lunes, 13 de junio de 2011

Hipatia de Alejandría: Gran mujer de leyenda griega

Hipatia de Alejandría fue una filósofa y matemática griega que vivió en Alejandría en el siglo IV A.D. Hija de Teón de Alejandría, un prestigioso filósofo y también matemático, pasó toda su vida dedicada al estudio de la astronomía y a la enseñanza en la escuela platónica de Alejandría, de cual llegó a ser directora. Los historiadores afirman que fue la primera mujer en hacer importantes contribuciones a la ciencia en su estudio de las cónicas, la geometría euclídea y la aritmética diofantina. Ya en su época, la calificaron como la mejor matemática viva, mas no se posee ninguna de sus obras. Se conoce parte de su biografía y aportaciones gracias a los escritos de otros científicos.

Este año se conmemora el Año Internacional de la Astronomía e Hipatia de Alejandría es una figura importantísima para esta rama de la ciencia. Su legado es significativo: se la considera la inventora de útiles instrumentos astronómicos tales como el astrolabio y el hidroscopio. Todos sus discípulos coincidieron a la hora describirla como una mujer carismática y su influencia fue decisiva para todos ellos.

Su vida
Hipatia de Alejandría fue una mujer adelantada a su tiempo, en parte, gracias a su padre, Teón, quien permitió que su hija estudiara y se dedicara de lleno a la ciencia y a la filosofía. Igualmente, quería que ella fuera un ser humano excepcional por lo que no sólo cuidó su educación, sino también su físico, destacando la joven por su belleza. No obstante, a Hipatia se le reconoce un sobrado don para la observación astronómica, con una capacidad incluso superior al de su padre y mentor.

Tras una rígida educación, la filósofa viajó para profundizar en los conceptos científicos imperantes y, a su vuelta, comenzó una dilatada carrera docente hasta ocupar la cátedra de Filosofía de Plotino. Pronto su nombre sonó alto en todos los círculos intelectuales, y venían estudiantes de Europa, Asia y África a escuchar su doctrina.

Su legado
La vida y obra de Hipatia nos recuerda que el conocimiento ha estado vetado a las mujeres. Su condición de mujer, pagana, científica e incluso su influencia política la llevaron a ser vilipendiada, creando a su alrededor un círculo de detractores. Su situación fue cada vez más peligrosa en Alejandría. Sobre todo cuando la religión emergente en el siglo V, el cristianismo, se abría paso en todas las esferas sociales, negándose Hipatia a convertirse ya que iba en contra de todos sus principios científicos.

Irremediablemente, fue salvajemente asesinada por un grupo de cristianos pero, según algunos autores posteriores, su muerte fue consecuencia de su amistad con una de las partes implicadas en los virulentos conflictos políticos que sacudían el país. Lo que no cabe duda es que al morir Hipatia el pensamiento racional se apagó con ella durante muchos siglos.

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