Los objetos que se materializan repentinamente y los que desaparecen de la vista en medio del mayor misterio. ¿provienen de una dimensión y se introducen en otra?, ¿Hay que creen en otra realidad invisible?
Las misteriosas apariciones y desapariciones entre los sucesos inexplicables que llenan los archivos de fenómenos paranormales. Son, con frecuencia, parte importante de la actividad poltergeist. Aunque las pruebas concluyentes son difíciles de encontrar, los que estudian tales casos a menudo están convencidos de que objetos en apariencia normales en todos los aspectos pueden aparecer de pronto procedentes "de ninguna parte", acaso de otra dimensión. Un ejemplo bien documentado de tales casos le ocurrió a una pareja que estaban almorzando con dos invitados en la ciudad brasileña de Jabiticabal, en 1996. Estas fueron las palabras de un testigo: Cuando la señora Dias instintivamente miró hacia el techo, vio cómo se desplomaba una piedra, pero cuando estaba aproximadamente a metro y medio del suelo se dividió en dos partes, que cayeron en direcciones opuestas. La señora Dias se apresuró a recoger los dos trozos de piedra y descubrió que encajaba exactamente, con una fuerte atracción magnética. Las otras personas pudieron repetir este experimento varias veces hasta que gradualmente la piedra perdió su fuerza magnética.
Los vecinos de la familia también experimentaron una manifestación poltergeist, que fue presenciada por numerosos testigos, al contrario de lo que sucede habitualmente. Durante el desarrollo del fenómeno, un dentista local, el señor João Volpe, acumuló nada menos que 312 piedras, una de ellas de .7 kilos, que habían sido arrojadas a su casa. Al parecer, los sucesos tuvieron por centros a una niña de once años. Las piedras aparecían desde todas direcciones, pero sólo una vez alcanzaron a alguien; en efecto en cierta ocasión una piedra apareció por el aire, golpeó ligeramente a tres personas en la cabeza y cayó al suelo. Los testigos declararon que la sensación era como la producida por "una pelota llena de aire".
En 1977 un fotógrafo profesional, Graham Morris, fue menos afortunado: le golpeó con fuerza en la frente una pieza de un juego de construcciones que volaba en el momento en que accionó el obturador. Su fotografía muestra a dos personas mirándole, una con los brazos cruzados y la otra con las manos en los bolsillos. Entonces, ¿quién tiró la pieza? Este suceso se registró en el transcurso de las primeras manifestaciones de un caso poltergeist de Enfield (Gan Londres), cuando varios testigos vieron caer al suelo piedras, monedas e incluso un pañuelo de papel, como si hubieran traspasado el techo. Otros incidentes que ocurrieron en Enfleld y que violaban las leyes establecidas de la física incluyen la teleportación (transporte por medios misteriosos) de un libro a la casa de al lado, fenómeno que fue presenciado por las personas que se hallaban en una y otra vivienda; la aparición en el aire de un trozo de plástico ante los ojos de un miembro de la familia en cuestión; y, lo más sorprendente, la aparición repentina de un gran cojín en el tejado de la casa, de la que fueron testigos varios transeúntes asombrados.
Incidentes similares se han registrado desde el año 530 d.C., Cuando Helpidio, médico y diácono, describió numerosas lluvias de piedras que caían inexplicablemente en su propia casa. La semejanza en los relatos de lugares tan distantes como Brasil, Sumatra, Mauricio e Inglaterra les otorga un grado de credibilidad considerable.
Si aceptamos la realidad de los sucesos que parecen desobedecer las leyes establecidas, debemos buscar nuevas leyes, y escuchar atentamente a quienes han estudiado los hechos. El doctor George Owen sugiere tres formas de teleportación: traspaso instantáneo; trasladado a través de un espacio superior (es decir, otra dimensión); y adquisición de un estado en el cual no existe ninguna reacción con la materia ordinaria, de manera que el objeto puede penetrar en ésta libremente.
Owen rechaza la idea del traspaso instantáneo por el hecho de que implicaría el traslado de la materia o la energía a velocidades mucho más rápidas que la luz, lo cual contradice la relatividad. La noción de un espacio superior parece más verosímil puesto que es matemáticamente concebible, y los científicos están dispuestos a admitirla, al menos en teoría. De hecho, el filósofo y físico Ernst Mach (1838- 1916), que ejerció una notable influencia en Einstein, escribió que las apariciones repentinas de objetos en nuestro espacio serían la mejor prueba posible de la existencia de unas dimensiones espaciales superiores, inadvertidas por nosotros.
Finalmente, existe la posibilidad de que un objeto físico pase a un estado en el cual cese de reaccionar con la materia ordinaria, llegando se a hacer invisible para nosotros. El "plano astral" de la tradición ocultista podría quizá representar ese estado.
Se han empezado a recoger pruebas de laboratorio sobre la existencia de misteriosas apariciones y desapariciones. Se dice que en 1974 el versátil y polémico Uri Geller hizo desaparecer la mitad de un cristal de carburo de vanadio ante los ojos de un equipo de cuatro científicos, encabezados por el profesor J.B. Hasted, del Birkbeck College de Londres. La desaparición parece haber sido una consecuencia involuntaria de los intentos de Geller para alterar la estructura del cristal a través de medios únicamente mentales.
Un incidente espontáneo que pareció bastante claro le ocurrió a un investigador sueco, Jan Ejellander, y al psíquico inglés Matthew Manning, por aquel entonces víctima de los poltergeist. Cuando Fjellander salió de su laboratorio junto con Manning, cerró con llave las tres cerraduras de la puerta, y se fueron a su apartamento, donde colocó el manojo de llaves sobre la mesa. Después de comer, las llaves habían desaparecido, y Fjellander tuvo que llamar a un colega para que le prestara un duplicado. Al volver al laboratorio, encontró en un cajón cerrado las llaves que había deja do en su casa. "Tanto él como yo sabíamos que sus llaves habían atravesado todo Estocolmo", dijo Manning.
Ha habido muchos relatos de incidentes similares de teleportación o de aparición de objetos de origen desconocido (aportes) en áreas cerradas y en presencia de mediums. En algunas ocasiones se han vislumbrado formas humanas. "Era una mano real, suave y caliente... Pero apenas la había tocado cuando se desvaneció": así fue como el doctor John Wilkinson describió una experiencia durante una sesión con el medium inglés D.D. Home, que vivió en el siglo XIX Pero como ocurre con tantos datos obtenidos a través de las investigaciones de fenómenos psíquicos, las experiencias subjetivas no han inspirado teorías comprobables.
Algunas de las últimas y más convincentes pruebas de efectos físicos inexplicables son la extraordinaria serie de fotografías tomadas en Haití por una turista americana, Gloria Rudolph, mientras presenciaba una ceremonia vudú. Esas imágenes, examinadas minuciosamente por expertos, revelan la presencia de unas líneas alargadas entrelazándose entre los bailarines; sin embargo, dichas líneas no fueron vistas en aquel momento ni por Gloria Rudolph ni por otros observadores. Algunos de los bailarines parecen perder parcialmente su forma material, en un efecto que sería difícil de falsificar. Efectos similares han sido registrados desde 1973 por una medium londinense, Gladys Hayter.
¿Qué tiene que decir la física teórica moderna acerca de los fenómenos que estamos considerando?
Un extraño cambio
HG. Wells escribió un cuento a cuyo protagonista se le hace "rodar" a través de una cuarta dimensión. Al cabo, reaparece en este mundo como una imagen en un espejo de su antigua apariencia: sus rasgos faciales y corporales están invertidos y sólo puede leer y escribir a. través de un espejo. Pero la idea de "dimensiones mayores" no fue utilizada por los científicos.
El elemento común en los casos que tratamos es "la acción a distancia", la transmisión de una influencia física sin ninguna mediación evidente.
La idea de acción a distancia se está convirtiendo en un tema muy importante; hasta ahora la física ha dado por sentado que todas las influencias están comunicadas entre si a través de campos de fuerza o partículas móviles. Pero la acción a distancia está implícita en la teoría cuántica, tal y como lo confirman los experimentos actuales. También es una parte esencial de las teorías del profesor David Bohm, del Birbeck College de Londres. La teoría de Bohm, expuesta en su libro La totalidad y el orden establecido (1980) puede resultar una pieza importante en la búsqueda de una teoría susceptible de unificar la física moderna. De hecho, Bohm apunta hacia algo más importante que esto, pues intenta relacionar la mente con la materia. Postula que hay una realidad dimensional más elevada que se "proyecta" en nuestras conocidas dimensiones inferiores. Allí crea conexiones entre acontecimientos que no pueden ser explicadas a través de relaciones corrientes de causa y efecto.
Tal vez la nueva visión científica del mundo que parece estar creándose deje un lugar a la acción a distancia. Si es así, puede muy bien arrojar luz sobre las excursiones de los viajeros astrales por otras dimensiones, y las incursiones en nuestro mundo visible de objetos poltergeist.
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