La leyenda de cómo Sedna se convirtió en una diosa del mar, circula a lo largo del ártico. La historia varía de una región a otra. No obstante, en todas las versiones, una joven mujer se transforma en la madre de todas las criaturas marinas. Como diosa del mar, Sedna domina sus criaturas y controla a peces, focas, morsas y ballenas, así como otros animales marinos, para alejarlos de quienes los cazan.
Una vez hubo una joven mujer llamada Sedna. Vivía en el Ártico con su madre y padre. Amaba mucho a su padre y madre, y era muy feliz. Su padre era un gran cazador, de manera que proveía muy bien a su familia. Sedna contaba con mucha comida y pieles para abrigarse. Disfrutaba de la comodidad del hogar paterno y rehusaba casarse. Muchos Inuit (esquimales) deseaban tener a Sedna como mujer, y pedían su mano a los padres. Pero Sedna rechazaba a todos. Aún cuando sus padres insistían que era tiempo de casarse, ella rehusaba seguir la tradición y obedecerles.
Esto fue así por bastante tiempo, hasta que un Inuit en particular visitó a Sedna. El hombre prometió a la mujer que le proveería abundante comida para comer y pieles para vestirse y abrigarse. Sedna accedió a casarse con él. Luego de convertirse en marido y mujer, la llevó a vivir a su isla. Cuando estuvieron allí solos, le reveló que no era un hombre, ¡sino un pájaro disfrazado de hombre! Sedna estaba furiosa, pero se encontraba atrapada y debía pensar cómo sacar provecho de la situación. Su marido, por supuesto, no era un buen cazador, y no le proveía carne ni pieles. Todo lo que el hombre pájaro podía atrapar eran peces, y Sedna pronto se cansó de comer pescado a diario.
Vivieron juntos en la isla por un tiempo, hasta que el padre de Sedna decidió visitarlos. Tras ver a su hija tan infeliz, y descubrir que su esposo le había mentido, mató al hombre pájaro. Sedna y su padre subieron a su bote y partieron hacia su casa. Los amigos del hombre pájaro, tras saber lo ocurrido, decidieron vengarlo. Volaron sobre el bote batiendo sus alas con fuerza. El aleteo desencadenó una enorme tormenta y las olas se estrellaron sobre el pequeño bote, tornando imposible mantener el rumbo.
El padre de Sedna, temeroso que se hundiera el bote y morir en las aguas heladas, arrojó a su hija por la borda, pensando que esto detendría el furioso aleteo de los pájaros; pero no fue así. Sedna, luchando para no ser abandonada, se aferró fuertemente al bote. Para apartarla, el padre cortó sus dedos, uno por uno. De cada dedo cortado, nacieron diferentes criaturas marinas. Se transformaron en peces, focas, morsas y ballenas.
Sedna se hundió en el lecho del mar, transformándose en un poderoso espíritu. Su morada ahora es el fondo del océano. Tiene la cabeza y torso de mujer y la cola de un pez.
Sedna controla todos la fauna marina. Quienes se alimentan de esos animales, desean mantener una buena relación con ella, para que esta continúe permitiendo que estén disponibles para los cazadores. Los hombres deben seguir algunas reglas para mantener a la diosa del mar contenta.
Si los cazadores no atrapan nada por largo tiempo, el hechicero los transformará en peces. En esta nueva forma, deberán nadar al fondo del océano para presentarse a Sedna, Diosa de los Mares, y pedir que les provea alimento nuevamente.
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