martes, 20 de marzo de 2012

Errol Flynn: El misterio del aventurero temerario

Errol Flynn nació en junio de 1909 en Hobart, Tasmania, y murió en octubre de 1959. Siempre fue un joven bullicioso que se metía fácilmente en problemas. Como actor fue un rebelde que amaba la libertad, un luchador nato contra las injusticias. Pero también tuvo problemas con el alcohol y hasta en tres ocasiones fue acusado de violación.

Desde entonces, su carrera cayó en declive. Siempre entre problemas, con tremendas demandas. Pocos años antes de morir quiso cambiar su vida, y convertirse de nuevo en alguien importante para el mundo del cine. Compró un yate, el Sirocco, pero lo vendió tras la Segunda Guerra Mundial. Sobre todo porque fue el escenario de algunas de sus más explosivas orgías, y quería olvidar todo aquel mundo que le depravó.

Compró un nuevo barco, Zaca, también conocido como Black Witch. De todos modos, aún seguía invitando a grandes estrellas del cine para convertir el barco en suntuosas fiestas. Tuvo relaciones con muchas mujeres, jóvenes y mayores. Su último romance conocido fue con Beverly Aadland, una chica de apenas dieciséis años.

Su economía decayó tanto que decidió vender este otro barco poco antes de su muerte. Los posibles compradores lo invitaron a una fiesta. En ella, en un momento dado, pareció no sentirse bien y murió de un ataque cardíaco en el mismo barco que tanto amó.

El nuevo propietario del Zaca navegó por Europa con él, hasta que en uno de sus viajes, encalló y lo abandonó en un astillero de la Riviera francesa. Durante todos estos años, los habitantes de la zona dijeron haber visto el fantasma de Errol Flynn vagar por la cubierta. Por lo general, su fantasma era visto durante la hora del atardecer. Un hombre que vio el fantasma saltó por la borda de su yate y fue encontrado en estado de shock sobre la arena de la playa.

El propietario de otro barco, una noche, escuchó música y voces de una mujer en el interior del Zaca. Las luces del barco se apagan y se encendían de manera intermitente. Nadie estaba a bordo, y lo más curioso, el barco no tenía conectada ningún servicio de electricidad.

Los propietarios del astillero decidieron reparar el Zaca. Antes de hacerlo, propusieron hacer un exorcismo sobre él. El ritual fue realizado por un sacerdote católico y otro anglicano. Justo en el momento en el que iban a comenzar el exorcismo, el barco de Errol Flynn se hundió. Jamás nadie subo porqué ni cómo. Aún hoy, algunos habitantes cuentan que, cuando pasean por la costa de la Riviera francesa, oyen risas de mujer provenientes de alta mar.

Claro que eso es lo que cuenta la leyenda...

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