martes, 29 de abril de 2008

Jonathan Swift

Tal vez el nombre de Jonathan Swift resulte desconocido para mucha gente, pero no así su obra “Los viajes de Gulliver”.
La mayoría de nosotros ha leído durante la niñez las peripecias del marino y a quien no conozca este libro, lo invito a deleitarse con su lectura.
Escritor político y satírico anglo-irlandés, considerado uno de los maestros de la prosa en inglés y de los más apasionados satirizadores de la locura y la arrogancia humanas.
Sus numerosos escritos políticos, textos en prosa, cartas y poemas tienen como característica común el uso de un lenguaje efectivo y económico.

Nacido en Dublín el 30 de noviembre de 1667, estudió en el Trinity College de dicha ciudad. Obtuvo un empleo en Inglaterra como secretario del diplomático y escritor William Temple, pariente lejano de su madre. Las relaciones con su patrón no fueron especialmente cordiales y, en 1694, el joven Jonathan regresó a Irlanda, donde se ordenó sacerdote. Tras la reconciliación con Temple, volvió a su servicio en 1696. Supervisó la educación de Esther Johnson, hija de la recién enviudada hermana de Temple, y permaneció con el caballero hasta su muerte, en 1699. Durante ese tiempo, Swift, aunque tuvo frecuentes discusiones con su patrón, dispuso de gran cantidad de tiempo para la lectura y la escritura.

LOS VIAJES DE GULLIVER
La obra maestra de Swift, Viajes a varios lugares remotos del planeta, titulada popularmente Los viajes de Gulliver, fue publicada como anónimo en 1726 y obtuvo un éxito inmediato. A pesar de que fue concebida originalmente como una sátira, un ataque ácido y alegórico contra la vanidad y la hipocresía de las cortes, los hombres de estado y los partidos políticos de su tiempo, el autor fue añadiendo, durante los seis años que tardó en escribirla, desgarradas reflexiones acerca de la naturaleza humana.
Fue conocido como un inocente cuento para niños que relata las experiencias vividas por un marino (Gulliver) abandonado en una tierra de gigantes, posteriormente en otro viaje es dejado en Liliput, una tierra de pequeños seres (llamados liliputienses) y por último vive en un lugar donde los caballos son los amos y los humanos sus bestias, sirvientes y mascotas.
Viendo la obra no deja de ser una ficción aventurera para los pequeños, pero si prestamos atención a ciertos detalles nos encontramos con claves ocultas que asombran y plantean una gran duda sobre los conocimientos y las intenciones del autor en incluirlas en su obra.
De la visita a Liliput el personaje cuenta que “vivían en islas voladoras perfectamente circulares” aunque cualquier similitud con naves extraterrestres que hoy conocemos es pura coincidencia (¿es pura coincidencia?).
También cuenta que estos seres pequeños pasan su tiempo observando el cielo con telescopios y han confeccionado un catálogo de 10.000 estrellas (otra licencia del autor, ya que en esa época el catálogo europeo oscilaba en 3.000 cuerpos celestes)
Pero la más asombrosa de las pistas que Jonathan Swift introduce en su obra es que los liliputienses “han llegado a descubrir dos estrellas menores (satélites) alrededor de Marte”; asegurando que el primero rota alrededor del planeta en 10 horas (en realidad el satélite Fobos gira en 7 horas, 39 minutos) y el otro en 21 horas.
Swift se adelantó 151 años al norteamericano Asaph Hall quien descubrió (¿descubrió?) Las lunas marcianas bautizándolas Fobos y Deimos (“Terror” y “Pánico”), los nombres de los dos compañeros de Marte, el dios de la guerra, recién en 1877.

BUSCANDO UNA EXPLICACIÓN
Varias son las teorías que se barajan para explicar este hecho:
* Que fuese una casualidad, algo que prácticamente se descarta, dado la casi exactitud de los datos.
* Una precognición (una profecía que en el caso de Swift sería la única).
* Una manera encubierta de transmitir conocimientos (similar a la utilizada por Nostradamus) a fin de evitar el castigo de la Inquisición.
* Que el autor de los Viajes de Gulliver fuese miembro de una sociedad secreta con grandes conocimientos (se especula con que Swift fuese Masón o Rosacruz) y con la necesidad de dar su mensaje oculto.
Extrañamente, una compilación de las obras de Jonathan Swift publicada en 1760, en donde se incluían “Los viajes de Gulliver” se acompaña con un folleto titulado “Una carta de la Gran Maestra de los Libres Masones.

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