jueves, 31 de marzo de 2011

Líneas de Nazca: El valle de las misteriosas figuras

Se trata de enormes dibujos en la llanura de Nazca, un desierto más seco que el mismo Sáhara. Son imágenes de plantas y animales, un total de 50 de ellos, que incluyen una araña, ballenas, monos, colibríes y pelícanos. También se compone de figuras geométricas, alrededor de 800 líneas rectas y cerca de 300 triángulos, espirales, círculos y trapecios. Algunas de estas figuras son más grandes que los dibujos de animales.

Uno de los aspectos más interesantes de estos dibujos es que cada figura se dibuja con una sola línea continua que nunca se cruza sobre sí misma. Esto ha llevado a pensar a algunos que eran utilizadas como rutas de senderismo.

Aunque las estimaciones de la edad de los dibujos de Nazca varían, algunos afirman que tienen más de 2000 años de antigüedad y fueron realizados por los miembros de la civilización Nazca/Paracas, que floreció a lo largo de la costa peruana entre el 300 y el 900. El misterio de todo estos es, ¿porqué estos dibujos?, ¿porqué son tan enormes?.

Y es que no fue hasta la invención del avión cuando pudieron contemplarse en su totalidad. Debido a esto, fueron olvidados completamente durante siglos. Algunos fueron incluso parcialmente destruidos cuando se construyeron carreteras sobre ellos. No fue hasta 1930 cuando lograron redescubrirse.

Las líneas fueron creadas eliminando la capa superior de color marrón oscuro, revelando un subsuelo de color amarillento. Dado que sólo pueden ser apreciadas en su totalidad a cierta altura, una de las teorías más descabelladas es que fueron realizadas con ayuda de los extraterrestres, y que estos las utilizaron como pistas de aterrizaje para sus ovnis.

La civilización Nazca/Paraca ya conocían quizás los conocimientos básicos de geometría para realizar estas figuras. Sin ir más lejos, sabían construir túneles subterráneos para aprovechar el agua del subsuelo como regante de sus tierras, un método interesante de ingeniería teniendo en cuenta el inhóspito medio ambiente en el que vivían. Así pues, estas líneas geométricas no debieron haber sido un problema para ellos.

Algunos científicos han especulado que las líneas tenían alguna relación con la observación de los astros. Puede ser una coincidencia, pero algunas de las líneas parecen indicar esta posibilidad. Por ejemplo, el pico de un ave se refleja sobre una línea de puntos donde el sol se eleva el 24 de junio, fecha de celebración de un rito incaico en honor al sol.

Es posible que nunca se sepa el porqué de estas figuras y estas líneas. Sin embargo resulta fascinante ver estas obras de arte y reflexionar sobre lo que podrían estar pensando sus creadores cuando las hicieron. ¿Qué nos estarán queriendo decir?

miércoles, 30 de marzo de 2011

El Jardín del Edén: ¿Dónde estaba situado?

“Además, Dios plantó un jardín en Edén, hacia el este, y allí puso al hombre que había formado.” (Génesis 2:8)

Así presenta la Biblia el jardín del Edén, el lugar previsto para que Adán viviera eternamente y disfrutase de los parabienes que Dios le había preparado. Nos habla de una región llamada Edén. Y también nos dice que al este de dicha región el creador preparó un jardín especialmente pensado para albergar a su criatura predilecta. El resto de la historia ya la conocemos, en mayor o menor medida, y sabemos, sobre todo, cómo terminó cuando el ser humano decidió desobedecer a su hacedor.

Pero, ¿existió realmente Edén?... De ser así, ¿dónde estaba situado?... ¿Se corresponde con alguna zona geográfica actual?... ¿Queda algún vestigio de él, o del jardín maravilloso que había situado hacia el este?...

El propio Antiguo Testamento nos informa de que la zona estaba regada por cuatro ríos: el Pisón, el Havilá, el Hidequel y el Éufrates. Este último es real y conocemos su influencia en la Historia y en civilizaciones como la mesopotámica. El Hidequel es el nombre antiguo con el que se designaba al actual Tigris. Por tanto, y exceptuando los dos primeros mencionados, los ríos Tigris y Éufrates recorrían Edén.

De haber existido esta región, debió estar situada aproximadamente al sur de lo que hoy conocemos como Irak, y en tiempos mesopotámicos fueron Sumer y Acad. Pero, ¿queda algo de todo aquello?... La respuesta es que no, y han sido muchas las exploraciones realizadas en la zona a lo largo de la Historia que han tratado de encontrar algún resto iluminador. Pero nunca se halló nada que demostrara las afirmaciones de las Santas Escrituras.

Antropológicamente, el mito de Edén y su jardín son explicables. Toda la región de Oriente Próximo está marcada por los contrastes, tanto el clima como en la orografía, si bien predominan las llanuras semidesérticas y la falta de agua. Es cierto que existen algunas zonas húmedas, pero siempre escasas y a expensas de los pocos ríos que bañan sus contornos. Es comprensible que los habitantes de aquellas latitudes considerasen los jardines o los huertos como verdaderos paraísos en la Tierra.

El agua era casi un elemento sagrado, y el origen de la supervivencia, la prosperidad y la vida. No es de extrañar, pues, que fuese considerada como una de las 7 maravillas del mundo antiguo los jardines colgantes de Babilonia. Habría sido un gigantesco oasis en medio del desierto. Sin embargo la idea de Edén es anterior a los jardines colgantes. Edén es una palabra de origen acadio que significa “lugar puro y natural”. Y fue escogido por el Dios de los hebreos para colocar el paraíso en la Tierra, que al fin y al cabo era un jardín, un oasis.

La idea del Edén como paraíso en la Tierra fue evolucionando, sobre todo a la sombra del Cristianismo, y pasó a convertirse más en un paraíso celestial, en el premio supremo tras dejar nuestra vida terrenal. Pero ya no aquí, sino fuera, junto a los astros.

Probablemente, si los hebreos hubieran sido un pueblo del norte de Europa, su Dios habría situado al este de Edén una cálida playa bajo un sol perenne.

martes, 29 de marzo de 2011

La vieja Meg y sus cincuenta hijas: La leyenda del círculo de piedras

A medianoche las brujas bailan en sus aquelarres, danzan ellas y sus sombras, bailan rondos vertiginosos alrededor de la hoguera, formando un gran círculo que aumenta y disminuye de tamaño. “Pasad, comadre, delante;”, cantan,” pasad, comadre. Y si no queréis pasar, entonces haceros a un lado y dejadme pasar a mí”, hasta que no falta ninguna por unirse al baile. ¡Ay de quien las interrumpa mientras ejecutan su rondo!

En el condado de Cumbria la encargada de dirigir la danza era una bruja llamada Meg, quien durante el Sabbat reunía a todo el cónclave en un prado de la comarca. Una noche un desconocido irrumpió en el lugar de celebración, atrayendo las miradas indignadas de las brujas, que se dispusieron a descargar los más terribles conjuros sobre él.

Sin embargo, no les dio tiempo a mover los labios. Apenas detuvieron su baile ―fue una cuestión de segundos― quedaron completamente paralizadas, incapaces de mover un solo músculo: se habían convertido en pesadas rocas. El desconocido, que no era un hombre corriente sino el sabio escocés Miguel Escoto, el más célebre y temido mago de su tiempo, las había aprisionado mediante un poderoso hechizo. Desde entonces verían pasar los siglos atrapadas en su cárcel de piedra.

Este es el origen, según la leyenda, del círculo de piedras conocido como “Long Meg and Her Daughters” (Meg la Larga y sus hijas) o “Maughanby Circle”, el cual procede en realidad de la Edad de Bronce. Su forma es ligeramente oval, con casi 100 metros de diámetro en su eje mayor, lo que lo convierte en el círculo de piedras más grande del norte de Inglaterra y uno de los seis mayores del mundo. En la actualidad lo conforman unas cincuenta piedras, de las cuales solo veintisiete permanecen erguidos. Los arqueólogos piensan que originalmente tendría unas setenta.

“Long Meg”, la piedra que da nombre al conjunto, se encuentra fuera del círculo, unos cuantos metros al sureste, en el punto por el cual un observador vería ponerse el sol durante el solsticio de invierno si se situase justo en el centro del círculo. Esta gran piedra de roca arenisca mide más de tres metros y medio de alto, y en su superficie pueden distinguirse varios círculos concéntricos grabados, además de una espiral y otros símbolos.

El conjunto lleva muchos años despertando la admiración de los visitantes. El poeta inglés William Wordsworth, que visitó el círculo durante el verano de 1833, dijo de él: “Aunque no es comparable con Stonehenge, debo decir que no he visto ninguna otra reliquia de aquella época oscura que pueda rivalizar con ella en singularidad y dignidad de apariencia”. La vieja Meg y sus hijas realmente cautivaron la imaginación del poeta, que les dedicó además un soneto.

Dicen que la vieja Meg y sus brujas aún conservan parte de su poder. En el 1700 un terrateniente local intentó volar las piedras, pero antes de que sus hombres encendiesen la pólvora, se desató una terrible tormenta que le hizo desistir. Según la tradición, si alguien se atreviese algún día a quebrarlas, estas sangrarían.

Se asegura también que las piedras del círculo no se pueden contar, por lo que cada vez que se intenta sale un número distinto. Si algún día alguien obtiene el mismo número dos veces, ese será el momento en el cual se rompa el hechizo del mago Escoto y las brujas salgan de su prisión.

Tal vez por ello, algunos visitantes dejan pequeñas ofrendas envueltas en tela colgando de los árboles cercanos, bien para ganarse los favores de la vieja Meg o de los dioses ancestrales en honor de los cuales fue erigido el círculo.

lunes, 28 de marzo de 2011

La isla misteriosa de Rapa Nui: Los ojos que miran al cielo


La pequeña isla polinésica de Rapa Nui alberga en sus entrañas secretos ancestrales; secretos que han atormentado a la humanidad desde el inicio de los tiempos. Sus guardianes, los gigantes de piedra –moais- de ojos penetrantes, vigilan que éstos no sean desvelados.

Los moais son enormes figuras de piedra con forma humana cubiertas con una especie de sombrero cilíndrico del mismo material; están colocados en dirección al mar y tienen la mirada fija hacia el astro rey, como si esperaran la llegada de algo o alguien. Fueron descubiertos un Domingo de Pascua por el explorador holandés Jacob Rogeeveen, en 1722, que quedó estupefacto al contemplar estas maravillas que se alzan majestuosas desde la tierra.

La isla de Pascua (nombre en castellano en honor al día que fue descubierta) se encuentra a 3.760 km. de Chile, y pertenece a éste desde 1888. Sus escasos 3000 habitantes son indígenas amigables y curiosos; sin la capacidad tecnología para levantar moais. Las crónicas dicen que cuando James Cook pisó el lugar, encontró indicios de una cultura avanzada: caminos pavimentados, numerosas aldeas y construcciones portuarias. ¿Por qué desaparecieron estos primeros pobladores? ¿Por qué más de ochenta moais están inacabados?

Tukuturi es uno de los moais más conocidos de la isla. Con aspecto diferente a sus congéneres, es el único que está arrodillado en actitud de oración. De las más de novecientas estatuas de la isla, en el extremo oriente, en Ahu Tangariki, se encuentran 15 mirando al mar, 276 en laderas de volcanes, 300 derribadas en los Ahus (altares ceremoniales) y el resto sin terminar. ¿Qué clase de ingeniería utilizaban en aquella época para levantar semejantes portentos? ¿Cómo y para qué los esculpieron?

Son muchas preguntas sin respuesta. Algunos de los moais de la ladera del Rano Raraku tienen una expresión de burla: sus narices apuntan al cielo y su sonrisa de desdén atestigua que jamás podremos desentrañar los secretos que se esconden tras su mirada cósmica.

Algunas hipótesis apuntan que los primeros pobladores procedían de otros lugares de la tierra: quizás fueran egipcios, polinesios o aborígenes peruanos.

La historia más extendida es que una civilización preincaica, con un avanzado conocimiento de la talla de piedra, llegó a la isla y esculpió los moais en recuerdo a sus antepasados caucásicos. Se llamaban orejas largas porque se colgaban pesas en los lóbulos para alargarlas. Eran despiadados y esclavizaron a los orejas cortas, originarios de la Polinesia. Estos últimos se revelaron y acabaron con sus subyugadores, enterrándolos en una fosa común. Un explorador europeo, Thor Heyerdahl, en 1947 habló con el último descendiente de los orejas largas que le contó esta historia, y comprobó que, efectivamente, había restos del exterminio.

Esta isla alejada del mundo posee una cultura astronómica: observatorios para estudiar las estrellas, textos milenarios… Una riqueza que evidencia las huellas de otras civilizaciones; pero unas huellas tan ambiguas y secretas que formulan preguntas sin respuesta. Se ha llegado a plantear la posibilidad de que esos primeros y avanzados pobladores procedieran de las estrellas.

Si le preguntas a un indígena de dónde vinieron los moais, te responderá que no sabe cómo, que sus leyendas dicen que, cada año, una luz divina se posaba en la tierra y los gigantes aparecían caminando, posándose para toda la eternidad en la Madre Tierra.

viernes, 25 de marzo de 2011

Waverly Hills Sanatorium: El famoso hospital más escalofriante

El Sanatorio Waverly Hills es uno de los tantos sitios escalofriantes que por sus historias de apariciones, muertes y enigmas suscitó la creación de filmes, documentales y estudios paranormales. Se lo considera uno de los sitios más espantosos del mundo y la institución de salud en la cual se han registrado el mayor número de visiones y sucesos extraños.

Este edificio está erigido en Louisville, Kentucky, USA. Fue construido en 1883 y por entonces perteneció a la familia Hays, cumpliendo primero el rol de hogar para luego también funcionar como escuela.

Años más tarde la propiedad fue vendida a la Junta de Tuberculosis para convertirse en un centro de salud. Waverly Hills fue inaugurado como hospital en 1911, su principal tarea era la de atender a las personas enfermas de la “peste blanca” que sucumbían a montones por el azote atroz de la enfermedad. La cantidad de 63 mil enfermos exhalaron su último aliento en el sanatorio.

En un principio el hospital tenía capacidad para albergar a 50 pacientes, pero a causa de la cantidad de gente afectada que concurría la ampliación del edificio era inminente. El 17 de octubre de 1926 se inauguró una nueva ala con capacidad para 400 personas enfermas más.

Pero en 1943, con la implementación de la estreptomicina, la cantidad de casos de tuberculosis fueron mermando a tal punto de que no era necesario un hospital de tales dimensiones. A partir de entonces los pocos enfermos que había eran enviados al Sanatorio Hazelwoody, el Waverly Hills cerró sus puertas en 1961.

Al año siguiente se reabrió pero esta vez como el hospital geriátrico Woodhaven aunque sus reales funciones no fueron tales, durante 20 años se trataron allí a numerosos ancianos a los cuales se les adjudicaban problemas mentales y eran víctimas de abusos y maltratos por parte del personal. En 1981 se cierra definitivamente.

El túnel de la muerte
La principal característica del sanatorio Waverly Hills era un particular conducto que comunicaba la primera planta del edificio con las afueras de la propiedad. Este contaba con dos entradas, una de las cuales era usada por el personal para entrar y salir de la institución y la otra se utilizaba para transportar suministros.

Pero como por entonces no había cura para la tuberculosis, los internos indefectiblemente morían uno tras otro. Cuando los decesos comenzaron a sucederse a montones, las autoridades decidieron dar otro uso a este pasaje, los cuerpos de los pacientes eran trasladados discretamente por el túnel y amontonados en un pozo para que los que aún luchaban por sus vidas no se percataran del fin que les esperaba.

La habitación 502
Otro lugar enigmático de este hospital es la habitación 502, allí según se dice una enfermera presa de una gran depresión se quitó la vida arrojándose por la ventana. Luego otra mujer perteneciente al personal de la institución que estaba embarazada de uno de los médicos también se suicidó y su cuerpo fue hallado colgando de las tuberías del hospital. Según se cree al estar esperando un hijo ilegítimo, fue obligada a abortarlo y el cuerpo del feto fue hallado en el foso de cadáveres.

Cuando las mujeres embarazadas recorren esta zona afirman tener insoportables náuseas y graves migrañas, también frecuentemente se observan figuras negras, como sombras, de forma humana que atraviesan las paredes.

Además de estos dos sitios claves donde se pueden apreciar fenómenos paranormales, todo el edificio alberga entidades que aún pululan por sus instalaciones en busca del descanso eterno.

Muchos dicen haber presenciado la figura de un niño al cual apodaron Timmy, que al parecer se la pasa jugando a las escondidas y haciendo las normales travesuras de todo chico. Los visitantes también afirman haber experimentado bruscos cambios de temperatura y la extraña sensación de que son “tocados” por manos humanas que en realidad no están allí.

También se ha informado la presencia de una anciana, encadenada y con las muñecas sangrantes que suele aparecer en la puerta del edificio solicitando auxilio. Se cree que es el espíritu de una mujer que murió en el lugar a causa de los malos tratos propiciados por la gente encargada del geriátrico.

Algunas personas han sido testigos de lo que llaman gente sombra, espectros oscuros con forma humana que se desplazan por el lugar, bolas de luz incandescentes (orbs) que aparecen súbitamente en las filmaciones o fotografías y voces extrañas que se pueden oír lejanas en las grabaciones y que parecen decir “Sal de aquí” y "¿Qué clase de hospital es éste?".

Por último y para terminar de asustarles, una mañana de Halloween en el año 2006 la estación de radio local realizó una transmisión en vivo desde el sanatorio Waverly a la vez que eran filmadas las instalaciones. En las cintas pueden verse claramente dos figuras infantiles corriendo por el pasillo para luego desaparecer tras una pared.

Actualmente, a causa de la gran popularidad como hospital fantasma, se planea convertir el edificio en un hotel “embrujado”. ¿Te animarías a pasar una noche en sus habitaciones?

miércoles, 23 de marzo de 2011

Mansión Woodchester: La mansión de presencias fantasmales

Muchos creen que existen entidades que han dejado su forma humana y que se aferran o adoptan como su hogar edificaciones en todo el mundo. Y esto puede suceder porque el ente perdió su vida en el lugar o en las proximidades y siente una peculiar atracción por el predio o persona que habite allí entre otras tantas causas.

Tal es el caso de la Mansión Woodchester, aunque se desconoce la razón específica por la cual se ve poblada por figuras fantasmales que deambulan por sus jardines y aposentos. La residencia se encuentra en el valle de Cotswold, Inglaterra, y es, en verdad, un edificio enorme que de solo verlo produce escalofríos que hielan la sangre, sobre todo por sus inquietantes gárgolas que parecen custodiar el edificio y acechar a quien ose inmiscuirse dentro.

Conozcamos algo de su historia… William Leigh, un adinerado masón, había comprado el inmueble que anteriormente se erigía en estos terrenos para demolerlo y luego levantar su palacete, pero a causa de su muerte prematura no se pudo seguir financiando las obras y la casa quedó incompleta. Durante la época en que Leigh levantaba la mansión se produjeron extraños accidentes fatales entre los obreros y hasta el sitio fue testigo de un asesinato.

Leigh falleció en 1873 y la finca quedó en manos de su familia. En 1938 fue vendida y en 1940 cuadrillas del ejército de Estados Unidos y Canadá se estacionaron allí hasta que terminó el enfrentamiento bélico, de más está aclarar que muchos de ellos perdieron la vida en estas tierras.

La primera aparición documentada data de 1902, un vicario de la zona observó una figura etérea en las puertas de la mansión y años más tarde un jinete incorpóreo vestido con ropa de la guerra civil se dejó ver en las proximidades de la misma. Otras figuras espeluznantes que suelen aparecer súbitamente en la casa son un pequeño hombre de pie en el umbral de la capilla, una figura fantasmal alta que deambula por los pasillos y un elemental en el sótano.

Por otro lado una cabeza flotante habita o frecuenta el toilette y una mujer anciana gusta de atacar a las mujeres en los rincones más oscuros de la casa. Los visitantes también han declarado ver como piedras de variados tamaños son arrojados de un extremo a otro de algunas habitaciones.

Debido a su popularidad la casa es concurrida por cazadores de fantasmas y curiosos que quieren experimentar en carne propia la sensación de ser espectadores de un fenómeno que traspase las barreras de la realidad humana. Muchos de ellos al poner un pie dentro sencillamente se desploman y otros sufren una suerte de ataque espectral.

Entendidos de temas paranormales concluyeron que la mansión es el epicentro de gran actividad paranormal y poltergeist. En sus visitas al lugar se recolectaron detalles de apariciones etéreas, sombras negras, grabaciones de sonidos espectrales y notorios cambios de temperatura.

Sencillamente es otro sitio espeluznante al que no cualquiera se atreve a ingresar, ¿Tú te animarías a traspasar el umbral de su puerta?

martes, 22 de marzo de 2011

Hotel Stanley: El hotel maldito de Colorado

En varias oportunidades hemos hecho mención de hoteles que albergan huéspedes humanos y a otros seres incorpóreos. Esto se debe a que muchos de los sitios son en extremo antiguos y en su interior se produjeron muertes extrañas como violentas. Se estima que las almas de las personas que exhalaron su último aliento en estos sitios vagan sin rumbo vivenciando una y otra vez su vida anterior y el final de sus días.

Tal es el caso del fabuloso parador de Cardona y del hotel que hoy nos compete, el Stanley. La construcción de este prestigioso y antiguo edificio data del año 1909 y se encuentra emplazado sobre las montañas rocosas del estado de Colorado, Estados Unidos y es el atractivo elegido por miles de turistas, no por sus lujos sino por los misterios que oculta tras sus densos muros.

En el país es conocido como el Hotel Maldito y según afirman los testigos la habitación 418 es el foco de la mayor cantidad de fenómenos paranormales. La misma se encuentra cerrada y no se permite el acceso al público, sólo ciertos investigadores han podido ingresar con el fin de estudiar de cerca estos acontecimientos extraños.

Fuera de este sector, muchos huéspedes afirman haber sido testigos de numerosas apariciones fantasmales que les dieron un buen susto. El escritor de terror y ciencia ficción Stephen King visitó este hotel y a causa de lo que pudo vivir fue que creó su obra maestra “El Resplandor”.

Los fenómenos paranormales más recurrentes el Hotel Stanley van desde sonidos de voces, movimientos de cosas sin causa aparente hasta apariciones. Pero veamos más en detalle cada una de ellas:

Muchos turistas afirman el haber oído voces de infantes que parecían estar riendo y jugando también el haber presenciado la imagen de un pequeño que corre y desaparece en el aire.

Otros comentan que dentro de los cuartos las cosas se mueven “solas” o las encuentran de repente cambiadas de lugar; también sucede que los grifos se abren y el agua sale a borbotones con una presión poco usual.

Todos están convencidísimos que en la habitación 418 se hospeda un fantasma y, mientras la misma estuvo abierta al público, todo el que intentaba pasar unas horas allí dentro era presa de la furia de este espectro que no aceptaba la presencia de extraños en sus aposentos. Por esta razón las autoridades del hotel optaron por clausurar el cuarto y no alquilarlo a nadie más.

Luces extrañas que recorren los ambientes a gran velocidad, el sonido de un viejo piano que nadie toca y las muertes extrañas que acontecieron dentro del hotel vienen a completar esta seguidilla de hechos extraños y espeluznantes.
Como se imaginarán es uno de los hoteles más visitados en todo el estado. Por ello es que sus administradores, aprovechando el atractivo de sus misterios, organizan tours fantasmales de hora y media de duración durante los cuales cuentan la historia del lugar, sucesos extraños, teorías, etc.

lunes, 21 de marzo de 2011

El Parador de Cardona: Misterio en la habitación 712

Historias de hoteles embrujados hay muchas, pero casi ninguna como la del Parador de Cardona y su habitación 712, la cual permanece cerrada al público y sólo la alquilan, con recelo, si un huésped la pide expresamente en la recepción.

Según muchos testigos este lugar sería el foco de toda la actividad paranormal que acontece en el viejo castillo, quienes osaron pernoctar dentro de estas 4 paredes afirman haber visto extrañas visiones de un hombre y una mujer ataviados con ropas de la época medieval deambulando por la habitación, parados frente al pie de la cama, psicofonías captadas por expertos, golpes en la puerta, pasos en el pasillo, entre otras tantas cosas.

Pero antes de explayarme más sobre el tema, me gustaría comentarles un poco de la historia de este sitio para que puedan comprender mejor la razón por la cual no sólo alberga recuerdos de la antigüedad sino a ciertas almas que aún vagan por este mundo sin encontrar su camino hacia la paz.

El castillo del Parador de Cardona es un edificio antiquísimo, cuenta con más de mil años y está enclavado en un espacio privilegiado. Sobre un cerro de 154 metros de altura desde sus ventanales se tiene una vista espléndida de los pirineos y todo el majestuoso paisaje reinante.

En la antigüedad, este sitio fue el hogar de los duques de Cardona y permaneció en ruinas hasta 1976 donde se lo reconstruyó para usarlo como parador y atracción turística. Durante la etapa de construcción y remodelamiento muchos trabajadores acusaron el haber presenciado hechos extraños, no presencias fantasmales sino movimientos de cosas, ruidos, voces de ultratumba y golpes.

Uno de los eventos más renombrados fue vivenciado por un ex gerente del parador y unas empleadas de limpieza. Cierta tarde las mujeres subieron a la planta 7 para limpiar las habitaciones, por inercia las mujeres golpean en todas las puertas a pesar de que los inquilinos ya las habían desalojado; al llegar a la 712 a su llamado una voz ronca les responde “Espere”, a los segundos las camareras cayeron en la cuenta de que esta habitación no debía estar ocupada. Nuevamente golpean para corroborar que allí había alguien y la voz repite “Espere”.

Por lo extraño de la situación preguntan en recepción si alguien se hospedaba en la 712 y naturalmente les responden que la misma no había sido ocupada por nadie. Tratan luego abrir la puerta con la llave maestra y les es imposible, al rato de intentarlo consiguen sin esfuerzo abrir la puerta e ingresan con cierto recelo.

Dentro estaban las camas hechas, todo en su lugar a excepción del cuarto de baño, allí había una canilla abierta, una toalla húmeda y un par de pisadas frente al lavabo como si alguien hubiera estado acicalándose.

No había forma de que alguien estuviera dentro del cuarto ni que nadie hubiera salido sin ser visto, todo el piso estaba vacío y los testigos no se movieron del lugar hasta que pudieron abrir la dichosa habitación.

Otras de las presencias que comúnmente se vislumbran en el parador de Cardona es la de una bella y joven mujer vestida con atuendos medievales que se pasea tristemente por el corredor y habitaciones del mismo piso, sola o acompañada por un caballero.

Como se imaginarán los trabajadores del hotel, por razones obvias, generalmente se rehúsan a subir solos a la séptima planta por lo cual se les permite el ingreso de a dos para que puedan realizar sus tareas con algo más de tranquilidad.

La habitación permanece cerrada y no suelen alquilarla, sólo lo hacen cuando alguien la pide expresamente pero no sin antes advertir a los osados visitantes de lo que pueden vivir dentro de estas paredes y que el parador no se hace responsable de lo que pueda sucederles.

Se estima que la razón de los fenómenos se debe a que el sitio fue testigo de asesinatos, torturas y masacres. En sus calabozos se dio muerte e muchas personas las cuales quizás continúan aún hoy día atrapadas sin encontrar una salida y reviviendo minuto a minuto las mismas y cruentas vejaciones.

¿Interesante verdad? Si no fuera porque me queda realmente lejos ya estaría en la recepción del hotel pidiendo las llaves del cuarto, por otro lado como sé que muchos de ustedes gustan de filmes de terror les recomiendo vean la película “La habitación 1408” de Stephen King, un filme similar a esta historia y realmente muy bueno.

viernes, 18 de marzo de 2011

Hospital del Tórax de Terrassa: Lugar más terrorífico de España

Las historias de apariciones, sucesos extraños y actividad paranormal recurrente en hospitales abundan en todo el mundo, esto se debe a que en estas instalaciones la vida y la muerte van de la mano. Algunos enfermos se salvan y salen del nosocomio, pero para otros estas paredes son la eterna morada de sus almas, por donde deambulan sin rumbo o permanecen encerrados en las habitaciones en donde exhalaron su último aliento.

Algo semejante a lo que sucedió en el Waverly Hills Sanatorium de Estados Unidos pasó en Terrassa, España. Allí se conservan las ruinas de lo que una vez fue el hospital de tórax más importante de todo el país. Rodeada por lúgubres jardines, la antigua estructura de un sitio escalofriante se yergue imponente y oscura. En este hospital sucedieron incontables muertes, pero no todas por las terribles enfermedades...

Numerosas son las personas que se quitaron la vida mientras el nosocomio estaba en funcionamiento, todos internos desahuciados y alejados de sus seres queridos. Si pensamos que las almas de quienes se han suicidado no siempre encuentran la paz, porque les quedan asuntos pendientes o bien porque el momento fue tan traumático que no se dieron cuenta de que fallecieron, entendemos el porqué de la intensa actividad paranormal en el lugar.

Estos enfermos sumidos en un profundo estado depresivo se lanzaban al vacío desde los altos ventanales de la planta 9 y sus cuerpos quedaban despedazados sobre el jardín trasero, lugar que por los gritos que los suicidas exclamaban al caer fue apodado como “la jungla”.

Los internos que seguían con vida dentro del hospital y muchos integrantes del personal contaron en numerosas ocasiones que escucharon pasos cuando no había nadie, sombras que cruzaban fortuitamente el ambiente y apariciones de los suicidas deambulando por los pasillos, dentro de las habitaciones o bien paseándose por el fatídico jardín donde exclamaban tétricos aullidos de horror.

Como se imaginarán luego de que el hospital cerrara y estas historias cobraran mayor revuelo, muchos especialistas de lo oculto se conglomeraron en el edificio parar descubrir la realidad de lo que allí acontecía y los resultados obtenidos fueron asombrosos. Psicofonías claras en extremo, fotos, experiencias paranormales, entre otras tantas pruebas confirmaron la existencia de fenómenos que van más allá del entendimiento humano.

En la parte trasera del hospital hay una capilla, este sitio es uno de los que más actividad presentan. Luego del cierre de la institución fue usada para el rodaje de películas de terror durante el cual todo el plantel experimentó sensaciones extrañas, por otro lado es el destino predilecto de sectas satánicas quienes aprovechan el sombrío escenario para realizar sus ritos demoníacos. Allí los investigadores han recolectado muchísimas y espeluznantes psicofonías así como información obtenida mediante la ouija.

Aparte de esta zona, las plantas 9, 4 y 5 son intensamente activas; por otra parte en el ala aún habilitada para el albergue de personas con alteraciones mentales, tanto internos como el personal, afirman haber experimentado situaciones sumamente raras como por ejemplo el ascensor que se mueve sin que lo llamen, neblinas fantasmales dentro de las habitaciones, la sensación de ser observados, entre otras experiencias espeluznantes.

Dentro de este sórdido hospital se han filmado muchas películas, en caso de que les interese verlas estas son The Machinist, La Monja, Ouija, Frágiles y Los sin nombres. El antiguo Hospital del Tórax de Terrassa es ahora una gran decorado audiovisual donde muchas productoras cinematográficas se encuentran trabajando actualmente.

¿Se animarían a recorrer sus inquietantes pasillos?

jueves, 17 de marzo de 2011

Great Serpent Mound: El gran montículo famoso de Ohio

El gran montículo de la Serpiente (Great Serpent Mound) se encuentra en el condado de Adams, Ohio, junto a un arroyo llamado Bush Creek, dentro de un territorio que antes de la llegada del hombre blanco habitaron sucesivamente los indios Adena (1000-100 a.C.), los Hopwell (100 a.C.-500 d.C.) y los representantes de la llamada Cultura del Fuerte Antiguo (900-1400 d.C); pueblos los tres constructores de misteriosos monumentos con forma de animal.

El de la Gran Serpiente destaca sobre los demás por la singularidad de su trazado y por su tamaño. Se trata de la mayor efigie de un animal encontrada en Norteamérica y también de la mayor del mundo representando a una serpiente. A pesar de existir imágenes similares tanto en el continente americano como en otras partes del planeta, ninguna se acerca remotamente a sus dimensiones.

Desde la espiral casi perfecta que forma su cola, el cuerpo de la serpiente zigzaguea sinuoso a lo largo de 405 metros hasta desembocar en la cabeza, cuyas mandíbulas se encuentran abiertas, a punto de devorar una enigmática figura ovoide. Dos apéndices, en otro tiempo más visibles, le sobresalen de los laterales de la cabeza, remitiéndonos a las Serpientes de Cuernos, habituales en los mitos y las representaciones iconográficas de los indios americanos. Según algunos testimonios, en el siglo XIX todavía se podía distinguir los restos de un sapo saliendo de la figura ovoide, se supone que huyendo de la devoradora serpiente, aunque su rastro ha sido ya completamente borrado por el paso del tiempo.

El montículo se ha interpretado como una representación del viejo enfrentamiento entre las dos fuerzas antagónicas que rigen universo: las positivas de la vida y las negativas de la muerte. La figura ovalada, que además apunta hacia el lugar por el cual se pone el sol en el solsticio de verano, sería el astro rey, el dador de luz, calor y vida.

Por su parte, la serpiente, cuyo cuerpo forma unos meandros que señalan hacia los lugares más al norte al sur y al centro por los que surge y se pone la luna, representaría a la noche, al frío y a la muerte. Así como la serpiente devora al huevo, la oscuridad sucede a luz del día, el frio del invierno pone fin al calor del verano y la muerte acaba con la vida. Es posible que en este lugar se celebrasen durante ciertas fechas del año ceremonias encaminadas a asegurar la necesaria renovación cósmica y a mantener el equilibrio entre estas dos fuerzas que dan forma al mundo.

Los materiales empleados en la construcción del montículo son piedras, arcilla y tierra. Un primer contorno hecho de piedra fue cubierto por una capa de arcilla, a la cual se añadió una última capa de tierra entre cuatro y cinco pies de alta. En las excavaciones realizadas se han encontrado también restos de cerámica, ceniza, piedras quemadas y algunos huesos de animales.

Su autoría se suele atribuir a los indios Adena. Sin embargo, a pesar de que cerca de la serpiente se encontraron enterramientos de este pueblo, la complejidad geométrica del trazado correspondería mejor con los Hopwell, y una reciente prueba de carbono hecha a un carboncillo recuperado del montículo situaba su construcción en torno al 1070 d.C., sin que esto sea definitivo, ya que la muestra podría pertenecer a materiales aportados por Fredric Putnam, del museo Peabody, quien lo restauró en el siglo XIX.

Este monumento pasó inadvertido hasta 1848, cuando los arqueólogos Ephraim Squier y Edwin Davis repararon en él por primera vez. Fue estudiado en profundidad en 1885 por Putnam, que, preocupado por su conservación, además de restaurarlo promovió su compra por parte del museo para el que trabajaba. Actualmente el montículo es gestionado por la Sociedad Histórica de Ohio.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El origen de las Pirámides de Güímar

Las pirámides de Güímar en Tenerife son unas misteriosas construcciones de origen desconocido y que albergan en sí ancestrales secretos. Rodeadas por la belleza árida del sur de la Isla, su altura aproximada es de 5 metros de alto y se asemejan arquitectónicamente con las pirámides de Egipto, Mesopotamia, Cerdeña, Sicilia, Sudamérica y otras partes del mundo, que las dota de un sorprendente halo de misticismo.

Popularmente, la autoría de las pirámides se atribuyó a campesinos -que las llaman “Majanos”-, pero desde 1991 se está investigando profusamente su auténtica procedencia, intentando demostrar que éstas no pudieron ser erigidas por ellos. Thor Heyerdah (1914- 2002), un famoso explorador e investigador noruego, trabajó incesantemente en la resolución del misterio.

Una de las teorías en las que más profundizó fue en la de que los conocimientos arquitectónicos pudieron transmitirse a través de los mares y para ello no dudo en realizar arriesgadas travesías en pequeñas embarcaciones, cuando se suponía que en aquellas épocas el hombre no estaba preparado para cruzar los océanos.

En una de sus aventuras, llega a Canarias invitado por su buen amigo Fred Olsen, quien le comenta la existencia de pirámides. Heyerdah se sintió fascinado por la historia, convencido de que sus autores tendrían que haber sido los egipcios. Esto suponía la confirmación a su teoría de que los conocimientos en la antigüedad cruzaban el mar. Según el investigador, todo comenzó en Egipto, luego hubo un paso en Canarias y, por último, se llevaron a Sudamérica.

Pero Heyerdah fue más allá al afirmar que no fueron los egipcios quienes llegaron a América, sino los guanches -los primeros pobladores de las Islas-que cargaban en sus hombros los prodigiosos conocimientos; además, sentenció que un grandioso invento sólo se puede originar en un punto geográfico, no coincidir en varios. Para corroborar sus hipótesis, éste excavó en el centro mismo de las Pirámides de Güímar sin encontrar nada. Su objetivo era el de hallar momias guanches y no dudó en consultar a numerosos expertos en este tipo de construcciones -piramidólogos- que declararon que eran de procedencia antiquísima.

Estos resultados no fueron suficientes, y arqueólogos de renombre estudiaron el lugar y determinaron que éstas datan del siglo XIX y que fueron, lo más factible, levantadas por las gentes del lugar para retirar las piedras del suelo y así poder cultivar la cochinilla. Es decir, que en vez de amontonar las piedras de origen volcánico de cualquier manera, las colocaron a modo de terrazas lo que derivó en las diferentes plantas que han permanecido hasta hoy en día.

Pero lo que sí es indudable son los datos arrojados por investigaciones de astrofísicos que han descubierto que las pirámides están orientadas astronómicamente hacia los solsticios de verano e invierno, lo que para muchos equivale a misterio, aunque la realidad apunte a que levantaron en el siglo XIX.

Hoy en día visitar las Pirámides de Güímar es uno de los atractivos turísticos del sur de la isla de Tenerife.

martes, 15 de marzo de 2011

El Castillo de Buena Esperanza (Sudáfrica)

África es un continente muy ligado a las creencias espirituales, a las tradiciones y al respeto a sus muertos. África roba el corazón con sus historias y leyendas, con sus inexplicables encuentros y desencuentros con otros mundos, con sus supersticiones, donde se mezclan espíritus errantes, miedos y antiguos ritos ancestrales.

El Castillo de Buena Esperanza, en Ciudad del Cabo, es uno de esos lugares reservados a la leyenda y a las extrañas creencias en un más allá donde los espíritus agonizan en espera del reposo eterno.

Pieter Gysbert van Noodt es uno de esos espíritus. Gobernador de El Cabo en el siglo XVIII, era un hombre temible y severo que mandó a la horca a siete soldados que habían intentado desertar. Estos soldados habían sido sentenciados por el consejo militar a ser apaleados y deportados. Conocedor de la sentencia, y para que sirviera de escarmiento, el gobernador levantó la sentencia y mandó ahorcarlos. De nada sirvieron las peticiones de clemencia: cuando llegó el momento fatal uno de aquellos soldados, invocando al cielo, levantó la vista y pidió justicia divina contra el gobernador van Noodt.

Aquella noche, van Noodt fue encontrado muerto en su silla, con el rictus contraído de espanto y el horror dibujado en su cara. Siendo gobernador como era, su entierro debía hacerse siguiendo todos los fastos, y aunque así se hizo para aparentar, lo cierto es que el ataúd se enterró vacío, pues temerosos de una maldición no quisieron enterrarlo realmente en campo santo. Su cuerpo fue echado, sin más honores, a una fosa.

Desde entonces, en el castillo se han venido observando muchos sucesos y apariciones extrañas. Es normal que las luces se apaguen y enciendan solas, que se escuchen voces o que las campanas del castillo suenen.

Sin embargo, este tañido de campanas también se atribuye a un soldado que se suicidó colgándose de la cuerda de éstas. Dicen que de vez en cuando una silueta se ve en las almenas, junto a las campanas, y que se trata del espíritu de este pobre soldado.

La historia del Castillo de Buena Esperanza está sembrada de sucesos lúgubres y es que durante muchos años el castillo sirvió de prisión para muchos desgraciados que acabaron perdiendo la vida en sus oscuros calabozos. Entre estos calabozos es famoso el conocido como “agujero negro” (die Donker Gat), una celda donde se encadenaba a los presos en la oscuridad. Esta celda se inunda cuando sube la marea en invierno y atrapó, ahogando, a muchos de aquellos prisioneros.

Pero el castillo ha visto agrandada su leyenda con múltiples historias más, quién sabe si fruto de la imaginación popular. También se cuenta que suele verse el espíritu de un gran perro que se abalanza sobre los turistas y que solamente desaparece justo en el momento en que va a impactar contra ellos. O la amenazante figura de una dama gris que se pasea por las estancias y dicen pertenece a una artista que escribía y pintaba sobre el castillo. Lady Ann Barnard, que así se llamaba, creó una sala de baile y diseñó la piscina de los delfines del castillo, donde se bañaba desnuda. Dicen que era tal su amor por el castillo que acabó quedándose en él eternamente.

lunes, 14 de marzo de 2011

Poveglia: La isla de los horrores

El odio más irracional suele surgir de los lugares más recónditos del corazón, de sitios que jamás creeríamos tener, ennegreciendo hasta la misma alma. Igual ocurre con ciertos lugares, sitios en los que un hecho concreto dejó un día atrapados a espíritus llenos de odio que emponzoñaron su tierra, transpirando una maldad absoluta.

Así surgió la historia de la isla de los horrores, Poveglia, una pequeña isla que se encuentra, curiosamente, en el más bello entorno que podamos imaginar: en las lagunas de Venecia, cerca del Lido. Allí, a veces, el rebalaje de las olas es capaz de arrastrar restos humanos carbonizados procedentes de la historia más macabra que podamos imaginar.

Europa sufrió una tremenda plaga de peste bubónica en el siglo XIV, pero hubo lugares donde por falta de ayuda o por su extensión, la situación se hizo más caótica y grave. En el caso de Venecia, su situación geográfica motivó que sus habitantes se vieran prácticamente atrapados como si de una ratonera se tratara. Llegó a tal punto la muerte a tomar las calles venecianas que los cadáveres se amontonaban, el mal olor penetraba en cada piedra, en cada gota de agua de sus canales, en su mismo aire. Finalmente, la autoridad decidió encontrar un lugar donde arrojar los cuerpos infectados, y Poveglia fue el lugar escogido.

Allí comenzaron a trasladarse los cadáveres que empezaron a amontonarse en las fosas donde eran quemados. Mientras, en la propia Venecia, el impacto de la peste asolaba la ciudad que se veía abocada a su perdición mientras el pánico se adueñaba de sus habitantes. Pronto no sólo se llevaron a Poveglia a los cadáveres, sino que comenzaron a recluirse allí a los infectados primero y después a todos aquéllos sobre los que había la más mínima sospecha de enfermedad. En pocos años 160.000 personas acabaron sus días en aquella isla.

El corazón de la misma isla, su tierra, se vio mezclado con la capa de restos carbonizados y de los que poco a poco iban muriendo en la isla. Tanto es así que aún hoy día el oleaje de vez en cuando arranca un poco de esa capa de restos.

Pasaron cientos de años y la isla permaneció maldita y totalmente abandonada hasta que en el año 1922 construyeron allí un psiquiátrico. Los locos allí recluidos fueron los primeros en ver extraños espíritus descompuestos que vagaban por Poveglia, pero nadie, por su estado mental, quiso creerlos. Sin embargo, aquel hospital todavía encerraría una truculenta historia. Quién sabe si el mal de la isla influyó de algún modo, pero lo cierto es que el doctor director del manicomio comenzó a experimentar con los pacientes nuevos métodos de curación. Fueron años de lobotomías y trepanaciones hasta que al propio director comenzaron a acosarlo los fantasmas. Asustado y perdida la razón decidió poner fin a sus días tirándose desde la torre del hospital.

Aún así, el doctor no falleció en el acto y cuentan quienes estuvieron presentes que una extraña nube de humo apareció de repente y se introdujo en su cuerpo hasta asfixiarlo.

Aquel fue el final del hospital que hoy día aún permanece cerrado en Poveglia. Sólo una familia fue capaz de intentar comprar la isla, pero no llegaron siquiera a permanecer una noche allí, ya que un extraño suceso que nunca quisieron desvelar, desgarró la cara de su hija la que tuvieron que darle 14 puntos.

Desde aquel suceso, salvo los que van a recoger la cosecha de los viñedos allí plantados, sólo los más atrevidos han osado aparecer por allí, pero todos juraron no volver acuciados por los gritos y lamentos que allí dicen oir, y por la abrumadora maldad que todos parecieron percibir.

viernes, 11 de marzo de 2011

Las catacumbas de París: Ciudad de la Muerte

¡Cuántas veces hemos visto las imágenes de una París luminosa, alegre y romántica! sin embargo, no muchos saben la historia que se esconden bajo sus calles; las tétricas leyendas y misterios que un día recorrieron sus subterráneos, en aquéllo que hoy conocen como las catacumbas de París, testigos de atrocidades y muertes.

Bajo París, bajo la ciudad del amor, en esas catacumbas, dicen que yacen los restos de casi siete millones de personas.

La ciudad subterránea es una red de túneles que recorren todos los bajos de la capital francesa. Son casi 300 kms. de oscuros pasadizos que datan de la época romana, fechas en que de ellas se extraían mucho de los materiales que un día sirvieran para construir la ciudad en la superficie. Pero lo que un día fuera centro de suministro para la vida en París, más tarde acabaría convirtiéndose en un cementerio para los parisinos y en un lugar donde esconderse de persecuciones y horrores.

Fue en el siglo XVIII cuando París comenzó a verse sin recursos para enterrar a sus muertos. Tanto fue así que incluso llegaron a utilizarse fosas comunes o a enterrarse en vertical, unos sobre los otros. Sin embargo, eso propició que poco a poco el nivel del suelo parisino comenzara a subir. Cuenta la historia que el suelo de París no pudo recibir más cuerpos y en algunos sitios del cementerio local, éstos acabaron por salir a la luz.

Fue en el año 1785 cuando se decidió utilizar aquellas catacumbas romanas como osario común. Hasta allí se llevaron los huesos de muchos parisinos que habían sido enterrados en el cementerio durante siglos. Dicen que hasta 3 millones de cuerpos fueron trasladados por aquellas épocas. Sin embargo, durante décadas siguió utilizándose los túneles como cementerio parisino. Lo curioso es que no se enterraban individualmente, sino que los huesos se colocaban todos en montones iguales, de modo que todos los fémures se ponían juntos, los cráneos en otro lado, y así sucesivamente, hueso a hueso.

En los últimos siglos, además, las catacumbas han sido utilizadas para esconderse de sus perseguidores. Así se hizo durante la Revolución Francesa, o incluso durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los partisanos la utilizaron para esconderse de los alemanes que habían invadido París.

En un lugar así, tan íntimamente emparentado con la Muerte, era imposible que las leyendas y misterios no empezaran a circular.

Cuentan que en 1961, un grupo de amigos entraron a las catacumbas como si de una aventura se tratase. Todos en fila, cada uno portaba una antorcha, cuando, en cierto momento, repentinamente un susurro de viento las apagó. Aterrorizados, todos recordaron que una leyenda parisina decía que en la oscuridad los túneles cambiaban solos de posición, y ante ese recuerdo, se creyeron perdidos para siempre.

Sólo Henry, uno de ellos, mantuvo la calma. Y en esto, su antorcha se encendió. Henry tomó la mano de quien a su espalda estaba, y éste al de detrás y así sucesivamente, reemprendieron la marcha. Al fin, Henry vio la luz de la salida al fondo, y medio en penumbras, ya aclarados por la pequeña luz que entraba por aquella boca de salida, se volvió. Su rostro se contrajo cuando se dio cuenta que cogido de su mano sólo una tenue sombra lo miraba, pero de sus amigos no había ni rastro. Henry salió como pudo de aquellos túneles, pero de sus cinco amigos jamás volvió a saberse.

En otra ocasión, otra joven, en una de sus exploraciones a aquellos túneles, vio en cierta ocasión una luz al fondo del túnel. Comenzó a perseguirla, pero por más que parecía acercarse, nunca la atrapaba. Finalmente, topó con un túnel sin salida, y allí se encontró frente a frente con un esqueleto con la ropa hecha jirones. Presa de terror corrió de vuelta sobre sus pasos, sintiéndose perseguida por el esqueleto. Como pudo, consiguió salir, y más tarde la encontraron en un rincón de una cafetería, ciega de terror, sucia, ensangrentada, y con la mente ida.

Dicen que en París, entre los apasionados de lo oculto, es una afición adentrarse en las catacumbas. Tanto es así que los conocen como los “cataphiles”. Ellos recorren kilómetros de túneles siempre en busca de alguna actividad fantasmal, y no todos vuelven de ellas.

Hoy, las catacumbas, o parte de ellas, están abiertas a los turistas para que las visiten quienes quieran… y puedan.

jueves, 10 de marzo de 2011

La construcción misteriosa de Stonehenge

Durante más de 4000 años, cada día unos macizos arcos de piedra dispuestos en círculos aguardan el amanecer en Salisbury, Inglaterra. Si uno se sitúa en el centro de este círculo y dependiendo del mes en curso, podrá observar entrar el primer rayo de sol por determinado par de columnas; ya que esta construcción fue realizada para coincidir con el punto por donde sale el sol en el solsticio de verano.

Estas grandes piedras distribuidas para funcionar como una especie de calendario son una de las maravillas más grandes del mundo prehistórico, y también uno de los mayores misterios, ya que hasta ahora nadie había podido explicar hasta hoy cómo pudieron los antiguos constructores erguir bloques de casi 50 toneladas.

Aunque aún se desconoce exactamente la función de esta construcción, se barajan varias hipótesis. En la Edad Media se creía que las piedras habían venido y se habían agrupado solas al llamado del mago Merlín. Más adelante se le atribuyó su construcción a los druidas celtas; y, para los astrólogos, Stonehenge les servía a los hombres antiguos para predecir los eclipses lunares y solares. Lo que sí se conoce hoy en día es cuándo y cómo fue levantado gracias a la información provista por el Fideicomiso para la Arqueología de Wessex.

El círculo sobre el que se asienta fue delimitado con un terraplén y una zanja aproximadamente en el 3000 a.C. y 600 años después se colocó la estructura que aun hoy podemos ver: un círculo de columnas con dinteles e forma de anillo continuo; y en su interior una herradura de cinco arcos, realizado con bloques de piedra transportados, en parte, desde Marlborough (sitio que dista 40 km de Salisbury).

Hace unos pocos años, el ingeniero Mark Whitby y el arqueólogo Julian Richards realizaron una demostración bastante acertada de cómo podría haber sido construido Stonehenge junto a un grupo de trabajadores.

El secreto está en el hoyo donde se enclavó la columna más alta, ya que una de sus paredes había sido excavada en forma oblicua. Según esto, se hizo una réplica del mismo y se colocó junto a él una rampa por la que se deslizó un megalito hasta quedar medio suspendido en el aire. Luego fueron deslizándose varias piedras pesadas sobre él, hasta el borde, para lograr que el peso lo hiciera caer y enclavarse en el hoyo. Una vez colocada de la misma forma la columna paralela, se colocó el dintel sobre ellas con ayuda de una rampa de la misma altura de los megalitos y un sistema de cuerdas. De esta manera se levantaron cada uno de los trilitos.

Se estima que con la fuerza de 140 trabajadores, Stonehenge fue levantado en menos de 20 años.

miércoles, 9 de marzo de 2011

La Colina de Tara: Entrada al mundo espiritual

Irlanda cuenta con un corpus enorme de leyendas locales, y su historia está plagada de aspectos entrelazados con lo fantástico. La Colina de Tara, situada en la provincia de Leinster, es uno de esos lugares cuya importancia se extiende desde lo material a lo espiritual, lo religioso y lo mágico.

En el maravilloso entorno del condado de Meath, con su suave y ondulada orografía, podemos visitar este antiquísimo centro de poder político y religioso que fue el centro de la monarquía irlandesa y cuyas primeras construcciones fueron erigidas en el Mesolítico tardío o el Neolítico temprano, entre el dos mil quinientos y el tres mil antes de nuestra era.

Desde entonces hasta el siglo doce, la colina de Tara, conocida en gaélico irlandés como Teamhair na Rí o La Colina de los Reyes, sirvió de punto de reunión, enterramiento y, principalmente, coronación de la monarquía irlandesa. Aunque nunca supuso un asentamiento constante -es decir, no se vivía en Tara de continuo-, sobre la colina y en sus inmediaciones podemos encontrar una serie de construcciones de finalidad social, como la denominada Sala del Banquete, funeraria y defensivas, y dos formaciones en círculos tangentes enfrentados con un tercero mucho más pequeño ligeramente desplazado hacia el noroeste.

La más importante de las estructuras que encontramos allí es el llamado Montículo de los Rehenes - Dumha na nGiall-. Una tumba formada por un montículo bajo el cual se abre un corto pasillo que mira hacia el este, quedando perfectamente alineado con los rayos del sol al ocaso, en los días ocho de noviembre y cuatro de febrero, días dedicados a los festivales celtas Samhain -fiesta de los muertos- e Imbolc -fiesta del renacer-.

La Colina de Tara también alberga la Piedra del Destino -Lia Fáil- junto a la que eran coronados los reyes irlandeses. Se dice que la propia piedra tenía influencia en la elección del rey, puesto que si la piedra no rugía tres veces ante el nuevo rey, este no era digno de recibir la corona. La Lia Fáil habría sido erigida por los propios Tuatha Dé Danann, los semidioses habitantes pre-célticos de la región, por lo que estaría ligada a la tierra en que se encuentra y a quien sobre ella reine.

En algunas leyendas irlandesas, la Colina de Tara también es un vórtice de energía espiritual y una puerta al reino de lo invisible. Por esta razón, muchos son los que, aún hoy en día, peregrinan hasta allá con la misma intención que otros van a centros religioso-astronómicos como Stonehenge.

martes, 8 de marzo de 2011

Casa de Santiago Hermann: La casa de los objetos que flotan

Durante la fría y clara tarde del lunes 3 de febrero de 1958 comenzaron a desarrollarse acontecimientos extraordinarios en el domicilio de Santiago Hermann, situado en Seaford (Long Island, New York).

Se encontraban en la casa Lucila, la esposa de Herrmann, y sus dos hijos una muchacha de trece años de edad también llamada Lucila, y el chico de doce, Santiaguito. Sus recuerdos iniciales, como es natural en gente que no esperaba que se produjese ninguna cosa extraña, no son perfectamente claros, pero todos están conformes en que hacia las 3:30 de la tarde varias botellas que contenían diversos líquidos se destaparon ruidosamente y empezaron a dar brincos en distintas habitaciones de la casa.

Una botella de agua bendita que estaba sobre la cómoda del dormitorio de los Hermann se destapó y se cayó vertiendo parte de su contenido. Un frasco de champú y otro en el que había un medicamento se comportaron de manera semejante en el cuarto de baño, mientras hacían lo mismo una botella de almidón líquido en la cocina y otra de lejía en el sótano.

Ninguno de los Herrmann vio moverse las botellas, pero todos lo oyeron. Al acudir apresuradamente para ver lo que significaban aquellos ruidos, descubrieron que los frascos (cerrados con tapón de rosca que necesitaba dos o tres vuelas para abrirse) acababan de derramarse y no podían haber sido vertidos por ninguna persona venida de fuera.

El jueves 6 de febrero los Herrmann habían comenzado ya a olvidar los extraños sucesos del lunes, cuando por la tarde otras seis botellas hicieron saltar ruidosamente sus tapones y rodaron de un lado a otro. El viernes otros frascos más se destaparon y comenzaron a saltar.

En la mañana del domingo 9 de febrero, Santiago Herrmann, hombre sereno y poco sugestionable, de 43 años de edad, pudo hacer su primera observación directa. La botella de agua bendita se disparó de nuevo juntamente con las del almidón y la trementina. Luego, mientras se hallaba a la puesta del cuarto de baño hablando con su hijo, comenzó a moverse una botella de medicina a través del borde plano del lavabo y después de recorrer unos 45 cm. Cayó al suelo. Herrmann telefoneó a la policía, y noticias sobre estos extraños casos no tardaron en comenzar a aparecer en los periódicos.

Los agentes pudieron observar estos fenómenos con sólo permanecer unos instantes en el interior de la vivienda. El detective José Tozzi tomó el caso a su cargo y comenzó a investigar todas las posibilidades.

Se barajó de todo: movimientos causados por ondas de radio, telequinesis o levitación de los objetos por parte de alguno de los integrantes de la familia, y la intrusión de algún espíritu burlón en la casa. Lo cierto es que, en un momento en que consideraron que todo aquello ya era demasiado – pues las cosas seguían moviéndose inexplicablemente – los Herrmann evacuaron la casa y nada se movió durante su ausencia; pero poco después de su regreso cayó una vasija al suelo.

Nadie pudo hallar el motivo de aquellos sucesos paranormales, los que siguieron sucediendo a pesar de todas las investigaciones llevadas a cabo por científicos y detectives. En realidad, sólo puede decirse de los indicados objetos lo que dijo Galileo de la tierra: E pur si muove, aunque nadie sepa el cómo ni el por qué.

lunes, 7 de marzo de 2011

La columna inoxidable de Nueva Delhi

Nuestra atención se posa en una columna de Nueva Delhi. A los pies de la Torre de la Victoria, imponente y majestuosa con sus 70 metros de altura, se hallan los restos de Qutb Minar y una mezquita que data de finales del XIII y pasa por ser el primer templo islámico erigido en territorio indio.

Es en el patio de la mezquita donde se encuentra nuestra columna. De unos siete metros y con un peso superior al de cinco toneladas, no parece demasiada cosa para la notoriedad alcanzada en el competitivo mundo de la arqueología. ¿Será su edad, más de 1600 años, lo que explique tal suceso?

Al fin y al cabo, ¿qué son 1600 años con los buenos milenios que portan a su espalda las pirámides de Egipto? La edad de la columna por sí sola no es motivo de admiración. Pero lo que causa verdadero asombro y notable perplejidad es una característica que no ha pasado desapercibida a ojos de los investigadores.

La columna es de hierro… y no se oxida. Se mantiene impecable, no como esos cuchillos de todo a cien en cuya hoja se lee Acero Inoxidable, y a los dos meses una inquietante sombra anaranjada empieza a cubrir su ya nunca más sonrisa “Profiden”. La columna no, la columna es otra cosa. Y claro, después de rascarnos la cabeza, nos preguntamos: ¿pero una aleación de la que resulte un acero inoxidable no era invento de nuestra época?

¿Cómo es que en la India del siglo V se tenía conocimiento de tal técnica? ¿Eran los herreros de allí discípulos aventajados del cojo Hefesto? Estas preguntas están en el candelero y, de manera incisiva, trascienden el mero caso de una columna aislada para desembocar en uno de los enigmas más fascinantes del universo del misterio.

Nos referimos a las tecnologías del pasado. Tendemos a ver la historia de una manera lineal, evolutiva y acumulativa. ¿Y si tal concepción fuese errónea? ¿Y si en el pasado distintas civilizaciones hubiesen llegado a conocimientos luego perdidos y que sólo de forma ardua y costosa nuestra cultura ha recuperado?

Es absolutamente cierto que la tecnociencia es un rasgo determinante e idiosincrático de nuestras sociedades. La revolución científica, primero, y la económica, después, coadyuvadas por una ulterior revolución industrial en parte dependiente de aquellas dos, acabaron dando lugar a una sociedad tecnológica, única en la historia por lo que sabemos.

Sin embargo, eso no quiere decir que, por otros caminos, las culturas del pasado no llegaron a unos conocimientos de los que nosotros solamente tuvimos noticia a través del desarrollo tecnológico. Unos conocimientos asociados a unas técnicas que permitirían la construcción, por ejemplo, de las pirámides. ¿O es que hay necesidad de recurrir a inteligencia extraterrestre cada vez que no comprendemos un hecho insólito de nuestra historia?

viernes, 4 de marzo de 2011

El Palacio de Lercaro: Lugar encantado de Tenerife

La Casa Lercaro, también conocida como el Museo de Historia de Tenerife (Islas Canarias), alberga en su interior múltiples misterios que se escapan a la razón humana. Misterios que tienen su origen en las pasiones humanas.

Catalina, primogénita de la familia de comerciantes Lercaro de Génova, se negó a subyugar su existencia a las exigencias de sus padres, que la entregaron en matrimonio a un traficante de esclavos. La joven, atormentada, no conseguía asimilar las obligaciones de una mujer de su época (siglo XVI), y, se convenció a sí misma, de que no merecía el infierno que le esperaba en un matrimonio de conveniencia.

El mismo día de los esponsales, Catalina, enloquecida, huyó del altar para lanzarse por el antiguo pozo del palacio. Su familia, destrozada, tuvo que lidiar, no sólo con el suicidio de la joven, sino con la vergüenza de que su cuerpo no pudiera ser enterrado en Campo Santo. Decidieron darle sepultura en el palacio, pero acabarían huyendo por las terroríficas apariciones que empezaron a sucederse en el lugar -se trasladaron a la Orotava.

El espectro de Catalina vaga sin rumbo en el Palacio Lercaro. Todos los que se cruzan con ella, comentan que su rostro exhibe desesperación y desasosiego. A pesar del peso de los siglos, su presencia no desaparece.

El que fuera un flamante castillo del siglo XVI acabó siendo un lugar en ruinas y abandonado. A principios de los años noventa, en pleno siglo XX, el Cabildo de Tenerife decidió convertirlo en lo que es hoy: un museo de historia. No obstante, durante las obras de restauración, los obreros y vigilantes comentaron que un extraño ser vagaba por el palacio. Les aterrorizaba la idea de pasar allí la noche.

Una serie de rumores empezaron a extenderse por el municipio. Decían que un vigilante de seguridad y una limpiadora habían visto a Catalina en el palacio. Otros cuentan que en el ambiente se perciben unas extrañas presencias, ruidos, sombras y desconocidos olores. La situación era tan insostenible, que se abrió una investigación para determinar la veracidad de la Leyenda de Catalina.

Se desconoce si realmente existió alguna vez una joven que se suicidó en el pozo del palacio huyendo de su destino. No es seguro que los ruidos y apariciones espectrales sean reales o no, o si todo nace de la superstición popular. Lo único que sí es real es la atmósfera de misterio que habita en el museo, sea o no, la eterna morada de Catalina de Lercaro.

jueves, 3 de marzo de 2011

La Colina de las Cruces: Misterio de Lituania

Lituana posee un lugar de leyenda, un lugar místico y único en el mundo: “La Colina de las Cruces”, también conocida como la “Meca de las Cruces”. Es una colina sembrada de miles de cruces, el símbolo del espíritu guerrero de un pueblo, el lituano, que resistió estoico el poder soviético. Está considerado uno de los lugares de obligado peregrinaje en toda Europa. Pero ¿por qué están ahí?

Desde principios del siglo XX, esta colina comenzó a gestarse como el escenario de una batalla “simbólica”, una batalla moral que se reflejaba en la aparición de las primeras cruces. En 1961, los soviéticos, conscientes de la fuerza moral que inspiraba en la resistencia lituana, arrasaron con la colina lanzando bulldozers, destruyendo más de 2000 cruces; pero éstas siempre renacían de sus cenizas, más fuertes, más contundentes en su mensaje de esperanza. Durante diez años, Rusia intentó devastar la zona; prohibieron la colocación de cruces, castigando el acto como un delito. Pero les resultó totalmente imposible.

Las cruces están hechas de todo tipo de materiales, amontonadas unas sobre otras, enterradas o colgadas unas sobre otras. El espectáculo visual es estremecedor y, a su vez, conmovedor. Todavía se desconoce el motivo real de su colocación inicial, en el S. XIX, y aunque actualmente tiene un significado religioso también posee sentido pagano.

Igualmente, en septiembre de 1993, el Papa Juan Pablo II bendijo el lugar, a una tierra que se constituía como estado, y les obsequió con la Gran Cruz de Leño de Bronce, situado en un llano frente a la colina. Los lituanos tienen en este terreno plagado de cruces, un lugar donde reflexionar y afianzar su esperanza en preservar la paz en su nación.

No obstante, probablemente la más de 50.000 cruces que pueblan la colina, no daten más allá de 1985, su existencia evidencia la lucha de un pueblo por ser libre. Eso sí, aunque cada una de ellas tiene una historia propia, lo realmente importante es la historia en conjunto que representan: la libertad y la paz de Lituania.

miércoles, 2 de marzo de 2011

El misterio del Palacio de Justicia de Las Palmas

Dicen que el Palacio de Justicia de Las Palmas, en Gran Canaria, es un lugar encantado. Encantado porque en la torre situada en su ala lateral, adyacente a la Iglesia de San Agustín, suceden extraños hechos: fúnebres manifestaciones que hielan la sangre. A pesar de que el inmueble es de reciente construcción, y ha experimentado numerosas reformas, sus cimientos reposan sobre un convento agustino.
Cánticos de origen desconocido, muebles que se desplazan solos, ruidos, encendido y apagado de luces... Éstos y otros, son algunos de los terroríficos sucesos que tienen aterrorizados a los trabajadores del palacio. También algunos visitantes que han sido testigos de tales hechos, y afirman el pavor que sintieron al pasear por las frías y lúgubres estancias. Muchos se atreven a comentar que los fantasmas se han apoderado de la torre y que no piensan marcharse de allí, ya que ésta es su casa.
Añadido a esto, los vigilantes presienten una presencia vigilante, que los observa en sus turnos de trabajo; risas, pasos... Incluso sombras sin una forma determinada. Durante veinte años, los rumores se extendieron en Vegueta, sacudiendo incluso a la opinión pública, pero sin abrirse una investigación para determinar qué estaba ocurriendo realmente en el Palacio de Justicia. No obstante, muchos testigos, trabajadores en su mayoría, han intentado quitarle hierro al asunto al afirmar que podría deberse a los típicos sonidos del crujir de la madera. Nada más lejos de la realidad, ya que en el recinto no hay ninguna estructura hecha de este material.
El miedo o la vergüenza, impide a los vigilantes expresar sus temores. Algunos se contradicen, otros prefieren callar… Bien es cierto que en el antiguo convento fallecieron agustinos, cuyas almas en pena vagan por las frías paredes de la torre. ¿Puede ser ésta la explicación a tales manifestaciones paranormales? ¿O todo es fruto de la rumorología?...
Algunos expertos en fenómenos paranormales se muestran cautos con la información, a pesar de ser un número ingente de testigos de voces, ruidos, risas y cánticos, entre otros. Quizás el hecho de que sea un edificio gubernamental impida que se tome en serio esta situación, atípica donde las haya.
Las Islas Canarias se caracterizan por albergar muchos misterios de índole paranormal; esto ha generado una expectación por parte de los expertos en fenómenos paranormales de todo el mundo. Quizás en esto han influido la cultura milenaria de los guanches, el enclave privilegiado del archipiélago y el carácter de sus gentes.

martes, 1 de marzo de 2011

Las catacumbas de los monjes Capuchinos

Una de las leyendas más terroríficas de la historia nos remonta a Palermo, (Sicilia, Italia) en el año 1599, época en la cual las Catacumbas de los monjes Capuchinos dieron que hablar. Fue en ese mismo año en el que los frailes se dieron cuenta que el espacio de las antiguas catacumbas resultaba poco espacioso para la demanda de cuerpos que debían depositar en ellas y decidieron ampliarlas bajo la zona del altar mayor de la Iglesia de los Capuchinos. El antiguo lugar en donde se encontraban las mismas quedó deshabitado y listo para usarse como una especie de hospital para los frailes y fieles de la región de Palermo. Pero fue a partir de ese momento en que la leyenda comenzó.
Todos aquellos que llegaban a Palermo debían entrar por una compuerta; cada vez que alguien quería ingresar a la ciudad las compuertas se cerraban casi herméticamente resultando imposible adentrase en la misma. Mientras tanto, los frailes seguían moviendo los cuerpos de los frailes muertos hasta las nuevas catacumbas y fue allí que todo se mismos permanecía “blanda”, tal como sucede en muertos que llevan pocos días de defunción. No existía explicación lógica para este suceso ya que además de haber enterrado a dichos sacerdotes hacía varios años ya, los frailes encargados de dar la sepultura habían embalsamado por medio de una técnica especial a los cuerpos.
Los cuerpos fueron colocados en las nuevas tumbas y nichos excavados en las paredes. El tiempo pasaba y los mismos no se deterioraban, de hecho permanecían casi intactos (recordemos que los frailes capuchinos no enterraban los cuerpos en ataúdes sino directamente en la tierra).
Entre los años 1866 y 1897 los frailes capuchinos fueron expulsados de Palermo. El Ayuntamiento de Palermo se hizo cargo de las catacumbas pero no se interesaron por el cuidado de los cuerpos tal como lo hacían sus antiguos propietarios. Fue recién en el año 1897 cuando los capuchinos regresan a Palermo y comienzan la enorme labor de restauran los daños producidos en los cuerpos por el mal cuidado de las autoridades sicilianas.
A partir de 1898 se da lugar no solo a frailes sino a cualquier tipo de ciudadano que quisiese ser sepultado en las catacumbas. Allí todo cambió: los misterios comenzaron a hacerse presente nuevamente. Se comentaba que los cuerpos de las mujeres expuestos en las galerías de la cripta cobraban vida. Los lugareños comentaban que pasadas las 12 de la noche veían salir el espectro de una mujer embarazada corriendo alrededor de las cripta con un bebe ensangrentado en brazos.
Una de las historias más famosas que proviene de las catacumbas de los Capuchinos es la de la pequeña Rosalía Lombardo, una niña que por orden de sus padre, un mafioso de principios del siglo pasado, es mandada a embalsamar por medio de una técnica que consistía en una inyección de fuertes químicos. Tan exitosa fue la técnica que hoy en día el cadáver parece estar intacto, parece que Rosalía durmiera, sin embargo muchos afirman que no es así. Los encargados del cuidado de las instalaciones afirman haber visto a la niña jugar sola en los oscuros pasillos de las catacumbas. El 4 de marzo de 1967, Juan Antonelli, un turista curioso, afirmó haber visto a Rosalía llorando en una de las galerías.
Muchas son las historias que se desprenden de las misteriosas catacumbas capuchinas. Hoy en día puedes conocerlas y descubrir los misterios tu mismo.