viernes, 18 de abril de 2008

GNOMOS

Gnomos o nomos , según el diccionario, significa ser fantástico, dotado de poder sobrenatural, también son llamados duendes, pigmeos o enanos, como se los conoce habitualmente en los cuentos de hadas. Paracelso, los nombró por primera vez, allá por el siglo XVI, derivando dicho término del griego “gnome y grignosko”, que significa conocimiento y sabiduría.El alquimista suizo los bautizó de ésta manera, ya que para él, éstos pequeños seres conocían los secretos de la tierra y de todo el cosmos.
En verdad, Paracelso no se equivocaba atribuyéndole dichas características a estos seres, ya que las tradiciones más serias los sitúan dentro de una categoría de Espíritus de la Naturaleza o Elementales.
Estos Espíritus o Elementales existen en la Tierra desde tiempos muy remotos, pudiendo ser testigos de la formación de todos los seres vivos, los ríos, los bosques, teniendo por ello un amor incalculable hacia la madre Naturaleza. Así se dividieron el trabajo de custodiar éstos preciosos “tesoros”; acompañando también la evolución del planeta y del hombre mismo.
Dentro de los Elementales podemos citar: las Salamandras (Espíritus del Fuego), las Hadas (Espíritus del Aire), las Ondinas (Espíritus del Agua), Los Silfos (Espíritus del Suelo), y algunos más.

CARACTERÍSTICAS SIGNIFICATIVAS
Invisibilidad: Debido a que son seres etéreos habitan en una dimensión distinta a la nuestra, por lo que es muy difícil percibirlos.
Transformistas: Ya que manejan a la perfección la Ley de Transmutación, adoptan distintas formas según la necesidad del momento. .
Longevos: Dado que la sustancia que compone sus cuerpos es mucho menos densa que la de los demás seres que habitan la tierra; alcanzan a vivir entre 400 y 500 años.
Juguetones y escurridizos: Quizás ésta sea una de las más constantes entre todos ellos. La razón se les atribuye a que conservan su pureza y viven para cumplir un plan divino, sin objeciones de ningún tipo.
Pero volviendo al tema de los Gnomos, habiendo hecho así una reseña de los Elementales, hablemos ahora de su aspecto físico ya que varía de acuerdo a una clasificación muy amplia: por el color de la piel: que puede ser blanca, roja, verde o morena; por la textura de su piel: lisa o cubierta de pelos, con grandes o pequeñas orejas alargadas o cuernos; con tupidas barbas y aspecto humano.
En cuanto a su vestimenta: es muy pequeña, ceñida a sus cuerpos, con gorras o capuchas en sus cabezas, de colores verdes o pardos para confundirse con el follaje.
Hablan el lenguaje de las Ninfas, que son otros elementales del agua dulce. Viven solitariamente o en grandes familias (ya que los hay de ambos sexos), y esporádicamente buscan la compañía del hombre.
Los Gnomos o Duendes viven un poco menos que sus pares las Hadas o las Salamandras, ya que sus cuerpos son un poco más densos que el de éstas.
Según el español Vicente Beltrán Anglada, estudioso del tema, reconoce que “habitan el interior de las piedras, en la profundidad del suelo y en los huecos de los árboles.”
Algunos trabajan en las minas, ya que cuidan los tesoros de la tierra, como los minerales y las piedras preciosas.
Se los asocia directamente vinculados a las sectas.
Las setas, son aquellos hongos que constan de un tallo y en cuyo extremo superior se halla ubicado un sombrerito (del tipo de los honguitos de los cuentos). En algunas ocasiones, si el Gnomo se encontrara en peligro, podría llegar a convertirse en una seta para pasar inadvertido. Se mimetizan tanto con su hogar, que por si alguna razón éste llegara a desaparecer, el ser que lo habita también desaparecerá.
En cuanto a su alimentación, se sabe que es a base de miel, granos, agua y el manjar favorito de todos los elementales: la leche.
Ahora bien. ¿Cuál es la misión de los Gnomos?. Su misión, además de ser específica, es muy importante ya que custodian los grandes bosques, protegiendo a los animales, impidiendo que los cazadores furtivos terminen con ellos, y evitando que los leñadores talen indiscriminadamente los árboles, utilizando para tal fin toda clase de obstáculos de origen “natural.”.
Estos seres, que se han popularizado gracias a los libros de cuentos para niños, de ninguna manera forman parte de la fantasía; muy por el contrario, son una realidad, de otra dimensión distinta a la nuestra, pero realidad al fin.

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