El desierto de Judea, la inmensidad donde muchos creen que Jesús caminó en su jornada final a Jerusalén; pero un siglo antes del nacimiento de Cristo una secta judía extremista también se retiró al mismo lugar. Tras ellos dejaron evidencia escrita de un grupo de creencias y prácticas que hoy pudieran cuestionar la originalidad de los evangelios cristianos.
Lo escrito pudiera sugerir que el ideal monástico seguido por los monjes cristianos, como los actuales, deben más al judaísmo que a las inspiradas enseñanzas de Jesús. Verdadero o no, se piensa que la respuesta se encuentra preservada en los fragmentos de unos rollos de pergamino que fueron encontrados cerca del Mar Muerto en 1947. Desde su descubrimiento los llamados rollos del Mar Muerto han creado controversia, no solo sobre religión sino sobre la naturaleza de la erudición científica.
Estos textos preevangélicos son la única prueba de eventos escritos cuando Jesús aún vivía, y muchos de ellos no han sido publicados durante más de 40 años.
Todo se inició una mañana de invierno, cuando un niño árabe buscaba a su cabra en una cueva cerca del Mar Muerto. Dentro de una de estas cuevas encontró varias vasijas de barro que contenían unos rollos cubiertos de tela. De vuelta en su campamento, con su gente desenrollaron un pergamino del largo de una de sus tiendas, sin saberlo estaban observando un libro de Isaías 1000 años más antiguo que cualquier copia conocida; no pudieron leer la escritura hebrea del pergamino, pero al día siguiente llevaron el rollo hasta el mercado de la ciudad de Belén. Lo vendieron a un anticuario, quién tiempo después fue localizado para que, después de negociaciones que duraron semanas, aceptara vender los rollos que se encontraban en su poder.
Los árabes iniciaron inmediatamente una cacería de rollos. Peinaron los riscos, el descubrimiento más grande de todos se efectuaría en septiembre de 1952, cuando desenterraron otro grupo de rollos de una cámara excavada en una colina. Llegaron a encontrar 10.000 fragmentos, y luego los arqueólogos encontraron muchos más.
Muchos de los manuscritos encontrados eran copias de libros muy conocidos del Viejo Testamento pero algunos fragmentos reflejaban el pensamiento de los judíos durante un período en el que el judaísmo rabínico y el cristianismo estaban empezando.
Buscando pistas sobre los autores de los rollos, a unos dos kilómetros de la primera cueva encontraron los restos de un antiguo asentamiento llamado Qumran, conocido desde tiempo atrás pero jamás investigado. Durante excavaciones que se iniciaron en 1949 y que duraron cuatro o cinco temporadas, se descubrió que Qumran había estado habitada durante un período de 300 años pero fue abandonada cuando fue atacada por las legiones romanas en el año 68 d. de C. Durante las excavaciones se encontraron muchas vasijas idénticas a las encontradas en las cuevas. ¿Pero quiénes habitaban Qumran? Según los historiadores del siglo I, era un grupo religioso llamado los essenos, que vivían a orillas del Mar Muerto. De acuerdo a los pergaminos los essenos tenían muchas cosas en común con los cristianos actuales: el bautismo, compartir los bienes comunales y aún más, una comida ritual que celebraban anticipando el día en que el Mesías los bendiciría y les daría pan y vino.
Los siguientes cuarenta años vieron la publicación de menos de 100 de los 500 manuscritos. Estos retrasos dieron lugar a teorías de conspiraciones sin fin; aún el Vaticano fue acusado de querer suprimir su contenido.
¿Pero realmente los rollos fueron escritos en Qumran?
Los cientos y cientos de diferentes tipos de escritura sugiere que todo no se puede haber hecho en un solo lugar por un pequeño grupo sino que venían de toda Palestina.
¿Acaso fueron los escritos de un grupo que luchaba por la libertad y vivía en el desierto los responsables de las raíces de la cristiandad? ¿Escribieron ellos los sucesos de Jesús de Nazaret? Tal vez si su número de seguidores hubiera aumentado y se hubieran convertido al cristianismo, sus ritos y esperanzas mesiánicas pudieron adoptarse como creencias cristianas. Tal vez fueron los primeros cristianos, como sostiene una teoría, si fue así, entonces el Jesús de los Evangelios pudiera tener que reevaluarse.
Lo escrito pudiera sugerir que el ideal monástico seguido por los monjes cristianos, como los actuales, deben más al judaísmo que a las inspiradas enseñanzas de Jesús. Verdadero o no, se piensa que la respuesta se encuentra preservada en los fragmentos de unos rollos de pergamino que fueron encontrados cerca del Mar Muerto en 1947. Desde su descubrimiento los llamados rollos del Mar Muerto han creado controversia, no solo sobre religión sino sobre la naturaleza de la erudición científica.
Estos textos preevangélicos son la única prueba de eventos escritos cuando Jesús aún vivía, y muchos de ellos no han sido publicados durante más de 40 años.
Todo se inició una mañana de invierno, cuando un niño árabe buscaba a su cabra en una cueva cerca del Mar Muerto. Dentro de una de estas cuevas encontró varias vasijas de barro que contenían unos rollos cubiertos de tela. De vuelta en su campamento, con su gente desenrollaron un pergamino del largo de una de sus tiendas, sin saberlo estaban observando un libro de Isaías 1000 años más antiguo que cualquier copia conocida; no pudieron leer la escritura hebrea del pergamino, pero al día siguiente llevaron el rollo hasta el mercado de la ciudad de Belén. Lo vendieron a un anticuario, quién tiempo después fue localizado para que, después de negociaciones que duraron semanas, aceptara vender los rollos que se encontraban en su poder.
Los árabes iniciaron inmediatamente una cacería de rollos. Peinaron los riscos, el descubrimiento más grande de todos se efectuaría en septiembre de 1952, cuando desenterraron otro grupo de rollos de una cámara excavada en una colina. Llegaron a encontrar 10.000 fragmentos, y luego los arqueólogos encontraron muchos más.
Muchos de los manuscritos encontrados eran copias de libros muy conocidos del Viejo Testamento pero algunos fragmentos reflejaban el pensamiento de los judíos durante un período en el que el judaísmo rabínico y el cristianismo estaban empezando.
Buscando pistas sobre los autores de los rollos, a unos dos kilómetros de la primera cueva encontraron los restos de un antiguo asentamiento llamado Qumran, conocido desde tiempo atrás pero jamás investigado. Durante excavaciones que se iniciaron en 1949 y que duraron cuatro o cinco temporadas, se descubrió que Qumran había estado habitada durante un período de 300 años pero fue abandonada cuando fue atacada por las legiones romanas en el año 68 d. de C. Durante las excavaciones se encontraron muchas vasijas idénticas a las encontradas en las cuevas. ¿Pero quiénes habitaban Qumran? Según los historiadores del siglo I, era un grupo religioso llamado los essenos, que vivían a orillas del Mar Muerto. De acuerdo a los pergaminos los essenos tenían muchas cosas en común con los cristianos actuales: el bautismo, compartir los bienes comunales y aún más, una comida ritual que celebraban anticipando el día en que el Mesías los bendiciría y les daría pan y vino.
Los siguientes cuarenta años vieron la publicación de menos de 100 de los 500 manuscritos. Estos retrasos dieron lugar a teorías de conspiraciones sin fin; aún el Vaticano fue acusado de querer suprimir su contenido.
¿Pero realmente los rollos fueron escritos en Qumran?
Los cientos y cientos de diferentes tipos de escritura sugiere que todo no se puede haber hecho en un solo lugar por un pequeño grupo sino que venían de toda Palestina.
¿Acaso fueron los escritos de un grupo que luchaba por la libertad y vivía en el desierto los responsables de las raíces de la cristiandad? ¿Escribieron ellos los sucesos de Jesús de Nazaret? Tal vez si su número de seguidores hubiera aumentado y se hubieran convertido al cristianismo, sus ritos y esperanzas mesiánicas pudieron adoptarse como creencias cristianas. Tal vez fueron los primeros cristianos, como sostiene una teoría, si fue así, entonces el Jesús de los Evangelios pudiera tener que reevaluarse.
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