprende al descubrir un entorno familiar cálido, unos padres atentos, una comunidad confortable. Nada en el expediente escolar de Kip hacía pensar en que se tratara de un chico con predisposición a la violencia.
“El asesino del Instituto” cuenta con los vídeos domésticos de la familia Kinkel y los escritos dejados por Kip, lo que permite explorar en profundidad los hechos de su vida cotidiana, en un intento de comprender qué acontecimientos hubieran podido conducir a este muchacho a este acto impredecible de violencia.
De su análisis se van extrayendo pequeñas señales que permiten intuir qué acontecimientos fueron marcando el mundo interior de Kip y creando las perturbaciones emocionales que le llevaron a cometer esos asesinatos. Kip dejó escrito: “Soy el diablo. Deseo matar y provocar dolor gratuito. Me odio por haberme convertido en esto”.
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