Johann Weyer, más conocido por Wierus, fue un conocido doctor y ocultista holandés entregado al estudio de la demonología. Gran parte de su trabajo literario consistió en escribir contra las persecuciones de brujas, y , además, se le atribuyen textos como “De Praestigiis Daemonum, “Pseudomonarchia Daemonum y, quizá, la mayor clasificación en lo que a la estructura del Averno se refiere, “Sanctum Regnum”; la cual coincide plenamente con la visión católica del Infierno y sus ejércitos.
Basándonos en la clasificación del autor y en la Iglesia, la Jerarquía del Infierno presenta tres grupos o rangos jerárquicos, siendo el más importante el de los Espíritus Superiores. Con Lucifer como Emperador y autoridad suprema, este grado máximo lo completan Belzebú y Astaroth; que ostentan título de Príncipe y Gran Duque respectivamente.
El nombre Belcebú (Beelzebuth en su origen filisteo) significa “Señor de las Moscas” y se debe a la gran cantidad de moscas que acuden prestas a la sangre resultante de los sacrificios llevados a cabo en su honor. Por su parte, Astaroth es el Tesorero del Infierno y tiene 40 legiones bajo su mando.
Justo por debajo de los Espíritus Superiores, aparecen los Espíritus Principales. Son seis, forman el mando militar y ejercen funciones meramente bélicas. El más poderoso entre ellos, Lucifogo Rofacale, Primer Ministro y con poder sobre todas las riquezas y tesoros mundanos. En su nombre, son Bael, Agares y Margas quienes comandan ejércitos de millares de espíritus malignos. Satanachia, el Gran General, cuenta con el poder de someter a todas las mujeres y enseñar trucos y ardides a los pastores. Como esbirros directos que dirigen sus legiones guerreras, tiene a Pruslas, Amón y Barbatis.
Un Capitán General tiene la capacidad de conocer todos los secretos guardados en las Cortes y gabinetes de Estado de todas las naciones del mundo. Es amplio conocedor de los metales y sus cualidades, así como de las propiedades curativas de las plantas. Responde al nombre de Agaliarept, y sus lacayos Buer, Gusoin y Botis se encargan de dirigir sus tropas.
Fleuretty es el Teniente General que lleva a cabo cualquier tipo de maniobra maléfica durante la noche. Le prestan apoyo incondicional sus subordinados Bathim, Pursan y Abigar. Un Jefe Superior otorga los dones de la invisibilidad y la teletransportación a quienes les rinden homenaje y adoración, al tiempo que les permite observar todo lo que sucede en el interior de los hogares sin que se les pueda resistir ningún tipo de cerradura. Es el Jefe Superior Sargatanas, y tiene bajo su mando a Valefar, Loray y Foran.
El último de los Seres Superiores y de menos entidad, es el Mariscal de Campo Nebirus. Aún así, no deja de ser poderoso pues, sólo con desearlo, causa enfermedad en quien quiera y atesora artes adivinatorias infalibles. Ayperus, Neberus y Glasyabolas le acompañan en todo momento cuales perros fieles.
En el último escalón de la pirámide de la Jerarquía del Infierno, situamos a los Espíritus Subordinados, monstruos deformes de los que emanan olores pestilentes. Son seres que no presentan el más mínimo atisbo de bondad y forman verdaderas hordas que reciben el nombre de Legiones Infernales. De entre ellas, las más importantes y terribles, son la Legión del Mal o Élite y la Guardia Infernal. Temibles y despiadadas, sólo persiguen la aniquilación total y, para ello, siempre arden en deseos de entrar en combate con las Fuerzas del Bien.
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