Dos colegios de secundaria en la provincia central de Kenia han sido cerrados y los alumnos han sido enviados a sus casas. Alegan una invasión de fantasmas. Presuntamente, los fantasmas invadieron el colegio mixto de secundaria de Gitogo, que se encuentra a unas 120 millas al noroeste de Nairobi, la noche del jueves. Los primeros afectados fueron los chicos, quienes fueron golpeados a conciencia. Se produjo la estampida. El colegio fue cerrado el viernes.
El jefe de la policía local, Michael Muthike, dijo que el colegio había sido cerrado de forma indefinida. Aún así, no pudo confirmar o denegar si los fantasmas se encontraban en el colegio. Y respecto a eso (la presencia de fantasmas) no puedo comentar con autoridad ya que no soy conocedor de problemas de fantasmas?, dijo.
Muthike añadió que los fantasmas invadieron después el dormitorio de las chicas el viernes por la noche. Una lluvia de piedras golpeó el tejado de sus cuartos. También las chicas fueron enviadas a casa al día siguiente. El colegio se encontraba completamente desierto el jueves. Los profesores también habían abandonado el lugar por miedo a ser atacados.
En el sector de Lari, a menos de 30 millas de Nairobi, más de 300 estudiantes del Instituto de Bachillerato de chicas de Kambaa fueron enviadas a casa el domingo después de alegar un ataque por parte de fantasmas. Los estudiantes aseguraron que un miembro del Consejo Escolar estaba asociado con los espíritus malignos.
Las demandas de supuestas invasiones de fantasmas se están convirtiendo la historia del día en los colegios keniatas. Los líderes religiosos han tomado una amplia posición en el asunto. Ya debilitados por un currículum sobrecargado, los colegios en el país están viviendo con miedo perpetuo otro posible ataque de fantasmas.
Los más afectados son los colegios internos localizados en las afueras. No obstante, las autoridades parecen haber sido cogidas por sorpresa por el fenómeno.
El 3 de julio, estudiantes del colegio de secundaria de chicas de Wang'uru, en el distrito de Kirinyaga (113 millas al noroeste de Nairobi), llenaron la oficina del Director Provincial Central de Educación con protestas en las que alegaban la invasión de su colegio por fantasmas.
Los estudiantes decían que estaban aterrorizados por unos supuestos demonios, que según ellos aparecían con la forma de gatos blancos y serpientes negras. Después aseveraron que las criaturas que corrían alrededor de sus dormitorios habían sido introducidas por su jefe de estudios.
Poco antes, en junio, el miembro del parlamento por el distrito electoral de Kandara, Stephen Ndicho, acudió al Ministerio de Educación para que resolviera una larga disputa en el colegio de primaria de Gathigi, en el distrito de Maragua (a unas 35 millas al norte de Nairobi). Los padres habían retirado a sus hijos del colegio asegurando que el colegio había sido invadido por fantasmas.
Los padres acusaron al jefe de estudios, a su comisario y a un profesor subalterno de estar detrás de todo el asunto. El 26 de mayo, dos alumnos se desmayaron durante una ceremonia de purificación para salir del mismo colegio por una supuesta invasión de fantasmas.
La ceremonia, dirigida por el Reverendo Fr Elias Murithi of Gachanjoni Parish, terminó de forma alborotada cuando los padres de los alumnos desmayados atacaron la reunión. No obstante, los alumnos, recuperaron la conciencia.
El 18 de mayo, en un colegio de primaria en el distrito de Kitui, a 200 millas al este de Nairobi, cerró y más de 400 alumnos fueron enviados a casa por la misma causa. Un funcionario de la junta escolar fue acusado de haber enviado a los fantasmas.
También en Kitui, los alumnos del colegio de primaria Kathuma, fueron enviados a casa después de que los demonios presuntamente hubieran invadido el colegio. Los demonios habían recibido la orden de estrangular a los indefensos escolares. Los padres y el Consejo Escolar buscaron fondos para contratar a un ?brujo-doctor? de la ciudad portuaria de Mombasa para exorcizar a los demonios.
El 4 de julio de 1999, el Colegio Femenino de Muthetheni en Machakos, a 60 millas al este de Nairobi, cerró después de que las chicas aseguraran haber sido atacadas por unas fuerzas desconocidas. Dijeron que unos demonios habían invadido su dormitorio de Santa Teresa y que habían sido golpeadas y violadas.
Oficiales de educación y el gobierno están enfrentándose constantemente al problema. Sin embargo, están indecisos en cuanto a qué medios deben utilizar, si los servicios de un cazafantasmas o simplemente descartar el asunto como ?imaginaciones?.
?Una siniestra subcultura ha surgido en la mayoría de los colegios de secundaria y esto ha puesto el futuro de nuestra nación en un compromiso?, dijo Samuel Kariuki, inspector jefe de los colegios.
Incluyó que otros miembros de esta subcultura son los reverendos y el absentismo escolar.
Afirmó que la subcultura está creciendo de forma incesante en un culto que idolatra a músicos de rock y reconocidos abusadores de drogas. El Ministro de Educación de Kenia, Kalonzo Musyoka, ha rechazado las demandas de invasiones de fantasmas como una fértil pero peligrosa imaginación.
Culpa de todo al abuso de drogas, que es creciente entre los escolares. Y dice que todas las reclamaciones sobre invasiones de fantasmas se deben a la fantasía de los niños drogados.
Kalonzo también atribuye los cierres de colegios a la delincuencia entre los estudiantes y dice que si los estudiantes fueran más disciplinados, habría menos interrupciones en su estudio.
Ha visitado a los padres para que hagan ?entrar en razón? a sus hijos con el fin de que sean unos ciudadanos responsables.
De todos modos, el ministro siente que hay una serie de elementos de brujería entre la gente y que no puede excluir la posibilidad de que algunas personas retorcidas estén tratando de desestabilizar el funcionamiento normal de los colegios.
Dice que la única solución al problema sería ir a la iglesia y creer en Dios. Pero también hay otros miembros de categoría de la sociedad que creen en brujería y fantasmas.
Por ejemplo, el legislador Jembe Mwakalu, un hombre que en un momento hizo pública su declaración de que alguien le había hechizado, dice que las invasiones de fantasmas son reales y que los keniatas han de protegerse utilizando amuletos.
Ann Wanjiku Ngatia, una estudiante de 17 años, que fue expulsada del colegio en octubre y que perdió sus exámenes después de haber sido acusada de adoración al diablo, cree que los demonios son reales y que les gusta atacar a grupos de niños, especialmente en los dormitorios del colegio.
Pero mientras las demandas de los ataques de fantasmas abundan, los cazafantasmas, provinentes de lugares tan lejanos como Vanga (a 120 millas al sur de Mombasa, en la frontera entre Tanzania y Kenia) y Tanga, en Tanzania, están haciendo su agosto. Y son llamados a diario por clientes desesperados que buscan sufragar los efectos de los ataques de los demonios.
El jefe de la policía local, Michael Muthike, dijo que el colegio había sido cerrado de forma indefinida. Aún así, no pudo confirmar o denegar si los fantasmas se encontraban en el colegio. Y respecto a eso (la presencia de fantasmas) no puedo comentar con autoridad ya que no soy conocedor de problemas de fantasmas?, dijo.
Muthike añadió que los fantasmas invadieron después el dormitorio de las chicas el viernes por la noche. Una lluvia de piedras golpeó el tejado de sus cuartos. También las chicas fueron enviadas a casa al día siguiente. El colegio se encontraba completamente desierto el jueves. Los profesores también habían abandonado el lugar por miedo a ser atacados.
En el sector de Lari, a menos de 30 millas de Nairobi, más de 300 estudiantes del Instituto de Bachillerato de chicas de Kambaa fueron enviadas a casa el domingo después de alegar un ataque por parte de fantasmas. Los estudiantes aseguraron que un miembro del Consejo Escolar estaba asociado con los espíritus malignos.
Las demandas de supuestas invasiones de fantasmas se están convirtiendo la historia del día en los colegios keniatas. Los líderes religiosos han tomado una amplia posición en el asunto. Ya debilitados por un currículum sobrecargado, los colegios en el país están viviendo con miedo perpetuo otro posible ataque de fantasmas.
Los más afectados son los colegios internos localizados en las afueras. No obstante, las autoridades parecen haber sido cogidas por sorpresa por el fenómeno.
El 3 de julio, estudiantes del colegio de secundaria de chicas de Wang'uru, en el distrito de Kirinyaga (113 millas al noroeste de Nairobi), llenaron la oficina del Director Provincial Central de Educación con protestas en las que alegaban la invasión de su colegio por fantasmas.
Los estudiantes decían que estaban aterrorizados por unos supuestos demonios, que según ellos aparecían con la forma de gatos blancos y serpientes negras. Después aseveraron que las criaturas que corrían alrededor de sus dormitorios habían sido introducidas por su jefe de estudios.
Poco antes, en junio, el miembro del parlamento por el distrito electoral de Kandara, Stephen Ndicho, acudió al Ministerio de Educación para que resolviera una larga disputa en el colegio de primaria de Gathigi, en el distrito de Maragua (a unas 35 millas al norte de Nairobi). Los padres habían retirado a sus hijos del colegio asegurando que el colegio había sido invadido por fantasmas.
Los padres acusaron al jefe de estudios, a su comisario y a un profesor subalterno de estar detrás de todo el asunto. El 26 de mayo, dos alumnos se desmayaron durante una ceremonia de purificación para salir del mismo colegio por una supuesta invasión de fantasmas.
La ceremonia, dirigida por el Reverendo Fr Elias Murithi of Gachanjoni Parish, terminó de forma alborotada cuando los padres de los alumnos desmayados atacaron la reunión. No obstante, los alumnos, recuperaron la conciencia.
El 18 de mayo, en un colegio de primaria en el distrito de Kitui, a 200 millas al este de Nairobi, cerró y más de 400 alumnos fueron enviados a casa por la misma causa. Un funcionario de la junta escolar fue acusado de haber enviado a los fantasmas.
También en Kitui, los alumnos del colegio de primaria Kathuma, fueron enviados a casa después de que los demonios presuntamente hubieran invadido el colegio. Los demonios habían recibido la orden de estrangular a los indefensos escolares. Los padres y el Consejo Escolar buscaron fondos para contratar a un ?brujo-doctor? de la ciudad portuaria de Mombasa para exorcizar a los demonios.
El 4 de julio de 1999, el Colegio Femenino de Muthetheni en Machakos, a 60 millas al este de Nairobi, cerró después de que las chicas aseguraran haber sido atacadas por unas fuerzas desconocidas. Dijeron que unos demonios habían invadido su dormitorio de Santa Teresa y que habían sido golpeadas y violadas.
Oficiales de educación y el gobierno están enfrentándose constantemente al problema. Sin embargo, están indecisos en cuanto a qué medios deben utilizar, si los servicios de un cazafantasmas o simplemente descartar el asunto como ?imaginaciones?.
?Una siniestra subcultura ha surgido en la mayoría de los colegios de secundaria y esto ha puesto el futuro de nuestra nación en un compromiso?, dijo Samuel Kariuki, inspector jefe de los colegios.
Incluyó que otros miembros de esta subcultura son los reverendos y el absentismo escolar.
Afirmó que la subcultura está creciendo de forma incesante en un culto que idolatra a músicos de rock y reconocidos abusadores de drogas. El Ministro de Educación de Kenia, Kalonzo Musyoka, ha rechazado las demandas de invasiones de fantasmas como una fértil pero peligrosa imaginación.
Culpa de todo al abuso de drogas, que es creciente entre los escolares. Y dice que todas las reclamaciones sobre invasiones de fantasmas se deben a la fantasía de los niños drogados.
Kalonzo también atribuye los cierres de colegios a la delincuencia entre los estudiantes y dice que si los estudiantes fueran más disciplinados, habría menos interrupciones en su estudio.
Ha visitado a los padres para que hagan ?entrar en razón? a sus hijos con el fin de que sean unos ciudadanos responsables.
De todos modos, el ministro siente que hay una serie de elementos de brujería entre la gente y que no puede excluir la posibilidad de que algunas personas retorcidas estén tratando de desestabilizar el funcionamiento normal de los colegios.
Dice que la única solución al problema sería ir a la iglesia y creer en Dios. Pero también hay otros miembros de categoría de la sociedad que creen en brujería y fantasmas.
Por ejemplo, el legislador Jembe Mwakalu, un hombre que en un momento hizo pública su declaración de que alguien le había hechizado, dice que las invasiones de fantasmas son reales y que los keniatas han de protegerse utilizando amuletos.
Ann Wanjiku Ngatia, una estudiante de 17 años, que fue expulsada del colegio en octubre y que perdió sus exámenes después de haber sido acusada de adoración al diablo, cree que los demonios son reales y que les gusta atacar a grupos de niños, especialmente en los dormitorios del colegio.
Pero mientras las demandas de los ataques de fantasmas abundan, los cazafantasmas, provinentes de lugares tan lejanos como Vanga (a 120 millas al sur de Mombasa, en la frontera entre Tanzania y Kenia) y Tanga, en Tanzania, están haciendo su agosto. Y son llamados a diario por clientes desesperados que buscan sufragar los efectos de los ataques de los demonios.
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